Roberto Balaguer: "Habría que hacer más énfasis en establecer espacios sociabilizantes y no solo de aprendizaje"

Conversamos con el psicólogo y Magíster en Educación quien explicó sobre el impacto de la virtualidad en niños y adolescentes. También habló sobre cuánto les afecta a los niños tener que volver a sus casas y las consecuencias psicológicas del aislamiento social.

Educación en pandemia

Nosotros tenemos algunos datos del año pasado. De este año no tenemos tanto. Observamos algunas tendencias que llaman repensar algunas cuestiones. Cuando se corta la presencialidad el año pasado y se pasa a la virtualidad lo que se observaba con bastante claridad era una gran avidez de todos los chiquilines, sobre todo escolares de 3º hacia arriba por volver a las clases y de estar a sus compañeros. Para la mayoría de ellos lo más interesante no la erradica en la matemática sino el reencontrarse con sus compañeros y amigos, pasar tiempos con ellos. Este año que observo en los últimos tramos de la escuela y primeros años del ciclo básico hay una menor avidez, casi apático, de que no hay tanta necesidad de querer volver. Sería preocupante en el sentido de que esa malla social que establece la escuela, lugar donde las personas empiezan a establecer vínculos de amistad, habría una suerte de merma y un traslado a la virtualidad donde los contactos son de otra índole que tienen otro nivel de profundidad. Otro efecto es cuando la escuela se traslada a la casa no es fácil trasladarla por completo. Habría que hacer más énfasis establecer espacios no solo de aprendizaje sino espacios sociabilizantes. Eso forma parte del ADN de la escuela. No se trata solo de un Zoom con la maestra o una actividad subida a la plataforma sino que hay un aspecto sociabilizante que no le estamos dando relevancia y aspecto importante para los chicos.

Cansancio de la virtualidad

No pueden más sin estar planteado en el término de una clase. Todo sabemos que los chicos al frente de las pantallas trascurren muchas horas en algo que los motive. Darles un espacio a la sociabilización. Un espacio donde el adulto tiene una forma de moderar o generar algún tipo de actividades, el aspecto principal que se está buscando es la sociabilización dentro del espacio de la virtualidad, y por lo que tengo entendido ese tipo de espacio a los chicos no les cansa. Sería casi un alivio a los Zoom que a veces los agobia.

Acá hay creatividad fundamental. Si el docente entiende que jugando al Among Us, al Fornite o al Minecfraft, cualquier actividad que hagan desde su casa, lo que destaco es que quizás no le estemos dando la sumamente importancia a todos esos espacios de interacción que forman parte de la cotidianidad y de espacios de aprendizajes. De compartir y ser solidarios. Un espacio donde los gurises quieran estar ahí y formar parte. Además, termina siendo una vacuna para muchas de los efectos pandémicos. Si se sienten entendidos y aceptados en un espacio donde desean volver, eso tiene un efecto psicoterapéutico.

Se está pensando en el primer ciclo. Hay un punto bisagra de cuando se pasa al segundo ciclo, si vos estableces grupos que estén más solidificados puedas retener que muchos gurises que tal vez los podrías perder en donde la propuesta educativa está vinculada con cierto componente y estructura donde los gurises quieran permanecer.

Atención de los padres

Con una tendencia en algunos ámbitos, no es una tendencia global, hay cierto acostumbramiento. No es algo que está bueno. Las amistades más fuertes se consolidan en los primeros años de adolescentes. Si en ese momento es como está germinando la amistad, chiquilines que están como aislados, uno podría pronosticar un cierto debilitamiento de los vínculos sociales, que también forman parte de la trama que uno traten de fortalecer para mantenerse dentro del sistema educativo.

Tenés distintas franjas. Desde el año pasado desde 4to año de escuela para arriba, tienen autonomía de estar en su casa como si estuvieran en la escuela. Tienen las herramientas para hacerlo. Los menores no tienen la suficiente autonomía para hacerlo solos. Hay parte de la escuela donde no es trasladable. Los preescolares quizá no hayan sentido tanto los temas educativos ya que tuvieron presencia de sus padres. La escuela acompaña y abre un poco al mundo, pero la base dentro de esos primeros años está gran parte en la casa, si eso se cumple, quizá la pérdida no sea tan grande.

Lo más complicado es el margen de primero a tercero, aprendizajes para los cuales los padres no estamos formados para enseñarles ciertas variables, ahí es justo donde el rol de la escuela, espacios donde ves como el otro aprende, porque se aprende estando en el mundo, se aprende a aprender, donde si estás solamente con tu mamá o tu abuela, con un Zoom semanal casi seguro no alcanza. Una cosa que he visto en muchos casos es tratar no solo quedarse con la escuela brinda, sino los que tienen posibilidades hacer algún otro tipo de actividad donde dos o tres gurises donde una maestra amiga de la abuela o madre que pueda compensar también es de ayuda porque ese aspecto sociabilizante del aprendizaje de estar aprendiendo en grupo es una carencia que lo tiene ya que no han tenido la experiencia. Un liceal ya sabe cómo funciona y tiene más interiorizado, pero un escolar se está perdiendo de toda esa parte que es muy importante.


Las Más Vistas