Sara Winter, de feminista radical a integrante del Gobierno de Bolsonaro: "La mujer víctima de violencia no necesita fotitos en Instagram ni pechos desnudos en la calle"

"Las feministas son como marionetas del comunismo. El movimiento feminista se convirtió en inútil para ayudar a la mujer", apuntó la activista pro-vida.

Sara Winter fue activista y fundadora en Brasil de “Femen”, uno de los grupos feministas más radicalizados del mundo, de origen ucraniano. Sin embargo, hoy tiene una postura muy crítica a ese tipo de discursos: ahora es activista pro-vida e integrante del Gobierno de Jair Bolsonaro.

¿Por qué ahora es crítica con el movimiento feminista? Abordamos el tema junto a Winter.

Estoy dando charlas sobre los males del feminismo y los peligros de la ideología de género para la formación de los niños. Mi sueño siempre fue cambiar la vida dela mujer en Brasil. Somos el peor país de América del Sur para nacer niña. Quería cambiar la vida de las mujeres.

Yo quería lograr todas esas palabras bonitas como el empoderamiento y la independencia. Fui a Ucrania, para formarme en “Femen”, donde nos enseñaron primero las bases de la semiótica que teníamos que plantear ante los medios cuando hablábamos del tema. Pero el curso era muy carente de contenido. No estudiamos la propia bibliografía feminista.

Salíamos a la calle, con el pecho desnudo, gritando con carteles en la mano. ¿Cuántas mujeres quita de la violencia ponerse un pañuelo verde en la mano? Ninguna. El movimiento feminista se convirtió en inútil para ayudar a la mujer. Fue un proceso muy doloroso. Las feministas quieren promover una agenda de izquierda, son como marionetas políticas del comunismo, no quieren hacer nada por la mujer.

La mujer víctima de violencia no necesita fotitos en Instagram ni pechos desnudos en la calle. Las feministas se preocupan por hacer escándalo y luchar contra la Iglesia, no por la mujer.

A las feministas les encanta robar los derechos que lograron otros movimientos. No existe un feminismo extremo: todo feminismo es malo y extremo. Es una doctrina inconsistente. Las feministas son las que están a favor de la violencia contra la mujer.

Yo fui una mujer violada y considero que la pena de muerte es buena, o al menos la cadena perpetua. El feminismo pone al hombre como monstruo, cuando todo ser humano puede ser malo. En una violación, se habla mucho de matar al bebito, pero no se habla nada de punir al violador.


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