La exsenadora blanca explicó por qué ve como un "error" haber apoyado la candidatura de Juan Sartori y reflexionó sobre la campaña electoral.
Tras haber recorrido el país apoyando la candidatura de Juan Sartori y no resultar electa en el senado en octubre, Verónica Alonso desapareció del mapa político y tampoco asumió ningún cargo de responsabilidad en el gobierno de coalición encabezado por Luis Lacalle Pou. “Tomé una decisión equivocada. Y me arrepiento. Pero para atrás no se puede ir. Así que lo bueno de todo esto es que estoy aprovechando y dedicando el tiempo que durante tanto tiempo le saqué a mi familia”. ¿De qué se arrepiente? ¿Cuáles fueron las razones por las que decidió apoyar a Sartori? ¿Qué será de su futuro político?
Al Gobierno lo veo muy bien. Me siento muy orgullosa de mi partido. Se siente orgullo de ser uruguaya.
A Uruguay se lo conoce por cómo se están haciendo las cosas con el covid. La coalición está haciendo las cosas bien. Tienen sus diferencias, pero eso enriquece la democracia. Mirándolo de afuera, estoy orgullosa del Gobierno, que está haciendo las cosas bien.
Claro que sí me hubiera gustado, pero más me hubiera gustado que los votos hubieran dado.
La bronca estuvo en mí en tomar una mala decisión: acompañar al equipo que elegí. Tomé un camino equivocado. Estaba convencida de que el partido precisaba distintas opciones y eso no lo siento un error. Fortalecía al partido que una mujer lo hiciera. Tomé un camino equivocado en apoyar a quien creía que venía renovar, buscando un equilibrio con la tradición de mi partido. No fue así. Tampoco quiero quedarme colgada del pasado.
Hoy estoy disfrutando de otro tiempo y me siento bien. No tengo diálogo con Sartori, porque tomé la decisión de dar un paso al costado por un tiempo. Tampoco tengo diálogo porque no tengo actividad política. Con el presidente entiendo la decisión que no forme parte del equipo: me planteó en la interna que lo acompañara después, que no me bajara de la precandidatura y acompañara a Sartori. Uno con el diario del lunes ve el error.
Hoy estoy disfrutando de mi tiempo. Un amigo me dice que lo que parece malo, termina siendo bueno.
La vida política te consume. Pasé 15 años pensando en política y no tenés tiempo para escuchar a mis hijas.
Razones
Es un conjunto de cosas. Los votos no estuvieron porque la ciudadanía entendió que no era la persona para renovar realmente.
En el sartorismo vi valores diferentes y se va cayendo el manto. La decisión la tomé yo. Criticar a otro es fácil y siento que estoy hablando mal de mí. Él tendrá su vida política y construirá.
El manto se le va cayendo, a unos más rápido y a otros más despacio. Puedo decir que me equivoqué en la decisión y me siento de todas maneras una servidora pública.
No voy a hablar mal de otros, la que se equivocó fui yo. Creí que alguien que venía de afuera podía renovar algo tan desgastado como la política. Me di cuenta que no, porque traía valores muy diferentes. Algo me enseñaron de muy chiquita: la palabra vale. Y para otras personas eso no vale. Cuando apoyás a un líder, creés que se comportará de tu misma manera.
Con Lacalle Pou tengo muy buena relación. Tengo desde lo personal una relación muy buena. Entiendo la decisión de él: se quiere rodear de gente que lo respaldó.
No me pongo a pensar que el presidente “me vetó”. Fue más una no defensa de un equipo por parte de quien lideraba. No tengo un vínculo roto con el presidente.
Me equivoqué. Para mí esto fue un golpe fuerte en mi vida política.
Campaña
En estas cosas uno tiene que dar vuelta la página. Iturralde decía en una entrevista que en un partido de 184 años hay que dar vuelta la página. Cuando hablo del manto, digo que hay prácticas en que no vale todo. Para el partido creo que es más importante mantener la unidad y mirar para adelante. Muchas de las cosas no las vi y cuando me preguntaban, no creía que podían ser. Hoy eso es parte del manto que se cayó.
