Talvi no apoya la reforma de Larrañaga, no negociaría una coalición con Sartori y quiere "desterrar los directorios políticos en las empresas del Estado": "Quiero un Gobierno de los mejores"

"La fórmula tiene que nacer de un consenso entre los tres precandidatos", consideró. "Los sindicatos no pueden gobernar la educación", agregó.

A cinco días de las elecciones internas, todos los precandidatos intensifican su trabajo para captar los votos que les permitan imponerse en sus respectivos partidos. En el caso del Partido Colorado, la última encuesta de la consultora Cifra marca una importante diferencia de 10 puntos entre Ernesto Talvi y Julio María Sanguinetti.

¿Qué balance realiza sobre esta campaña rumbo a las internas? ¿Piensa que es posible ampliar esa ventaja respecto a Sanguinetti? Abordamos estos y otros temas junto a Ernesto Talvi.

Trabajaron 300 técnicos durante nueve meses para armar un programa vanguardista y renovador. Todo está armado con precisión y seriedad: lo que se quiere hacer y cuánto cuesta. Hay muchas cosas que no necesariamente requieren más dinero, sino que hay que usarlos mejor.

No tenemos la costumbre de poner a los más capaces. En la gestión de Gobierno y en los asuntos de Estado debe estar gente con enorme capacidad. Alguien que tuvo votos en algún departamento del interior y termina dirigiendo la UTE es un problema.

Respeto a los sindicalistas en la medida que cumplan lo que deben cumplir los sindicatos, pero no pueden gobernar la educación. Vamos a cambiar la ley para poder habilitar a los mejores y que conduzcan la educación. Eduy21 ha sido una base importante para nuestra propuesta educativa, pero nosotros también tenemos nuestros matices en base a las posturas de nuestros técnicos.

Quiero un Gobierno de los mejores, no me importan las filiaciones políticas. Queremos un Estado inteligente, que en lugar de ser una oficina de empleo y un obstáculo para producir sea un Estado que impulse y promueva la producción.

Vamos a desterrar los directorios políticos de las empresas del Estado. Se terminó el uso de las empresas para fines políticos o beneficio personal. Las empresas estatales tienen que trabajar para las familias uruguayas. Tenemos que poner personas enormemente capaces, que lleguen por concursos de méritos y por su gestión.

Yo le planteé a Larrañaga desde el primer día que no iba a juntar firmas para su reforma porque creo que esa no es la vía. Militarizando la Policía no se va a lograr una solución: se va a dar la falsa imagen de que esa es la solución a un problema. La solución a mediano plazo tiene que ver con la educación, y por eso proponemos una red de 136 liceos públicos.

La seguridad es una cadena, pero hay que empezar con la efectividad de la Policía. El delincuente tiene que saber que si está metido en algún delito que envenene la convivencia ciudadana no va a dormir tranquilo en ninguna parte del territorio. El Ministerio del Interior va a haber que reorganizarlo por completo. Se precisa policía de vecindad que tenga capacidad operativa y de prevención, hoy no la tienen porque son oficinas de quejas.

Si la reforma constitucional pasa a ser parte de nuestro orden jurídico, los que gobernamos tenemos que acatar el veredicto de la ciudadanía. El Frente Amplio está acostumbrado a que las leyes que se refrendan luego las desconoce por otras vías.

La fórmula tiene que nacer de un consenso entre los tres precandidatos para darle al partido la mejor fórmula para ir con chances en octubre. Si esa fórmula resulta ser primero y segundo de la interna, lo será. Quiero hablarlo luego de que los resultados estén a la vista. Hay que darle al partido la mejor fórmula.

Al Partido Nacional sí, a Sartori no. Sartori es un interlocutor que no me merece confianza.


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