El presidente del Inddhh dijo que las declaraciones de Gilberto Vázquez en el Tribunal de Honor confirman el 'segundo vuelo' y que "el número de desaparecidos es mucho mayor de lo que normalmente se habla".
Wilder Tayler asumió ayer como presidente de la Institución Nacional de Derechos Humanos. El organismo estuvo en el centro de las críticas en los últimos meses, luego de haber cuestionado el accionar policial en distintas oportunidades y de haber intercedido cuando el relacionista público Fernando Cristino fue imputado. En esas ocasiones, tanto el fiscal general de la Nación, Jorge Díaz, como el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, se refirieron a la posición de la Institución. ¿Cómo recibieron esas críticas y qué objetivos tiene al frente del organismo?
Estamos preocupados por lo que viene siendo desde hace meses una sucesión de críticas, algunos ataques, al trabajo de la institución, que no ha variado un ápice desde que cambió el gobierno.
Hay un problema que es una falta de conocimiento o acostumbramiento respecto al funcionamiento de la Inddhh. En algunos casos es patente el desconocimiento. En una editorial el expresidente Sanguinetti nos declaró enemigos de la República. Se preguntó ¿cómo es posible que estén tratando injerencia en instituciones públicas? Es lo que tenemos que hacer. Es la Inddhh la que está llamada a intervenir, examinar y hacer recomendaciones.
Otro caso de desconocimiento muy importante es cuando el ministro Larrañaga nos acusó de no decir nada sobre la muerte de un policía. Nos estremecemos por cualquier uruguayo cuando vemos esos asesinatos. No tenemos un rol respecto a esa realidad. Es él quien lo tiene.
Toda denuncia que llega es tramitada internamente, ahí se ve si es consulta o denuncia. Si es denuncia existe un protocolo reglado por ley en que no se omiten pasos. Se empieza por notificar a la entidad denunciada. Siempre se notifica a la dirección pública y a la autoridad superior. Después hay un trámite en que se investiga y toman testimonios y pruebas documentales. Se trata de crear un ida y vuelta informativo. Hay una recomendación de los técnicos sobre cuál debería ser la conclusión. Esperamos diez días para que se pronuncien.
Fernando Cristino
No teníamos una denuncia. Lo que teníamos era que los médicos que lo trataron juzgaron que él no estaba en condiciones de ser interrogado. Nos llaman preocupados y lo que hicieron los colegas de la institución para preguntarle al fiscal por el estado de salud mental de Cristino. Esta ley tiene tres años de existencia y era la primera vez que se le llamaba al fiscal.
No creo que el fiscal llamara a Blengio. Esa misma noche llegó un oficio a la institución a la que llegaban sus dudas. A lo que respondimos explicándole lo que pasó y nos pusimos a disposición. Imagino en un momento lo vamos a retomar. Lo que llamó la atención fue la tormenta en un vaso de agua que se formó: la Comisión de DDHH nos llamó para que habláramos de esa llamada telefónica. Fue una situación alarmante para nosotros. Es una pena, porque la Inddhh tiene mucho más para aportar que una llamada de teléfono de rutina. Me parece que no hay un conocimiento o habitud de una institución que debe monitorear al Estado.
Trato desigual
La institución tiene un problema de titularidad para entrar a entidades absolutamente privadas. Si es el Piñeyro del Campo, vamos y entramos. Si se trata de una guardería privada, precisamos premisos. Cuando tenemos información vamos o llamamos, pero hay veces que no nos dejan entrar.
Tenemos dificultad a acceder a lugares que son absolutamente privados. Si el INAU contrata a alguien para llegar, podemos acceder. No tenemos posibilidades de allanar. Ojalá la ley fuera más fuerte para la institución.
Gilberto Vázquez
Pensamos que está un poco contaminado de vicisitudes políticas actuales, como el desafuero de Manini Ríos. De la óptica de DDHH hay tres cosas: surge de la primera acta publicada que los perpetradores de DDHH fueron protegidos por el Ejército, segundo que los mandos superiores sabían qué había pasado a pesar de que nueve meses antes dijeron que no sabían. Lo tercero y más importante, que afecta la búsqueda de desaparecidos, es que vuelve a confirmar el ‘segundo vuelo’.
La confirmación del ‘segundo vuelo’ acarrea una consecuencia inmediata: el número de desaparecidos es mucho mayor de lo que normalmente se habla. Puede que se duplique la cantidad de gente que estamos buscando.
Creemos que es muy importante que en este nuevo ímpetu sea un punto fundamental a investigar sobre este ‘segundo vuelo’.
