"No pretendimos faltar el respeto ni burlarnos", agregó el jerarca de ASSE en relación a la polémica por su atuendo.
La participación de Pablo Cabrera en la Marcha de la Diversidad trajo repercusiones inesperadas.
El director en representación de los trabajadores de ASSE marchó junto a las “Hermanas de la Perpetua Indulgencia”, una agrupación que promueve los derechos LGBT y que hizo especial hincapié en la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Cabrera desfiló con un atuendo similar al utilizado por el papa.
El atuendo tiene que ver con la lógica de este colectivo, que tiene 18 años en Uruguay con un trabajo bien importante. Tiene unas pautas de cómo hacer las cosas. Desde el movimiento sindical venimos trabajando juntos desde hace años. El uso del atuendo, como ellos lo tienen definido, formó parte del apoyo. El año pasado hubo una compañera que se vistió de obispo para marchar.
Creo que esto implica interpelarnos sobre hasta qué punto los ciudadanos tenemos determinados derechos. Fue una forma de libertad de expresión, más allá de ser un representante público. Si bien puede gustar o no la forma de expresión, fue de carácter personal y particular, en el marco del derecho que me asiste como ciudadano a participar de esta actividad.
En el 2013, fui al Vaticano en representación de los trabajadores. Estuve con el papa en su carácter de jefe político del Vaticano, y no como jefe de la Iglesia.
El colectivo me invitó a participar de la marcha, y lo hice como me lo pidieron. Tratamos de llegar con una forma mucho más efectiva, dando un mensaje. No pretendimos faltar el respeto ni burlarnos.
El preservativo es una de las mejoras formas para cuidarse hoy por hoy. El cuidado es parte central para tener una salud sexual sana y plena.
