Sanguinetti considera que Váquez tuvo una reacción humana ante un "agravio intolerable"

El expresidente también reflexionó sobre la inseguridad en Uruguay y sobre la figura del papa Francisco.

Para el expresidente Julio María Sanguinetti, el Papa Francisco “es populista y diluye las esperanzas de los que esperaban reformas éticas”. Además “desearía que ayudara a defender la libertad individual, los sistemas democráticos y una economía moderna”.

En tanto, ¿qué opina sobre la situación del campo y de la inseguridad?

El episodio de Vázquez y los productores

Lo que pasó ayer son episodios lamentables. El insulto y la reacción no son buenos cuando se busca el diálogo.

Pero lo que pasó ayer es producto de un momento de apasionamiento. Hay que recobrar la serenidad para poder discutir y dialogar. Hubo un agravio intolerable, porque la institución presidencial en el Uruguay es muy importante. Entiendo la reacción humana del presidente, pero tampoco creo que sea el camino.

Hoy la situación del Gobierno es difícil, está muy encerrado, especialmente por las consecuencias de sus propias políticas. El país, como dice Astori, tiene una hipoteca que acumuló en plena prosperidad económica.

La seguridad pública

Los problemas complejos no se pueden reducir a fórmulas simples. Estamos en una situación crítica. Estamos en un tema muy serio en cuanto a homicidios. Lo mismo pasa con las rapiñas y los hurtos.

Lo primero es asumir la realidad, que eso es lo que le cuestiono a Bonomi. No se puede ignorar la realidad y decir que está cayendo el delito, cuando notoriamente está subiendo. Falta un baño de asumir la realidad.

La droga está detrás de la nube de todo esto. Como fenómeno individual o colectivo, es omnipresente. Es un tema en el que falta comprensión y que debe asumirse en una plenitud mucho mayor porque está detrás de todo esto.

La figura del papa Francisco

Cualquier papa es una figura internacional dominante, importa todo lo que diga. El papa Francisco tiene posturas contradictorias, va hacia un lado y hacia otro.

Me dolió mucho ver a la señora Bonafini, que ha degradado a una gran causa con su apología de la violencia, y lo que pasó con el papa.

Es evidente que el papa no se ha apartado de su situación en Argentina. Notoriamente a Macri lo trató mal. Fue a Chile y no le dio una entrevista al presidente electo de los chilenos, que está a pocos días de asumir.

Tiene una actitud contraria a la economía de mercado, incurre en el error de hablar de la pobreza como una virtud, está en contra de la clase media. Es un discurso típicamente populista, como el de Cristina Kirchner o Nicolás Maduro. Me preocupa que el papa diga estas cosas.

Juan Pablo II era claro, Francisco es contradictorio.


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