Sturla: "Uruguay está llamado a recomponer su fractura social: la Iglesia y el Estado tenemos mucho que hacer"

El cardenal consideró que "Uruguay necesita de Cristo". Además, afirmó que el papa no planea visitar el país en el corto plazo.

El domingo pasado, el cardenal y arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, presidió una multitudinaria misa campal en la rambla del Buceo, al costado de la Aduana de Oribe. También viene de reunirse con el papa Francisco en el Vaticano, quien grabó un mensaje para los católicos uruguayos y les pidió que salgan a evangelizar con termo y mate.

Fue muchísima gente. Esperábamos una manifestación fuerte, pero superó nuestras expectativas. El número debe estar entre 20.000 y 30.000 personas. Había mucha alegría. La Iglesia está haciendo lo que tiene que hacer desde siempre: para anunciar el evangelio hay que saber comunicar. El papa siente mucho cariño hacia los uruguayos y la Iglesia uruguaya.

El lugar para el evento había sido elegido desde antes de saber cuál sería la respuesta de la Junta Departamental: no fue buscado por una cosa de contra. Esa es una polémica que, por ahora, ya está saldada.

Sabemos que la visita a Uruguay está unida a la de Argentina. Me dijo que por ahora no estaba en los planes, que no estaban dadas las condiciones. Pero yo recojo de gente cerca que cuando él decida hacer ese viaje, lo va a anunciar con poca anticipación. Creo que quiere evitar las polémicas y las especulaciones. Creo que a él le pone mal ser un factor de división en su pueblo, que tiene una cultura política mucho más tirante que la que tenemos nosotros.

En la misa estaban la primera dama, la primera nieta y el primer hijo: para nosotros es una alegría su presencia. Que esté la esposa del presidente es un signo de presencia del Uruguay. No existe una instancia institucional de intercambio. Pero sí se da a nivel personal.

Hay dos dramas en Uruguay muy hondos. Uno es la falta de sentido por la vida. Y el otro es la fragmentación social en la que nos vamos metiendo: hay uruguayos que están quedando al margen. Uruguay está llamado a tratar de recomponer esa fractura social. Y la Iglesia y el Estado tenemos mucho que hacer. Lo que realmente cambia lo más profundo de las personas es esa dimensión espiritual que llena la vida. Uruguay necesita de Cristo.

La dignidad de toda persona humana está por encima de cualquier otra cosa. Después ya vendrán las cuestiones más complejas. Si esta persona [Michelle Suárez] siente la dignidad de ella y de los que tienen su situación reconocida [población trans], pues bendito sea Dios. Jesús se acercó a todas las personas.


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