SIPIAV atendió 3927 casos de violencia a niños, niñas y adolescentes en el primer semestre de 2021

Los últimos datos brindados por el SIPIAV sobre violencia contra niños, niñas y adolescentes del primer semestre de 2021 muestra un aumento del 55% en comparación con el mismo semestre del año 2020. Las autoridades dijeron que atendieron 3957 situaciones de las cuales más de la mitad corresponde a mujeres. El sistema, que se extiende en todo el país, detectó que la mayoría de quienes ejercen la violencia contra niños y niñas son familiares directos o personas de su mismo núcleo familiar, lo que agrava la situación.

Recolección de datos

No es nueva la situación, pero es verdad que como país tenemos registro hace no mucho tiempo. Es la primera vez que se hace un informe semestral. Siempre el planteo de datos pone sobre la mesa el tema y es una forma de debatirlo. Hacemos una serie de acciones que tienen que ver con los procesos de intervención. Estos son problemas complejos y necesitamos alianzas con el conocimiento. Los números reflejan que los niños pueden decir lo que les pasa, más cuando es una situación intrafamiliar. Los referentes por fuera del ámbito familiar tienen la obligación de mirar, escuchar y actuar en estas situaciones. En el Sipiav estamos todas las instituciones el Estado y todos tenemos que ver.

Hubo un periodo en donde sí hubo presencialidad. Hay cuestiones en las que los estudiantes van al centro aunque no haya clases para denunciar situaciones. Para un niño, niña o adolescente decir que sufren violencia genera un impacto muy fuerte y requiere un acompañamiento. A veces se detecta mucho tiempo después, por eso es tan importante la prevención.

Trabajo del Sipiav con familias violentas 

Hicimos una guía para niños de 0 a 3 años. Vemos la judialización como parte de una estrategia, pero no es la única. Para nosotros forma parte de nuestra cultura y forma parte de nuestras relaciones asimétricas de poder. Teníamos nuestra justicia y nuestras instituciones tutelares. La normativa cambió, pero por sí sola no modifica lo vincular. Logramos como país tener sistemas de detección que antes no teníamos. Antes solo registrábamos en la zona metropolitana, ahora tenemos centros del Sipiav en todo el país. Vamos a dar respuesta a la violencia que está instalada. Hay otras medidas que tienen que ver con lo educativo y una sociedad que se relaciona sobre bases de relaciones de poder y que se relaciona sobre la violencia. Si tus vínculos primarios fueron un lugar en donde hubo violencia constante, es difícil que luego no se traslade. Nos tenemos que ver y como sociedad tenemos que ver qué lugar le hemos dado a los niños y niñas. El último recurso es que los niños pasa en a un lugar de protección del Estado. Por primera vez hemos tenido más procesamiento, pero tenemos que lograr que las familias saquen esa violencia.

El trabajo en familias violentas se puede revertir. Nosotros no somos tan propensos a la denuncia. Siempre que haya un aliado en la familia, se puede revertir. La violencia de género son impactantes. Nos dimos cuenta de que teníamos 40 y pico de niños y niñas que son hijos de mujeres asesinadas por femicidios. Como instituciones del Estado no teníamos una mirada sobre eso. A esa familia nosotros tenemos que darle determinado respaldo. Hay que trabajar con la familia en el sostén. Son problemas sociales que estamos detectando y tenemos un desafío muy grande en detectar. Trabajamos sobre la respuesta. Tenemos que tener otro marco y desde otros sectores sensibilizar. El Parlamento votó para hacer una campaña de sensibilización a nivel nacional, aunque no tiene apoyo presupuestal, por lo que estamos buscando financiación internacional.

La violencia atraviesa. Las familias de acuerdo a sus vulnerabilidades tienen distintas necesidades. En la coordinación nacional recibimos muchas consultas de centros educativos o sectores que no son los más vulnerables. Tenemos en la educación privada situaciones de violencia, lo cual a veces es complejo por el vínculo que se genera con la familia y el colegio o con la familia y la mutualista. Sí damos el marco normativo, que no siempre se conoce, y que genera mayor protección a niños, niñas y mujeres. Las víctimas de abuso sexual tienen que ser quienes prueben que no mienten. Eso es increíble. La norma dice que el relato del niño es prueba. Estos niños muchas veces no son quienes tienen la buena defensa. Esas cosas complejizan.

Casos de abusadores mayores de 65 años

Pasan esos casos. El tema es cómo se trabaja también con los agresores. Con los delitos sexuales es muy complejo trabajar. El tema del no acercamiento lo debemos asegurar y también las condiciones para que no vivan en el mismo predio. Es un tema que tenemos que reformular fuerte porque el estado tiene que apoyar en la relocalización de esa familia. Antes los jueces tenían la presunción de una situación abusiva, lo que hacían era retirar al niño y asignarlo a Inau. Pero para el niño es muy complejo el que tenga que ser él quien salga del hogar y el abusador quede en el hogar. El tema de la violencia nos importa mucho como sociedad. El 49% de los casos de protección del Estado vienen de situaciones de violencia.

Atención en el interior del país

Tenemos complejidades más en la frontera. Hay situaciones de trata de niños y niñas que vienen de situaciones de violencia de sus países. Tenemos mayor captación y mirada. Todas las instituciones necesitan más recursos en el sector salud, público y privado. Tenemos una carencia en el área de salud mental para lo que es la reparación del daño. Necesitamos mayores recursos humanos para poder acompañar en el proceso y en la reparación del daño.


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