Sindicato de Funcionarios del Mides quieren reunirse con las autoridades ministeriales: "Hay una desorganización y falta de comunicación"

Contactamos a Gastón Mercader y Patricia Vega, integrantes del sindicato de funcionarios del programa Calle del Mides, explicaron por qué había problemas con los cupos.

Los trabajadores del Programa de Atención a Personas en Situación de Calle del Ministerio de Desarrollo Social emitieron un comunicado en el que denuncian “la precarización de las políticas públicas, así como también, luego del cambio de autoridades, denunciamos enfáticamente el desmantelamiento de las políticas sociales”.

El texto responde al fallecimiento de Reynaldo Godoy y Gustavo Castro Marcadal, dos personas en situación de calle que murieron en los últimos días. Los trabajadores aclaran que los cupos fueron creados en el marco de la emergencia sanitaria, “es decir, para personas que están dentro del grupo de población de riesgo por covid-19, no fueron pensados para dar respuesta a la totalidad de personas que están en situación de calle”.

Lo que corresponde hacer para manejar los cupos es usar la puerta de entrada.

Hubo un cambio. Antes era presencial: los usuarios iban y se les daba una tirilla donde se les decía a qué refugio podían ir. Ahora se cerró y se hace en forma telefónica. Las personas llegan a veces a las 18:00 y nosotros hasta las 21:00 no sabemos si hay lugar en un refugio.

Lo que pasó con Gustavo, al pasar la lista, no había lugares porque hay algunos que queda reservados para usuarios permanentes. En este caso, cuando pasan la lista a las 23:00 sabemos cuántos cupos hay. Ahí no hay forma de comunicarle a los usuarios de los cupos. Ahí está la falla.

A veces se le asigna un cupo y la persona no va, entonces la cama queda libre. Algo de esto pasó cuando había once cupos libres.

Ya en los años anteriores teníamos previstas contingencias, que no quedara gente en calle. Los que quedaban en calle, lo decidían. A partir de esta muerta, es que se podrá tener 100 cupos más.

Hay una desorganización y falta de comunicación. No se han reunido con nosotros las autoridades.

Nuestro reclamo es de antes, por las condiciones de trabajo de los trabajadores. A raíz de eso, presentamos varios reclamos.

Hasta ahora los protocolos son unidireccionales, los recibimos del Mides. Nos dicen que tenemos 30 cupos y no podemos decirles que pasen. No manejamos los refugios como si fueran nuestras casas, la comida está contada. Esto se tiene que resolver desde el Mides, no se puede responsabilizar a la gente que maneja el refugio.

La idea del refugio no es un aguantadero de gente, hay que mantener cierta armonía.

Cuando comenzó la pandemia ni siquiera le pudimos dar entrada a la gente que venía por primera vez porque no estaba registrada en el sistema.
Mucha de la población que está en los refugios consume. Hacemos lo posible para que ingrese y no consuma. En general se trata de disuadir para que no intente de entrar y si la situación es de violencia, se llama a la Policía. El tema es que no tenemos otro lugar a dónde mandarlos.


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