"¿Qué nos pasa cuando nos divertimos maltratando y abusando de alguien? Y peor: lo grabamos y lo subimos con orgullo a las redes"

El presidente de la Casa de la Cultura Afrodescendiente reflexionó sobre el caso del hombre agredido por sus compañeros de trabajo en una estación de servicio.

Cuatro personas fueron condenadas por agredir a un hombre afrodescendiente con discapacidad intelectual que trabaja en una estación de servicio desde hace cuatro años. Los hombres procesados eran compañeros de trabajo de la víctima. Las agresiones las realizaban dentro de la estación, las filmaban y luego subían los videos a las redes sociales.

Abordamos el tema junto a Edgardo Ortuño, presidente de la Casa de la Cultura Afrodescendiente.

Nosotros planteamos que tenemos que pensar qué nos está pasando cuando nos divertimos maltratando y abusando de alguien. Y lo peor: lo grabamos y lo pasamos en las redes sociales con orgullo y con algo a imitar.

El Código Penal castiga la violencia moral, física y cuando hay incitación al odio. Esto se filma y se difunde bajo la consigna de que así se trata a los negros en Uruguay. Esto es grave, y debemos condenarlo.

Estamos pidiendo que haya una sanción lo más ejemplarizante que se pueda. Es grave lo que pasó, pero también es grave lo que hacemos con lo que pasó. Tenemos que reaccionar con condena, tanto a nivel individual como colectivo. Espero que el PIT-CNT condene este tema con mucha fuerza: esperaría la expulsión de los trabajadores. Creo que el UNTMRA se quedó corto.

La Justicia tiene todo para aplicar el artículo 149 del Código Penal, que permite aplicar desde dos años de prisión, pero ante un pedido de la fiscal de un par de meses de prisión, terminamos con libertad vigilada. Y eso nos preocupa, porque no estamos dando una señal fuerte de que esto así no puede ser y que es algo que no queremos. La condena la tienen que sentir yendo a prisión.

Cuando se naturalizan las bromas y los chistes sobre este tema, es mucho peor. Muchos niños que son abusados por sus padres también dicen que es un juego y lo justifican. Pero no puede haber justificación sobre este tema. Él va a tener que volver a reinsertarse en su trabajo y seguramente con los mismos compañeros, que no fueron a prisión y creemos que no han sido despedidos.

Creo que está muy bien la denuncia que hizo el dueño de la estación de servicio. Confío en que haya una reacción sindical fuerte, ya sea una expulsión o alguna otra medida. Hay que tener una condena social muy fuerte de que así no queremos tratar a las personas en nuestro país. Tenemos que ver estos temas por encima de las cuestiones políticas, sindicales o sociales.


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