“Épisode: música para cine”: el disco de Luciano Supervielle en concierto

Después de agotarse las entradas de sus primeras presentaciones del álbum “Épisode: Música para cine”, en el Solis, Luciano Supervielle vuelve a un nuevo escenario. El 6 de julio estará tocando en la Sala Hugo Balzo del Sodre. Este nuevo álbum reúne una selección de músicas originales que ha compuesto a lo largo de los años y que están destinadas a películas, como “El baño del papa”, “Artigas: La Redota”, “Criollo” y “12 horas 12 minutos”.

La presentación de “Épisode: música para cine”

Hacía tiempo que tenía ganas de mostrar esa música, porque ha sido importante para mí. Es un proyecto grande, que le dediqué tiempo y trabajo. Si no viste la película, capaz no escuchaste la música. E incluso si viste la película, capaz no le prestaste atención a la música. Tenía esa inquietud de mostrar esta música. Hice un pequeño trabajo de seleccionar las cosas que me parecía que tenían cabida en un disco de música para escuchar. Terminó siendo un disco que le ha ido bastante bien en realidad.

El concierto este es más que un concierto de música porque hay una gran presencia de lo visual. Es el concierto del que más he hablado en mi vida. Me detengo a hablar de algunas escenas, cómo las realicé. Es un concierto que está buenísimo para un público infantil porque hay una cosa didáctica de mostrar la escena sin la música, después ponerla. O mismo ponerle otra música a la escena, ver cómo cambia el sentido. Hay una cosa medio lúdica que esta buena.

Es un concierto que no tengo planeado seguir haciendo porque es un disco que yo no lo plantee como para hacer una gira. Este concierto yo lo quería hacer para tocar esta música que nunca toqué. Igual toco algunos temas de mi repertorio que vengo tocando.

La composición sonora de música para películas

Es algo que me gusta mucho. A diferencia de hacer un disco, hacer música para una película es hacer música funcional para una escena, historia, trabajar en colectivo con un equipo de trabajo, no solo con el director o directora. De hecho, ahora estoy trabajando en dos largometrajes nuevos. Ahí un trabajo colectivo de ir interpretando la visión del fotógrafo, el director.

Tampoco es que hecho tanta música para cine, pero he hecho varios y todas las experiencias que tuve fueron procesos muy diferentes. Me ha tocado trabajar sobre un guion sin nada filmado de la película, entonces, desde lo creativo está buenísimo, porque te hacés tu propia película antes de que exista. También, depende de los directores.

Siempre hay un lindo laburo de lo que se llama “spotting” en cine. En las películas grandes tenés un tipo que se dedica a componer música y otro equipo de personas que se dedica a sincronizarla. Yo en la más chiquita suelo hacer todo eso yo mismo.

Su trabajo con la Comedia Nacional

Nos vamos el martes.  Uruguay este año es invitado al Festival Almagro en España, que es in festival muy importante de teatro al que Uruguay ya había ido hace muchos años. Va con cuatro compañías, una de ellas es la Comedia Nacional y se va a estrenar una obra basada en un texto de Calderón de la Barca. Es muy nuevo para mí el proceso de trabajo. No conozco tanto el lenguaje del teatro. Hice la música y mucho de la sincronización. Además, voy a tocar en vivo.

¿Qué te gusta más hacer?

He ido evolucionado en mi vida. Durante muchos años me sentí más cómodo en el rol de componer. Después de algunos años empecé a disfrutar del hecho de tocar en vivo o de salir de gira. Sentí que en ese lugar estaba la parte más interesante que tengo para decir. Después tome mucho gusto de hacer música para audiovisual. Siempre he sido curioso de ir renovándome.

Lo más enriquecedor cuando se interactúa con otra persona, músico, es tratar de aportar de lo tuyo, pero tratar de tener la inteligencia o hacer el esfuerzo suficiente para poder una relación lo más horizontal posible. Hay que tratar de ponerse siempre en un lugar de compartir, que es donde se aprende.

Yo me nutro mucho de mis proyectos. Por eso tiene que ver el sentido del disco Épisode, porque ahí vas a ver elementos que después aparecen en mis discos o los de Bajo Fondo. La realidad es que al estar haciendo un montón de cosas, se transfieren información e ideas musicales de uno a otro. Cuando uno saca un disco, eso es una foto muy limitada de un proceso creativo mucho más amplio que abarca otros proyectos y muchas veces trabajos que terminan sin ser editados. Son ideas que quedaron en el camino. Por eso me parece que está bueno hacer una interacción entre los distintos proyectos.

Voy adquiriendo herramientas que luego aplico de distintas maneras. Por eso genera que haya un estilo. Mi presencia está siempre ahí. Uno hace lo que quiere o intenta, pero también lo que puede y lo que le sale. Hay cosas que no me salen.

El porqué de la foto como tapa del disco

Fue una idea de las diseñadoras. La foto la sacó mi madre. La idea era representar con una foto emoción. Me parece que tiene que ver con que es un episodio de mi vida y cada una de las películas que están representadas son episodios creativos y personales de mi vida muy diferentes, pero que a su vez se conectan. Ese niño que está ahí soy yo.

¿Cómo fue el proceso para sentirte cómodo en el escenario?

Soy una persona relativamente tímida. Estar arriba del escenario implica un trabajo de ser consciente de que estás tocando música, pero también te están viendo, estás actuando de alguna manera. Estas en un nivel de exposición muy grande. Cuando empecé a trabajar en mi proyecto solista paralelo a Bajo Fondo tuve que tomar ese rol de frontman: agarrar el micrófono, presentar a los músicos, hacer un discurso, de darle una unidad a ese concierto, de sostener eso. Mi primer disco solista fue el segundo disco de Bajo Fondo, que tuvo pila de repercusión. La banda era una especie de Bajo Fondo reducido. Viajamos mucho con ese disco y aprendí un montón.


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