La psiquiatra Natalia Trenchi nos habla del estrés por el regreso a clases - Teledoce.com

La psiquiatra Natalia Trenchi nos habla del estrés por el regreso a clases

En Día Perfecto recibimos a la doctora en medicina y psiquiatra de niños y adolescentes para hablar de todos los cambios relacionados con el comienzo del año lectivo.

La edad ideal para arrancar el Jardín

Hay veces que los niños empiezan la escuela siendo bebés, en este caso yo recomiendo a los papás que los manden si no tienen más remedio. Si se puede quedar en la casa, bien cuidado, con alguien que lo quiera y que le respete los ritmos es mucho mejor. Si no se puede, lo que uno pretende es encontrar lo más parecido a eso que no se le puede dar en la casa.

Los tres primeros años de vida lo que el niño tiene para aprender y consolidar, lo logra en el contacto con su entorno más cercano. Explorando el mundo con los seres queridos y la familia, hasta entonces -desde el punto de vista teórico- no es necesario largarlo al mundo. Pero todo depende de las situaciones.

A partir de los tres años de vida sí ya hay que empezar a aprender otros mundos, otras cosas. Pero ese mundo se logra aprender mucho mejor si tenés consolidado lo anterior.

El cambio de escuela o colegio

Una de las cosas que yo veo que está más demonizada en la cultura popular es el cambio. La vida es cambio y uno tiene que preparar al niño para enfrentar los cambios. Eso es algo que primero los adultos tenemos que tenerlo en la cabeza.

La vida, además, es una secuencia de etapas: el  maternal, el jardín, Primaria. La etapa de vivir en tal barrio o de vivir en tal otro. Uno tiene que estar preparado para eso y para no tenerle mayor miedo. Otra cosa es la inestabilidad, un cambio detrás de otro.

Pero el cambio de colegio uno lo tiene que presentar como una celebración, con todas las sorpresas que puede tener. Esa es una buena actitud, no hay que temerle a eso. Es bueno poder anticiparlo, hablarles antes, llevarlos antes a conocer el cole, etc.

Niños aprensivos y el primer día de clases

Hay niños a los cuales les cuesta más salir de casa. Hay que tenerles paciencia y firmeza en igual proporción. Decirles: a la escuela hay que ir. La peor frase que le podés decir es: pero si es lindo, la escuela es preciosa. Cuando para él no es nada lindo.

Una buena cosa es que los padres estén viviendo eso como algo bueno, como algo que vale la pena para poder transmitirles eso. Uno puede contarles ejemplos de su propia niñez, hacerles cuentos que demuestren que el miedo se va a acabar.

¿Cómo elegir la escuela o el colegio?

Yo creo que elegir la institución escolar de un hijo es algo muy importante. De repente hay que fijarse en cosas que no son en las que se fijan habitualmente los padres. Los padres por lo general se fijan en los idiomas que enseñan, en los deportes, en el edificio o en el estatus y ese tipo de cosas.

¿Qué es lo que uno tiene que buscar en la institución? Uno tiene que saber que de ahí van a surgir los amigos y que esos amigos tienen padres y que uno va a tener que lidiar con ellos. Además, que la alianza entre la institución y la familia es fundamental para que ese proceso marche bien en las buenas y en las malas.

Uno tiene que elegir una institución en la que se sienta afín humanamente. Si no sos religioso y te molesta la religión, no los mandes a un lugar religioso porque eso genera un conflicto que debilita todo el proceso.

La institución ideal no existe. Por ejemplo, yo preguntaría: ¿a esta escuela vienen solo niños perfectos o aceptan a todo tipo de niños? Eso desde el punto de vista informativo me parece infinitamente más importante que que les enseñen chino o mandarín.

Otra cosa que yo preguntaría: ¿cómo enfrentan el deporte? ¿todos juegan? ¿todos aprenden? ¿o es competitivo?

Otra cosa que yo buscaría en una escuela es: en qué medida se acompaña el modelo del niño. Hay escuelas que tienden a hacer fábricas de galletitas, todas iguales.

La adaptación al nuevo horario

Esa es otra de las cosas a las que hay que aceitarlos: se acabó la farra, chau, vamos a encarar un año lectivo. Yo lo que más le pido a los padres es que por favor les enseñen hábitos. El niño tiene que tener hábitos, saber ajustarse a las doctrinas, saber hacer cosas aburridas, etc. Llega marzo, se acabaron las vacaciones y hay que acostarse temprano.

Niños y límites

Los niños piden límites porque los necesitan. Límites bien puestos, sin el ceño fruncido. Yo pido a los padres que levanten a los niños un poco más temprano, quince minutos de sueño no es nada y es mucho para la vida familiar.

Odio esa sensación de levantar corriendo a los niños, salir corriendo y tomar una cajita fría en el auto. Todo puede ser distinto con quince minutos más. Además, hay que generar la instancia de desayuno.

 


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