Abordamos el tema junto a Jaime Trobo, diputado por el Partido Nacional, y Diego Cabrita, representante de Voluntad Popular en Uruguay.
Diego Cabrita
Oficialmente, el tema de Leopoldo y de toda la liberación responde a una decisión unilateral del Gobierno. Toda la defensa de él ha tenido una férrea postura. Él fue condenado a 14 años de prisión, pero los delitos que se le imputan son realmente injustos, todo el caso ha estado viciado.
Trasladaron a Leopoldo de la cárcel a su casa luego de tres años de prisión. El Gobierno no puede jugar con la vida y la libertad de las personas, mucho menos con los dirigentes políticos.
Nos consta que ha sido torturado, es lo que se ha denunciado en reiteradas ocasiones. Lo venían torturando día a día, física y psicológicamente.
Leopoldo plantea y unifica a la oposición, las personas se identifican con él. Nuestro partido es social-demócrata. A todo el partido se lo ha catalogado como una organización terrorista, por lo que se ha perseguido a todos los líderes del partido. El pueblo respalda las acciones de Leopoldo. El pueblo venezolano necesita un cambio y un nuevo Gobierno.
Va a estar once años con prisión domiciliaria. No liberaron a Leopoldo López. Tiene once años más de pena.
Hemos pedido elecciones generales para que haya una solución pacífica a esta crisis.
Jaime Trobo
López tiene un vínculo de mucho tiempo con Uruguay. El vínculo que hemos tenido nosotros con la realidad venezolana tiene ya muchos años, desde 2003 o 2004, cuando se veía que el discurso de Chávez iba en la dirección de confrontar.
Uruguay tiene legitimidad activa como un país que éticamente es responsable y tiene una historia en materia de reclamos de derechos humanos, que lo pone en situación envidiable para poder levantar su voz al respecto.
Es una pena que Uruguay no haya actuado. La situación de Venezuela no se reduce al caso de Leopoldo López: hay 431 personas en la situación de ser presos políticos.
Es poco lo que dijo Nin Novoa: satisface, pero es poco. El presidente dijo que se reconfortaba con lo que pasó con López, pero creo que tendría que haber sido más rápido. Uruguay debería haber respondido a las necesidades de la democracia venezolana en forma categórica y mucho antes.
No quiero patrocinar una intervención en los asuntos internos de un país. Pero tenemos que proteger los derechos de esos ciudadanos. Tiene que haber una intervención, moral, ética, no fáctica.
