Reforma educativa "tiene un problema temporal enorme" y "ha traído deserciones en el equipo de gestión", dijo exconsejero de Secundaria

La reforma de la enseñanza es un objetivo del gobierno y la ANEP aprobó días atrás el nuevo plan educativo que se implementará desde 2023, con un nuevo diseño del mapa de egreso y cambios curriculares. Los cambios en la educación avanzan en medio de un conflicto entre las autoridades y los sindicatos docentes, además de que genera debate a nivel político.

Críticas a la reforma

Yo creo que este proceso tiene tres restricciones importantes. El primero es de tipo político. El desarrollo de políticas públicas en educación es compleja por la enorme cantidad de actores. El gobierno se encuentra aislado con un enfrentamiento que cada vez es más fuerte con los docentes y sindicatos, y con un nivel de incertidumbre que es grande. Tiene una restricción económica que también es grande. La tercera restricción es de tipo temporal, que es de las más importantes.

Los padres que en marzo tendrán sus hijos a primero de liceo o UTU es que no tendrán que llevar la túnica. El diseño curricular será igual en un 93%. Será un séptimo grado. Hay muchas novedades que son no novedades. El gran problema es que estamos a cuatro meses del comienzo de clases y todavía no armamos los grupos que van a  desarrollar los programas. Este formato de competencias y progresiones el Plan Ceibal lo dispuso. No se tomaron esas competencias y se agregaron más. Las progresiones fundamentales tienen que ver con el desarrollo de los cursos. No se puede ir haciendo por años separado. Hay que hacer el desarrollo total, cuáles son las competencias de matemáticas generales. Van a ser 160 mil alumnos, 20 mil docentes casi ¿y cómo los van a formar? El cambio hacia competencias es radical.

Cambios en la malla curricular

Las progresiones fundamentales tienen que ver con el desarrollo de los cursos. Hay que hacer el desarrollo total. Si es cierto que van a haber grandes cambios en el programa, cómo van a formar a los docentes. Se enseña en programa súper amplios pero bajísimos en profundidad. Contenidos y competencias son dos caras de la misma moneda, pero es muy distinto darlo desde el punto de vista de las competencias. Estamos ante un proceso que tiene un problema temporal enorme y que esto ha traído algunas deserciones entre el equipo de gestión. Hay docentes que no aceptan entrar en el desarrollo curricular. Cuando se entra en una dinámica muy fuerte y se aceleran los tiempos, se terminan generando errores. La directora que estaba a cargo del plan principal renunció (Isabel Varela).

El sector privado tiene 1100 grupos, pero secundaria más de seis  mil y UTU más que el sector privado. ¿Por qué al sector privado se le da más tiempo para tratar de integrar tiempos y no a Secundaria?  Hay mucho papel en esta reforma y poco de cambio sustantivo.

Cambios en períodos anteriores

Cuando yo decía que se hizo mucho más de tiempo extendido en media de lo que van a hacer. De los famosos 135 edificios nuevos, 60 pusieron en el presupuesto y en la realidad van a hacer 10. La mayoría de estos casos les van a cambiar el cartel. Hay un diagnóstico político y otro técnico, como el de EDUY21, que dice que en el período anterior se avanzó bastante, aunque no se alcanzó la reforma. Ahora es un gran cambio con bombos en platillos pero los programas son los mismos y los tiempos son muy rápidos.

¿Cómo vamos a formar a los docentes en poco tiempo?  Es imposible directamente. Sí, la reforma en los papeles es radical, pero en los papeles no. Yo la haría con más tiempo, año a año y una formación de docentes año a año. La reforma curricular es necesaria, estoy de acuerdo. EL problema es la forma. A mí me parece que se enreda mucho con los tiempos políticos.

La reforma en 2006 se hizo negociando con los sindicatos y la academia. Los datos están a la vista.


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