El exsubsecretario de Economía publicó un documento titulado “apuntes para la autocrítica” en el que señala los motivos por los que cree que el Frente Amplio perdió las elecciones nacionales en noviembre de 2019. En el texto, Ferreri menciona que la coalición de izquierda no supo entender los reclamos de parte de los uruguayos que viven en el interior, dice que reaccionó tarde y mal ante casos vinculados a la ética y propone construir alianzas de cara a 2024.
Proceso de autocrítica
El FA realizó tres gobierno con mayorías parlamentarias, tuvo a los tres líderes más popularidades como Tabaré Vázquez, Mujica y Astori, entonces uno se pregunta que si gobernamos 15 años y lo hicimos bien y teníamos a los líderes más importantes cómo perdimos casi 200.000 votos en octubre. Ahí hay que mirar y hacer un análisis introspectivo. No se trata de hacer una cacería de brujas, sino que se trata de hacer un análisis de lo que hicimos mal. A mí no me gustaría que el Frente Amplio vuelva a ser gobierno en el 2024 solo porque a la coalición le fue mal. Quiero que sea algo más y ser más ambicioso. Quiero que mi fuerza política vuelva mejor y mejore lazos con distintos actores
Hasta el 2004 el FA fue una fuerza constante de crecimiento y de fortalecimiento de esos lazos. Gana como Encuentro Progresista con una figura como Nin Novoa como vicepresidente. Eso muestra un camino de acumulación de ir más allá de las fronteras. Después vemos que en el 2004 fue en declive y se fueron perdiendo votantes y perdiendo y debilitando lazos con otros fuertes sociales y debilitando lazos con otros partidos.
Nos volvió endogámicos al resolver cosas entre nosotros con las mayorías. ¿Qué paso que todos los demás se unieron para sacarnos a nosotros? El FA tiene que trazar una estrategia y un vínculo.
En la columna que escribí trato de responder dos preguntas: una es por qué perdimos y otra es por qué nos ganaron. Es qué cosas hicimos mal y qué cosas el adversario hizo mejor. El fa fue perdiendo acción con actores sociales, no tuvo un mensaje claro en la unidad y eso no estaba coordinado. No procesó la renovación de los cuadros y eso en la oposición eso lo hizo mejor. Hubo un mensaje claro y de manera coordinado. El FA pecó de soberbio. Subestimamos el potencial. En el 2019 el FA llegó sobrevalorando su potencialidad. No le dimos la atención en la región y a las encuestas. Arrancamos la campaña electoral no llegando al 20 % de la intención de voto. Nosotros infravalorábamos las encuestas. No reconocimos el bajo piso que teníamos.
A veces es necesario hacer un alto. A mí me pareció muy bien que el proceso de autocrítica se hiciera después de la campaña electoral para poder tomar perspectiva. Esto es una plataforma para no volver a cometer los errores que cometimos que a veces pasa cuando uno gobierna durante tanto tiempo donde uno se vuelve adicto a los halagos y justificador serial de los errores ante las críticas de señalar a los otros de errores. En eso caímos y creo que tenemos que ser más exigentes. En casos de ética el frente tiene que ser más explicativo y no dar esas idas y vueltas.
Caso de Sendic
Creo que más allá de Sendic, la actuación del fa no fue buena ni rápida. Le terminamos echando la culpa a un tribunal de conducta política. No estuve en las plenarias y es parte de lo que digo en mi columna de que la culpa siempre la tienen los otros. No voy a ignorar que la propia prensa puede influir, pero con la la misma prensa el Frente ganó tres elecciones seguidas con mayorías parlamentarias. Detenerse en otras cuestiones, pero hay varias cosas para mirar con perspectiva y humildad y sentarnos para ver qué hicimos mal.
Hay un documento borrador que va en la línea correcta y luego varios hicimos otros aportes. Todos tienen un nivel de autocrítica importante y en distintos tonos. Todo es introspectiva más que de echarle la culpa a los demás. Celebro que el FA lo haga y no estamos en crisis. Tiene una enorme responsabilidad como la fuerza política más grande de volver una fuerza política mejor para ser una oposición responsable y por otro lado en transformarse en una nueva forma de gobierno.
Luego de ver en qué cosas fallamos hay que ver por dónde empezamos. El mundo cambió incluso con respecto al plan que elaboramos en 2019, pasó una pandemia e por medio. Hay que llegar con una propuesta transformadora y que recoja voces que vayan más allá y ampliar las fronteras.
Una muestra de lo que es oposición responsable es el documento que el FA le dio al presidente con consejos para afrontar la pandemia. Además, frente a los hechos recientes del accionar de la policía se convoca al ministro para escucharlo, no para pedirle la renuncia. Eso es ser oposición responsable. De eso se trata, de no incendiar la pradera, sino de presentar propuestas y poder poner el hombro. Veo que se avecinan años muy complicados en materia económica por errores del gobierno y por un contexto que tampoco ayuda.
Situación en Venezuela
Cuando uno está en el gobierno no es tan fácil decir determinadas cosas. En el caso nuestro, en Astori y en mi caso, no nos pasó lo que a Talvi. Astori dijo que era una dictadura en Venezuela y luego lo dije yo. Me parece que está claro que en estos casos es mejor no hacer eufemismos. Cada uno desde su lugar tiene tareas para hacer. La mayor parte de mi tiempo es para tratar de ayudar a que este espacio tenga más unidad, orden. La atomización jugó un rol importante en disminuir la representatividad.
Lo único que está en pie son los votantes. Todo lo demás hay que reconstruirlo. Es una tarea nuestra hacer las cosas mejor para volver a tener esos equilibrios. Estamos en deuda con nosotros mismos.
En el caso de quienes acompañamos a Martínez teníamos una intención de ir avanzando en una coordinación para ir a futuro. La figura de Astori fue fundamental más allá de un tema de renovación. Hay muchos compañeros que venimos reflexionando de este tipo de cosas para generar algo que vaya más allá de las aspiraciones personales. Hay otros sectores que tienen afinidades con nosotros y el camino dirá.
