Petit afirma que hay que "cambiar la cabeza" para mejorar las cárceles uruguayas: "Deberíamos tener un Ministerio de Justicia"

El comisionado parlamentario señala que se debe apostar a la cooperación entre organismos: "Los temas en la sociedad no funcionan como casilleros".

Uruguay tiene alrededor de 10.000 presos y está entre los países que tiene mayor cantidad de personas privadas de libertad en el mundo. Pero más allá de la cantidad, es cuestionada desde distintos ámbitos la situación de las cárceles y las condiciones de reclusión, además de las pocas  herramientas para evitar la reinserción en el mundo del delito.

Abordamos el tema junto al comisionado parlamentario para las cárceles, Juan Miguel Petit.

Tenemos que cambiar la cabeza. Lo que ocurra en la realidad es una construcción social que de alguna manera es el resultado de lo que la gente quiere en democracia. Si no existe un sistema penitenciario que funcione de acuerdo a los estándares que tiene Uruguay es porque de alguna manera no lo queremos.

Es un tema de plata, pero también de que los organismos funcionen juntos y cooperando. Los temas en la sociedad no funcionan como casilleros, sino que están integrados. En las cárceles participa el Ministerio del Interior, pero también es un tema de educación, salud, social.

Deberíamos tener un Ministerio de Justicia, como lo tienen la mayoría de los países con una democracia firme. Pero no tenerlo es uno de los legados que nos dejó la dictadura. Un Ministerio de Justicia en nada altera la soberanía del Poder Judicial.

La Constitución dice que hay que asegurar para reeducar. No podemos olvidarnos de la segunda parte, que es central. La búsqueda de priorizar la educación es muy sana y buena, y en eso está el sistema político.

Los uruguayos no estamos de acuerdo en para qué son las cárceles. Uruguay tiene una reincidencia muy alta que podría bajarse mucho. La violencia de afuera tiene un correlato directo con la violencia que hay en las cárceles.

Las cárceles no son el mejor lugar en ninguna parte del mundo, siempre son duros y tristes. Argentina y Chile tienen mejores cárceles con nosotros. Las cárceles de Uruguay son muy heterogéneas: en Punta de Rieles, por ejemplo, se han logrado cosas que poco se han hecho en otras partes del mundo. No tenemos un modelo ni una política clara.

Además, nos faltan las medidas alternativas o sustitutivas a la privación de libertad. Y eso también es importante. Tenemos menos de 1.000 presos con medidas alternativas del total de 10.000 privados de libertad.

En el 2014 no había ni un aula en el Penal de Libertad. El ciudadano común y corriente tiene derecho a exigir un buen sistema penitenciario, como un buen sistema educativo, de salud o transporte. Lo que pasa es que esa relación está rota.


Las Más Vistas