Nicoliello: "Existiría la posibilidad de ir a un sistema de consideración de ingresos" en la CJPUU

Esta semana se realizaron las elecciones en la Caja de Profesionales Universitarios (CJPPU). Si bien el conteo final de votos terminará la próxima semana, el abogado Ariel Nicoliello se encamina a ser la persona electa. Los comicios estuvieron marcados por la crítica situación económica que afronta la caja hace años. Si se mantienen estos resultados, la lista 54 será la ganadora y obtendrá dos de los cuatro cargos y el presidente del directorio.

Elecciones dentro de la caja

Nos planteamos una campaña muy honesta y que dijera lo que se necesitaba: modificar parámetros, aportar por parte de todos los que están involucrados con la CPP. No nos hemos plegado a soluciones facilitas. Hoy el tema es la reforma y cómo se inscribe dentro de la reforma de la seguridad social.

El anteproyecto elevado al PE es suficiente, lo han dicho los propios expertos. Se ha tratado que se reformulara el proyecto y que se formularan medidas que hiciera viable. Todo quedó a la expectativa del cambio de autoridades. Todos los colectivos profesionales están esperando de nosotros para salir de este problema rápidamente. Quizá hay elementos del anteproyecto que se puedan tomar. Desde el punto de vista previsional, no es un anteproyecto suficiente ya los parámetros tienen que ser modificados.

La única discrepancia que tenemos con el borrador es la incorporación de nuevos aportantes al régimen mixto. Hay un costo de transición que el borrador no dice que el Estado que se hará cargo. Se plantea que todos los nuevos aportantes van al régimen mixto. Interpreto que cada subsistema previsional va a un régimen mixto dentro del sistema provisional. Esto quita recursos de activos a la caja. En el largo plazo genera un costo importante que no está dicho quién lo asume. Salvo que el Estado explícitamente y por ley asuma ese costo, la caja tendrá que hacerlo y eso no nos parece viable. La caja tiene 150 mil afiliados y el costo de transición es muy elevado. Nadie ha dicho que lo va a asumir, parece difícil o poco probable. Sobre esas bases, nos parece que no es compartible.

Los demás aspectos del borrador, como la edad de jubilación nos parece que va en la línea correcta. Quizá haya que atenuar algunos aspectos. El propio borrador es flexible y admite variables. Creemos que en los aspecto paramétricos vamos en líneas coincidentes, quizá no en la misma profundidad.

No tenemos la mayoría. Buscábamos una mayoría contundente y no la logramos. Fue una elección muy competitiva y surge un directorio muy fragmentado. Tendríamos que buscar los acuerdos correspondientes con los representantes. En este tema de la reforma, creo que vana a tener un rol muy activo. Van a tener un gran desafío. La votación fue baja, menos de lo que se buscaba. Buscábamos llegar al 20%, votó un 12%. La situación de la caja ameritaba un mayor número de votos. Es una realidad compleja la de la caja que no se puede simplificar.

Sueldos pagados en la caja

Esos salarios vienen históricamente hace muchos años. Hay convenios colectivos que se han firmado. Hay una doble protección a sus trabajadores. Hay u contrato de trabajo por el que una de las partes no puede reducir el sueldo. El camino es el de la negociación colectiva. La caja tiene un buen cuerpo gerencial. Los altos salarios le han permitido a la caja seleccionar buenos gerentes. Distinguiría al gobierno del instituto de la gerencia. Hay un factor de base relacionado con la evolución del sistema. Se acelera la cantidad de jubilados y no crece del mismo modo la cantidad de aportantes. La cantidad siempre crece, a un ritmo menor que el de los egresos. Este problema de base requiere adoptar medidas correspondientes. Se tomaron medidas en 2016 y se promovió el anteproyecto de reforma. El anterior anteproyecto lo había discutido el propio directorio.

Agrupación Universitaria tiene una alianza con FEMI. Todos formamos el lema “Gremios por la caja”. Cualquier reforma de la caja debe contar con el apoyo de los profesionales. Acumulamos votos en el mismo lema con una organización.

Reformas a la caja

La aportación al banco de previsión social es sobre fictos. Existiría la posibilidad de ir a un sistema de consideración de ingresos. Sería más justo. Se han hecho estudios que indican que esto significaría una caída en la recaudación de la caja. La base de la idea no está mal. De alguna manera hay que flexibilizar el sistema. Hay una rispidez en el pasaje de categoría. Si se mantiene o baja, se debe recorrer toda la escala. Todo un periodo más largo permitiría darle mayor flexibilidad en la elección. Como primera medida habría que estudiar esto. Eliminar el sistema de fictos totalmente y de inmediato sería imposible porque genera un perjuicio.

Hay que tomar en cuenta el nivel de facturación. Algo parecido está en el Fonasa. Permitir el ajuste por diferentes instrumentos con el aporte por los ingresos de ese profesional. La caja se financia en un 70% con los aportes profesionales y el resto son aportes indirectos. Eso se tiene que mantener, por lo menos por ahora. Hoy se plantea no tocar el artículo 71. Los expertos reconocen que es necesario.

Es uno de los efectos perversos (quienes prefieren no titularse para aportar a la caja). El otro es la declaración de no ejercicio en un conjunto de licenciaturas. Si se generara un sistema de aportación más adecuado, viable flexible, favorecería a la propia caja y aumentaríamos aportes. Es una línea de trabajo. Es una línea de trabajo indudable. Pasar totalmente de los fictos a al ingreso real para todos los profesionales generaría un impacto financiero negativo para la caja y no lo veo viable. Hay que compatibilizar estas dos cosas. Hay una gran heterogeneidad en los aportes de los profesionales. Hay que prever la adecuación a los distintos aportes. Cuando viene una crisis como la pandemia, muchos profesionales pasan al no ejercicio. Si bajan de categoría, esto implica que luego tienen que no tomar. La rigidez del sistema se vuelve contra el profesional y contra el propio sistema también.

Cerca de las 2/3 partes de los aportantes, a su vez aportan al BPS por actividad dependiente. El 45% es un sistema complementario de no aportantes. El trabajo dependiente aporta por lo que realmente gana. Si se elimina la caja, el Estado asumiera un costo de cientos de millones de dólares.


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