"Tenemos que seguir extremando las medidas. El habitáculo tiene que estar limpio para la poca gente que viaje. También está el sentido común del chofer, que debe darse cuenta si ya no daba parar para recoger pasaje", dijo el presidente de Cutcsa.
El transporte colectivo y el coronavirus: abordamos el tema junto a Juan Salgado, presidente de la Cámara de Transporte.
Hay que tener mucho cuidado con los estados de ánimo en una situación tan extrema como la que estamos viviendo. Tenemos que tener responsabilidad y también solidaridad.
En Cutcsa, por ejemplo, hemos tratado de priorizar al ser humano, tanto al trabajador como a la persona que sube al ómnibus. Toda la flota en la calle no se podía tener porque después no se pueden pagar las obligaciones a las personas.
Todo lo que se hizo se hizo en conversación con todas las empresas y con el regulador. De cada cien ómnibus, el viernes de mañana, había un ómnibus que tenía más gente, de acuerdo a la realidad que vivimos hoy. En los 99 restantes ómnibus que pasaron no se vieron llenos de gente. Pero se ajustó, y a la hora del regreso se trato de ajustar para la realidad, pero que los coches vayan con asientos y pocos parados.
El porcentaje de caída y de pérdida es parejo para los ómnibus suburbanos y urbanos, y también los interdepartamentales: supera el 70 %. Hoy el transporte está tratando de facilitar el trabajo de la gente que tiene que trabajar. Este domingo hubo casi un 80 % de caída, un 80 % menos de boletos que alguno de los domingos anteriores. Eso también indica que, salvo algunos, la gran mayoría de la gente tomó conciencia.
Tenemos que seguir extremando las medidas. El habitáculo tiene que estar limpio para la poca gente que viaje. También está el sentido común del chofer, que debe darse cuenta si ya no daba parar para recoger pasaje.
Ahora estamos prestando más un servicio social que comercial. Aunque se hable de parar todos, habrá sectores que no puedan parar. El transporte es uno de los gremios muy expuestos, tenemos que cuidar a la gente del transporte. Hoy el que sube al ómnibus es porque no tiene otra forma de trasladarse. Tenemos que darle la tranquilidad de que le puede pasar cualquier cosa como en cualquier lado, pero que las cosas se están cuidando.
Todas las unidades están sin cortas y están implementados los protocolos de limpieza en terminales. Hay un porcentaje grande de transacciones que son tarjeta, por encima del 70 %, pero las seguimos incentivando.
Hicimos un acuerdo con los trabajadores. La primera herramienta que estamos utilizando es el adelantamiento de las licencias anuales. A esta altura se están pagando 900 licencias de casi 1.300 trabajadores.
Vamos a tratar de mantener el servicio mínimo, pero que permita a muchos que solamente se pueden trasladar a sus trabajos de esta manera, que lo hagan.
Me alegra que la caída haya sido del 80 % porque hace notar que hay responsabilidad: la gente no salió a pasear. No hay que salir si no es absolutamente necesario.
