Oddone ve cruce del Gobierno con la Cepal como "discusión minúscula": "Más relevante que cuánto se gasta, es tener en cuenta la efectividad de lo que se gasta"

El economista de CPA Ferrere proyecta una caída del PBI uruguayo de 4 % para este año y proyecta una recuperación máxima del 2 % en el mejor de los casos para 2021.

En los últimos días se dio una polémica entre el Gobierno y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en torno al gasto que hizo Uruguay para enfrentar la crisis derivada del coronavirus. El texto aseguraba que nuestro país destinó el 0,7 % de su PBI para amortiguar los efectos de la pandemia, lo que lo convirtió en el que menos invirtió de la región. Desde el Gobierno aseguran que eso no es cierto y en la Cepal aseguran que el documento se construyó a base de números oficiales. ¿Cuánta razón tiene cada una de las partes y cuál fue la inversión que efectivamente realizó Uruguay en este sentido?

Están hablando de momentos en el tiempo distintos. Cepal habla del gasto hasta mayo. Y el presidente comentó lo que el Gobierno estima gastar a lo largo de este año. Las cifras que han sido gastadas hasta junio son del 0,5 % del PBI, cifras consistentes con Cepal, BID y el BM. Lo que pasa es que esas cifras eran lo que se había gastado en el primer semestre del año. Por lo tanto quedaba un despliegue por realizar.

El Gobierno lo que anunció es que gastará 770 millones de dólares, que es casi un 1,4 % del PBI, a lo largo del año. Uruguay pasaría del séptimo lugar al quinto. Seguiría estando por debajo del promedio de América Latina, que es 3,2 %.

Esta es una discusión minúscula. Más relevante que cuánto se gasta, es tener en cuenta la efectividad de lo que se gasta. Hay que controlar por variables muy diferentes en cada uno de los países. No es lo mismo Uruguay que tiene seguro de paro abierto, que Paraguay que no lo tiene. No es lo mismo Uruguay que tiene pensiones no contributivas que Perú que no las tienen. No es lo mismo tener una contracción esperada del PBI del 4 % que la de Perú que será de dos dígitos.

Cuando uno hace estas comparaciones de manera transversal, tiene que controlar otras variables. La situación de Uruguay es mucho más frágil que la de estos otros países. Lo que uno debe decir es que Uruguay está haciendo un esfuerzo modesto en relación al promedio de América Latina pero tiene tres explicaciones: la contracción esperada de Uruguay será menor a la que se compara, la situación fiscal de partida de Uruguay es mucho más frágil que el resto salvo Costa Rica y tercero, la densidad e protección institucional que tiene el país no tiene punto de comparación con casi ningún país de América Latina. No es mérito de este gobierno ni el anterior, sino de la sociedad que ha acordado tener estos mecanismos de protección.

A los efectos de la gestión de la crisis, Uruguay no sale mal parado, sale bastante bien parado en cualquier indicador que uno tome. Se podría hacer mejor, probablemente.

Segundo, ¿es suficiente? No lo sabemos, aunque probablemente nunca lo es. El Gobierno está muy jugado a que la apertura temprana de actividades le dará la potencia suficiente de la economía como para contener un conjunto de problemas. Creo que es algo prematuro y optimista. Hay que tener una visión de recuperación de la economía mucho más cuidadosa y optimista. Estamos viendo una caída del PBI en la base vieja del 4 %. El Gobierno habla de contracción del 3,5 %. Proyectamos un crecimiento para 2021 del 2 % en el mejor de los casos y el Gobierno habla de un rebote del 4 %. Ahí tenemos una mirada más cuidadosa. Habrá que ver.

Cuando uno mira de afuera lo que es importante en esa discusión Gobierno-Cepal, es cuán efectivas son las medidas desplegada. Hasta ahora Uruguay es un país destacado a nivel internacional en cómo viene manejando la pandemia.

Una de las cosas que uno debe reconocer es que este gobierno, después de haber hecho una campaña dura contra el gobierno anterior en sus políticas sociales, cuando asumió no tuvo más remedio que acudir a esos instrumentos y los usó de manera activa. Eso es lo que tiene que ver el ciudadano: es un país con instituciones sólidamente construidas sobre las cuales, gobierne quien gobierne, se afincan y en situaciones críticas el país sale más o menos bien parados. Al final del día somos los uruguayos quienes construimos esto.


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