Rodrigo Arim: "Tomamos la decisión de que en febrero y marzo las evaluaciones no sean presenciales"

El Rector de la Universidad de la República conversó sobre la evaluación del año 2020, los estudiantes y los formatos de evaluación.

Evaluación 2020

Nuestra evaluación de la Universidad de la República dio respuestas razonables al contexto en el que estamos. Cuando uno analiza universidades a la escala de Uruguay, en muchos casos se tuvo que descontinuar procesos de enseñanza y hasta abandonos. Cerrado el año 2020, por un lado la UDELAR mantuvo la relación estudiantil y también mantuvo un nivel de exámenes y de aprobaciones. Más allá en probación de exámenes, en el  vínculos de estudiantes no encontramos diferencias, tenemos claros que no han sido en condiciones ideales. Nuestro enfoque no es señalar que no pasó nada, pasaron cosas y todo el país se vio afectado. Brindamos laptops que estudiantes no tenían y  también instrumentamos plataformas digitales para continuar con los cursos. En el segundo semestre tuvimos un poco más de presencialidad. En la facultad de odontología tuvimos mucho esfuerzo para equipar con instrumentos tecnológicos para que no interfiriera el virus. Algunos servicios sufrieron más que otros y eso nos preocupa. Aquellas facultades en donde la vida y la enseñanza clínica es muy relevante tuvieron más dificultades, la facultad de enfermería fue una de ellas donde las prácticas curriculares en sanatorios o hospitales se tuvieron que ver suspendidas por protocolos sanitarios, eso está generando un atraso en calendarios. Son casos puntuales importantes.

Estudiantes

La facultad tiene contacto con los alumnos a través de distintos mecanismos. La universidad lanzó una encuesta para saber cómo fue el año. En ese contexto encontramos en el 1er semestre, el 85 % de estudiantes continuaba cursando. La aprobación de cursos nos sorprendió. La construcción de comunidad, vínculo entre docentes y estudiantes es muy importante. Eso demuestra que se logró mantener la comunidad unida. En temas de desvinculación encontramos lo que es la construcción de vida universitaria.

Parte del aprendizaje de la vida universitaria tiene que ver con el intercambio con pares y docentes. No es lo mismo una clase por zoom que presencial. En el 2021, por lo menos en el primer semestre tendremos una cuota de presencialidad bastante reducida.

La evolución de la epidemia a fines de noviembre y en la actualidad demuestra que no es razonable mantener una vía alta de presencialidad. Es cierto que en las escuelas tienden a ser las instituciones que cierran en última instancia y abren primero, no es lo mismo en la vida universitaria. En la vida universitaria hay mucha movilidad ya que hay estudiantes que desarrollan su vida en Montevideo siendo del interior. A la vez estamos trabajando con la población adulta.

Febrero y marzo

Tomamos la decisión de que el formato no sea presencial en las evaluaciones. Las excepciones tiene que ver con temas de evaluación. Acá hay contradicciones que hay estudiantes que nos piden a gritos la presencialidad y hay estudiantes que piden que se mantenga el formato de no presencialidad.

Evaluación

Son desafíos objetivos. Estamos trabajando en procesarlos. La UDELAR tiene una experiencia amplia en enseñanza de forma digital complementaria de la vía presencial. No obstante, esto implica un proceso de aprendizaje institucional e individual. Estamos convencidos que vamos a emerger en una segunda instancia en que estos aprendizajes nos enseñarán a combinar presencialidad con no presencialidad. Tenemos que adaptar marcos regulatorios de cómo se corrigen exámenes. La forma de la que se evalúa virtual no es la misma la que se evalúa de forma presencial. Hay universidades internacionales que han aprobado a estudiantes sin calificación con el fin de que el estudiante avance. También hay que ver que una carrera de 4 años, posiblemente un estudiante curse la mitad de forma no presencial y eso es bastante complejo. Una de las formas de adaptarse a esto es tener más evaluaciones durante el año. Más que calificar tiene que ver con diseñar pruebas de calificación.

Tener un espacio de convergencia ciudadana para ayudarnos como sociedad para sobrellevar la epidemia. Nos parecía bueno que haya un espacio, no partidario, donde se dieran diálogos importante sobre cultura, religión, para que los meses venideros se pudieran llevar de la mejor manera posible. Si ustedes vieron hace pocos días una encuesta en que la mitad de los uruguayos no estarían dispuestos a vacunarse, si bien tiene que ver con comunicación, tiene que ver con el pensamiento que tenemos como sociedad. Desde la diversidad y desde la diferencia, construir un espacio de diálogo para identificar problemas, miedos o temores, y poder tener acciones desde el punto de vista como sociedad. El GACH ha sido una gran novedad del Poder Ejecutivo. Sirve para que emerjamos como sociedad. Hemos tenido una enorme receptividad de distintos actores. Hay un elemento que es central, a la sociedad que les fue mejor fue donde se logró procesar con menos niveles de crispación y mayores consensos estos procesos. Esto requiere informar y que todos sepamos las dudas que tenemos y las pocas certezas.

Hay actores sociales que puede ser importante escucharles las voces. Entender que hay circunstancias que no hay soluciones mágicas. La vacunación no es una solución para las próximas semanas, es un instrumento para superar estas circunstancias.


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