Petit: "Cuando entrás a algunas cárceles uruguayas parece que entrás a otro país: algo ahí nos pasó como sociedad"

"Me parece bien que las cárceles salgan del Ministerio del Interior, porque el rol policial es una cosa y el rol de la rehabilitación es otra", reflexionó el comisionado parlamentario para las cárceles.

El Parlamento recibe un debate sobre el rol de Justicia y las cárceles, con el foco puesto en garantizar las condiciones de reclusión en Uruguay.

¿Cómo se vive en las cárceles uruguayas? ¿Qué cosas podrían cambiarse y cómo? ¿El sistema penitenciario actual promueve la rehabilitación o reproduce la violencia? Abordamos estos y otros temas junto al comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Juan Miguel Petit.

Hay una parte muy buena en el sistema carcelario, no todas están mal: hay gente que hace obras muy buenas todos los días con su trabajo en las cárceles.

Las cárceles de Uruguay son una anomalía estructural. No seremos el país más desarrollado del mundo, pero tenemos fuertes políticas sociales, un Estado activo. Pero cuando entrás a algunas cárceles parece que entrás a otro país: algo ahí nos pasó como sociedad.

En diez años, Uruguay tuvo una explosión demográfica y pasó a la liga con más presos en el mundo. No es bueno tener muchos presos, no baja la delincuencia por eso: si tenés muchos presos tenés un sistema infinanciable, es imposible financiar 11.000 presos y tener un sistema bueno. Estamos condenados a tener un sistema que funciona muy mal y violento. Un elemento importante sería apostar a las penas sustitutivas.

La cárcel concebida a finales del siglo XVIII es una cosa, pero hoy es otra. Tenemos que pensar en que la persona se restaure, que si puede arregle lo que dañó y que encare un nuevo proyecto de vida. Se necesitan medidas viables y creíbles. No podemos encerrar a una persona en una caja.

Me parece bien que las cárceles salgan del Ministerio del Interior, porque el rol policial es una cosa y el rol de la rehabilitación es otra.

La moción de censura a Bonomi

Hicimos una investigación por el recluso asesinado. Fue un trabajo muy fuerte. Resultó en un informe que presenté en el Parlamento el 29 de noviembre, con conclusiones de hechos muy negativos y mal manejados, con una versión que intoxicó el circuito informativo dentro del Ministerio del Interior porque estaba mal fundada.

Ese informe tomó una cierta actualidad política, pero no está en mis manos opinar sobre lo que opinen otros.


Las Más Vistas