La extraña muerte de Elisa Lam

La misteriosa muerte de la joven estudiante de 21 años continúa siendo un misterio hasta el día de hoy, como otros sucesos que acontecieron en el Hotel Cecil.

No hay nada tan desesperante para los seres humanos como los misterios que en apariencia son imposibles de resolver. A veces hay muchas hipótesis flotando en el aire que intentan descifrar lo indescifrable, sin embargo ninguna de ellas es capaz de explicarlo. Uno de estos casos que nadie pudo explicar ocurrió en California, en Estados Unidos, más precisamente en el Hotel Cecil.

Se trata de un viejo edificio que fue construido en los años 20', de catorce pisos de altura, 700 habitaciones y una historia plagada de muerte, asesinato y tragedia. Allí en el Hotel Cecil en el año 2013 falleció de forma inexplicable una joven llamada Elisa Lam. Su muerte representa uno de los enigmas más grandes de la actualidad y eso hace que su caso haya cobrado notoria popularidad a través de las redes sociales y los medios de prensa.

Una canadiense de origen asiático estaba en Los Ángeles hospedándose en el Hotel Cecil. Era una chica normal, sin historia de alteraciones psiquiátricas, alcoholismo o cualquier conducta anormal. En otras palabras, una chica como cualquier otra. Pero un día llegó la tragedia a su vida, y llegó de una manera nadie podía esperar. En febrero de 2013 los inquilinos del Hotel Cecil se dieron cuenta que el agua tenía algo extraño, los que se estaban bañando le encontraron un olor particular y los que se atrevieron a tomar agua de la canilla vieron un color y un sabor asqueroso. Cuando los inquilinos comenzaron a quejarse así que rápidamente el gerente del hotel comenzó a investigar y envió a un empleado a la azotea donde están los tanques de agua. El hombre tuvo que ir con ayuda porque las tapas son muy pesadas y hay que abrirlas con instrumentos. Abrieron una y no encontraron nada anormal allí dentro. Abrieron otra y descubren un cadáver que llevaba según el forense 19 días allí y estaba en estado de descomposición.

La policía acude al lugar para investigar lo que pasó. Todo indica que se trata de un asesinato y uno bastante abominable. Pero cuando pidieron el material de las cámaras de seguridad del hotel se encontraron con algo terrible y en la entrada de un laberinto que hasta el día de hoy no han podido salir. Lo último que se vio en vida de Elisa fue una toma de la joven que desde el living del hotel comienza a caminar hacia el ascensor, pero el video es algo extraño y tenía algo misterioso que no se podía resolver. Se ve a Elisa interactuando, hablando, como discutiendo con algo invisible. Se la ve aterrorizada, tratando de esconderse de algo que le da mucho miedo.

Luego de ver el video que dura casi cuatro minutos, son muchas las personas que afirman que Elisa fue víctima de una posesión demoníaca. Quienes destacan esto aseguran que su actitud cambia radicalmente luego del minuto uno, en el que se puede observar una transformación en su postura y también en su comportamiento. Es a partir de ese momento en que empieza a mover sus brazos llamativamente, como si alguien o algo estuviera enfrente. Además el movimiento en sus manos es siniestro y cuesta entender qué es lo que quiere hacer con ellas.

Muchas personas han intentado explicar, entre ellos la policía. Pero tuvieron que sufrir la humillación de decir que el caso debe permanecer abierto porque no saben qué pasó. No se ve a nadie reduciendo a Elisa Lam, no se ve a nadie con ella dentro del ascensor y lo que es peor es que nunca se ve a nadie llevándola a la azotea, que es el lugar donde ella muere. Muchos creen que Elisa accedió por si misma a la azotea, lo que es muy extraño porque pocos saben que en la puerta ingreso de la azotea existe una alarma que se enciende cuando alguien la abre sin autorización y se necesita una llave especial para apagarla.

Algunos buscaron la explicación en un posible suicidio, pero según explicó un empleado del hotel esto es una tontería. "Es imposible que una mujer pequeña pueda abrir una tapa de dos toneladas en la azotea de un edificio", expresó. Y además es imposible que lo haya cerrado con tuercas y todo una vez que estuviera dentro del tanque.

Tiempo después aparecieron más datos del Hotel Cecil que lejos de ayudar a resolver el misterio de la muerte de Elisa, comenzaron a hacer de la historia algo realmente perturbador. En 1985 en ese mismo hotel se hospedó un asesino serial llamado Richard Ramírez, a quien se le sumaban asesinatos de docenas de personas con una forma enferma y loca. Él destrozaba sus cuerpos apuñalándolo. Pocos años después, en la década de los 90', se refugió otro asesino serial que había matado entre diez y catorce prostitutas. Pero no son las únicas historias que cuenta este hotel, ya que también tiene un número inusual de personas que se han suicidado allí.


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