Contrario a otras veces, no hay casi periodistas en el Complejo Uruguay Celeste. Es martes y son las 12:00 del mediodía. Espero sentada en el mismo sillón en el que entrevisté al Cacha Arévalo Ríos hace un par de meses. Es un sillón pequeño, diría que de un cuerpo y medio. Y pegado tengo una […]
Contrario a otras veces, no hay casi periodistas en el Complejo Uruguay Celeste. Es martes y son las 12:00 del mediodía. Espero sentada en el mismo sillón en el que entrevisté al Cacha Arévalo Ríos hace un par de meses. Es un sillón pequeño, diría que de un cuerpo y medio. Y pegado tengo una mesita de vidrio con varios ejemplares de la revista “Túnel”, con una foto del Maestro Tabárez en la portada. Hay tres hombres en el hall de entrada al complejo que hablan de la posibilidad de sacarse una foto con Suárez, o con el Cebolla, uno dice que le da vergüenza, que nunca antes pidió una foto, pero que esta vez lo va a hacer.
Pasan 40 minutos de la hora pautada y aparece Álvaro González, el Tata. Me presento, le explico que ese es el sillón donde voy a entrevistarlo, que ya es un sillón moneda corriente en Solo Texto. “Ah, este es tuyo entonces, lo compraste”, dice el Tata riéndose. Nos acomodamos apretujados en el pequeño espacio, prendo el grabador y empezamos.
El Tata tiene la modorra de quien recién almorzó y no quiere saber nada con la vida. Quiere dormir la siesta o mirar la tele. Pero tiene que estar ahí, respondiendo mis preguntas, durante casi una hora. Y lo hace. Amablemente.
Infancia y fútbol
Nací en Montevideo y viví siempre en Lezica, en mi barrio. Vivía con mis padres y mi hermano tres años mayor, Diego. Al lado vivían mis abuelos. Mi padre trabajaba en la construcción, ahora es jubilado. Mi madre trabajó toda su vida y ahora lo sigue haciendo en el Ministerio de Salud Pública, en la parte del carné de salud.
¿En dónde estudiaste?
Fui al colegio Pío, hice el Liceo ahí hasta cuarto año después fui quinto al IBO. Y sexto lo hice en el nocturno de Colón.
¿Terminaste el liceo?
Pude terminar el liceo, después tenía la intención de anotarme en el ISEF para hacer Educación Física. Incluso preparé las pruebas de ingreso en el Club Defensor, iba a la piscina a prepararme porque era sobre todo en eso que tenía problemas. Finalmente no me terminé presentando a la prueba de ingreso, quedé por ahí.
¿Cuándo arrancaste a jugar al fútbol?
Hice baby fútbol en el Aviación Lezica que era el club de mi barrio y donde iba a ver a mi hermano a jugar. A los cinco años empecé a jugar ahí. El primer año lo quería hacer de arquero pero había un compañero que era un poquito más gordo que yo… ¡bua! Era gordito, entonces terminó jugando él en el arco, me sacaron a la cancha y le agarré el gusto a correr atrás de la pelota.
El pasaje al fútbol profesional
¿Cómo llegaste a Defensor Sporting?
Cuando estuve en la selección de la Liga La Teja Capurro, el técnico de la Liga fue el que me llevó a la Escuelita de Defensor. Al principio no sabía ni qué era Defensor Sporting, simplemente me llevó a jugar un partido y terminó siendo la escuelita del profe (César) Santos y ahí te estoy hablando de que tenía diez años. Hasta los 24 que me fui a Boca Juniors estuve en Defensor. Fueron 14 años muy lindos, por eso yo a Defensor lo siento como mi casa y fue el que me impulsó a la carrera que tengo.
¿Y viajabas todos los días desde Lezica?
Al principio iba al Complejo del Ejército en Bulevar Artigas, que ahí era que tenía la escuelita el profe Santos, me llevaba la hermana mayor de un compañero. Después, a medida que pasan los años, las juveniles son en el Pichincha que ahí sí me quedaba lejísimo. Porque para ir desde Lezica hasta el Pichincha hay que cruzarse toda la ciudad, era una hora y media de ómnibus. Pero lo pude aguantar, no era fácil porque en juveniles jugaba poco, fui suplente casi siempre hasta la Cuarta División.
¿Por qué pensás que jugabas poco?
Tenía jugadores muy buenos por delante y yo físicamente me desarrollé un poco después. Incluso estuve por irme de Defensor, que por suerte fue una decisión que nunca tomé gracias a mis padres que me tenían psicológicamente fuerte porque no jugar es difícil. Me acuerdo de tener que hacer ese esfuerzo entre semana, era difícil. Pero tenía jugadores importantes adelante, uno era Maxi Pereira que fue compañero mío desde muy chicos y era uno de los que jugaba en mi puesto. Por suerte pude aguantar y cuando llegó a Defensor Juan Tejera me empezó a poner y fue el motivo por el cual yo seguí en Defensor. Porque verdaderamente estaba a punto de irme.
¿Te ibas a ir del fútbol?
Me iba a ir a buscar jugar en otro equipo, pero cambió el técnico, llegó él y de inmediato empecé a jugar y cambió todo, en dos años o tres (Juan) Ahuntchain me citó para la Primera División. Ahí debuté como profesional.
Con Defensor tuviste una Copa Libertadores muy recordada…
Jugamos Libertadores y Sudamericanas. Pero hubo una Libertadores muy buena en el 2007 que siempre voy a recordar porque fue uno de los mejores equipos en los que siento haber jugado. Teníamos un muy buen equipo y le ganamos a equipos importantes como Flamengo. Incluso quedamos afuera con Gremio que nos ganó por penales en Brasil (fue en cuartos de final).
Y después te vas para Boca…
Me voy cuando tenía 24 años, terminada esa Copa Libertadores me lleva para ahí mi representante que era el Tito Sierra. Fue difícil porque Boca acababa de salir campeón de Copa Libertadores, no se había ido ningún jugador, estaban todos. Llegar a un equipo consolidado era difícil ganar espacio. Pero en los dos años que estuve, tuve la oportunidad de jugar bastante. Incluso jugué la final del Mundial de Clubes contra el Milan, que perdimos pero fue otra experiencia que voy a recordar siempre. Estuve dos años ahí en Boca para después volver y cumplir otro sueño de chico que era jugar en Nacional.
Hiciste un gol en Boca…
Fue el único gol que tengo con Boca, fue un partido contra Velez en la Bombonera. Lo raro es que fue de zurda y yo tengo pocos goles de zurda.
¿Cómo fue pasar del vestuario de Defensor al de Boca?
Es shockeante. Hay una realidad, yo llegué a Boca desde Defensor Sporting que es una gran institución en Uruguay pero lo que es a nivel de estadio, de estadio lleno y las tribunas que son prácticamente verticales… es una presión. Lo pude disfrutar pero había condicionantes que complicaban mucho en aquel momento. El vestuario de Boca estaba muy dividido, había jugadores referentes que no se llevaban bien y yo venía de un grupo en Defensor donde éramos todos amigos. Fue un cambio importante en mi vida y en mi profesión, creo que ahí lo empecé a vivir como un trabajo, en Defensor lo disfrutaba más. En Boca disfruté el tema de la Bombonera que es impresionante, que parece que la cancha temblara, pero sufrí el tema de que en el vestuario había poca amistad. No lo disfrutaba mucho.
¿Y tomaste partido por alguno de los bandos?
Yo trataba de llevarme bien con todos, pero obviamente te caía mejor gente de un lado que del otro. Por suerte no tuve problemas con ninguno, lo mejor era llevarse bien con todos porque era gente importante dentro del grupo y llevarte mal podía traerte problemas en lo deportivo.
¿Vivías solo en Buenos Aires?
Me fui solo, yo tenía una novia pero ella estaba estudiando acá entonces me fui solo a Buenos Aires. Fue una época difícil porque tuve muchos cambios. De Lezica un barrio tranquilo, y mismo Montevideo, no tiene comparación con Buenos Aires. Si hoy me decís de volver al fútbol argentino, no sé si volvería porque no me gustó la experiencia de vivir en Buenos Aires, demasiada adrenalina, el ritmo de vida es muy superior al de acá.
Después te venís a Nacional…
Yo había tenido una lesión en la rodilla los últimos seis meses en Boca que me había impedido jugar, me recuperé justo para el final del semestre pero yo sabía que no iba a seguir en Boca. Llegó la oportunidad de venir a Nacional, en aquel momento estaba el interés de Rosario Central también pero yo ya tenía en mi cabeza a Nacional. Era un sueño que siempre tuve y lo abracé porque estaba muy entusiasmado con eso.
¿Cómo viviste ese sueño?
Fue un año que disfruté mucho pero al no salir campeón tengo la espina de querer volver. Además porque sigo siendo hincha del club y las ganas de jugar están siempre. Además quiero salir campeón.
¿Te hiciste de Nacional de niño?
Creo que la mayoría de la gente de mi familia es de Nacional pero mi padre y mi hermano son hinchas de Nacional y obviamente cuando nací… Nacional también.
Después viene el golpe de quedar afuera del Mundial de Sudáfrica…
Después de ese año en Nacional, que es un año que terminó complicado porque perdimos las finales y además yo quedo afuera del Mundial (Sudáfrica 2010) siendo que había estado en todas las Eliminatorias. Fue el golpe más duro de mi carrera el hecho de haber quedado afuera de ese Mundial tres días antes del viaje. Había integrado la lista del 26 inicial y bueno, fui uno de los tres que no pudo viajar.
El Tata está metido en el dolor de su relato. Casi no me mira a los ojos porque está mirando por la ventana. Allá a lo lejos se ve el único móvil de un canal de televisión y sentado en una silla sobre el pasto está Luis Suárez, alguien lo va a entrevistar. La cara del Tata mientras se acuerda de algo tan triste, contagia esa tristeza de verdad. Pero de pronto se sonroja, los cachetes le quedan rojos. Y me hace un gesto con la cabeza, hay alguien detrás nuestro.
“Hola Maestro”, le dice el Tata al Maestro Tabárez que acaba de aparecer con su bastón.
El Maestro lo mira, saluda con la cabeza y sigue de largo unos pasos más, está buscando a alguien, no lo encuentra. Se da vuelta y desaparece por la misma puerta que apareció hace un minuto.
¿Cómo es cuando te dicen que quedás afuera?
Se comunica la lista y estás o no estás y lo aceptás.
Quedamos en silencio. El Maestro se fue pero parece que se hubiera quedado. Pasan algunos segundos y el Tata se recompone y sigue.
El fútbol europeo
Y ahí llega la oportunidad de irte a Europa…
Bueno, después de eso por suerte en un momento que anímicamente no era el mejor me comunican que me había salido el pase para la Lazio de Italia. Entonces si lo pienso… no sé qué tan bueno hubiera sido el siguiente semestre acá después de un golpe así. Por suerte la ida a la Lazio, la experiencia nueva, ir a pelear una oportunidad a un club importante de Europa entonces me reseteó y pude superar el dolor del golpe tan grande por haber quedado afuera del Mundial.
¿Cuántos años tenías?
Ahí tenía 26 años, me fui solo pero por suerte allá estaba (Fernando) Muslera que me ayudó mucho, incluso con el idioma. Me adapté bastante bien. Roma es una ciudad preciosa, en el equipo tenía compañeros argentinos y andábamos para todos lados juntos, me sentí siempre bien y estuve ahí cinco años.
¿Pudiste jugar de entrada o te costó?
Es difícil. La llegada para un sudamericano a Europa es difícil. Ellos subestiman mucho lo que es el fútbol acá. Además, el fútbol italiano se caracteriza por la parte táctica y ellos piensan que tenés que pasar por una parte de adaptación y de aprendizaje, entonces generalmente cuando llegás a no ser que seas un crack no llegás derecho a jugar. Les pasó a muchos jugadores, como a Cavani, y yo no fui la excepción. Los primeros diez días de campeonato el técnico me citaba pero quedaba afuera del plantel. Lo miraba desde la tribuna. Pero ahí también, con paciencia y trabajo, esforzándome en la semana llegó la oportunidad y en los primeros cuatro años jugué mucho y fue una buena experiencia. Hasta que llegó el último técnico de ahora (Stefanio Pioli) que decidió no contar conmigo entonces salí a buscar otro equipo para poder jugar.
¿Ahora cuál es tu situación?
Tengo contrato hasta el 2017 con la Lazio pero como el técnico no me utilizaba lo que yo pretendía pero fui al Torino y después al Atlas de México.
Imagino que después de jugar tantos años de titular en un equipo, que llegue un técnico y no te tenga en cuenta debe ser doloroso…
Duele porque no es que él me midió en la cancha para tomar sus decisiones. Él llegó y yo incluso llegaba del Mundial del Brasil, donde considero que hice un buen trabajo, la temporada anterior en la Lazio jugué prácticamente todos los partidos de titular. No es que llegó y me descartó porque yo no venía jugando, no me tenía en cuenta porque él llevó sus jugadores para jugar en mi posición. Pero está dentro de las reglas del fútbol, él es el entrenador y es quien elige. Pero el no haberme dado la oportunidad fue lo que más me dolió. Porque anteriormente había pasado que algún técnico me hiciera partir en el año de suplente pero luego me daba la oportunidad para defenderme en la cancha y siempre tuve la suerte de ganarme la confianza del entrenador. Pero este ni siquiera me dio la oportunidad.
¿En México cómo te está yendo?
A México llegué en setiembre del año pasado. El semestre pasado jugué con Gustavo Matosas como técnico y este semestre con el técnico argentino Gustavo Costas también jugué la mayoría de los partidos.
¿Te gusta vivir en México?
La ciudad es linda, en Guadalajara se vive muy bien. Tuve suerte con la ciudad que me tocó. Son distintas culturas, es muy distinto a lo que era Roma pero se vive bien y se disfruta.
¿Con quién vivís allá?
En México vivo con mi pareja, en Italia ya vivía con ella. Hace cinco años que estamos en pareja. Ella es uruguaya, la conocí acá en una de las idas y venidas de Roma. Estamos juntos, ella se la jugó por la relación, por suerte lo hicimos porque estamos muy bien.
Casi siempre les pregunto a los jugadores de fútbol por su pareja, por lo general ustedes se van solos y sus parejas dejan su familias y carreras de lado y se van con ustedes…
Es una parte muy importante en la vida del futbolista la persona que te acompaña. Seguramente tenga que poner otras prioridades, mi pareja estudiaba, estaba en medio de su carrera y tomó la decisión de postergarlo. Al principio estaba allá y rendía los exámenes libres acá. Pero por suerte resultó bien, la apuesta que ella hizo e hicimos los dos terminó bien. Esas cosas nunca sabés, capaz toma la decisión de irse y la convivencia no funciona y son años perdidos. Pero estamos contentos.
¿Piensan en casarse?
Sí, estamos comprometidos ahora estamos esperando familia, va todo muy bien. Está de tres meses.
O sea que todavía no saben si es nena o varón…
El ecógrafo no se la quiso jugar pero dijo que le da la impresión que es varón.
El Tata en el proceso del Maestro Tabárez
¿Cuándo te llaman para la selección?
Con el inicio del proceso de Tabárez, cuando hacen una convocatoria para una gira por Europa, me llegó la llamada. Yo estaba en Defensor, tenía 20 años y llegó la oportunidad de ir. Fue lo más lindo que me ha pasado.
¿Te lo esperabas en ese momento?
Uno siempre espera, yo ya estaba jugando en Defensor y me estaba yendo muy bien con el equipo. Es un sueño que uno ve posible pero lejano porque hay muchos jugadores buenos. Pero yo tenía la ilusión de poder estar. Esa gira que hicimos con Uruguay, que hicimos tres o cuatro amistosos en Estados Unidos y Europa, la disfruté mucho. Estaba con jugadores que eran mis ídolos como el Chino Recoba y Pablo García. Y yo me sentía un adolescente, tengo muy buenos recuerdos. Ese proceso por suerte no se ha interrumpido, he tenido la suerte de jugar de corrido, salvo el Mundial que me pierdo, estoy orgulloso de estar en este camino.
Un camino que lleva diez años ya…
Te ponés a pensar y es increíble el tiempo que pasó, cómo arrancamos con muchas dudas y las críticas que se generan siempre en la selección. Hoy por hoy creo que la adhesión es increíble, el hincha uruguayo ha crecido mucho, antes era más difícil ver a la gente con la camiseta en la calle, y hoy es más común y es un logro de este proceso.
La Copa América en Argentina
Para mí esa Copa fue una revancha grande porque un año atrás yo había quedado afuera del Mundial, entonces con esa experiencia yo tenía miedo de que me volviera a pasar, entonces traté de hacer lo mejor posible para poder estar en la lista. Y ya haber estado en la lista de 23 jugadores que viajaban era una revancha para mí. Se dio todo muy bien. El primer partido estuve en el banco de suplentes pero ya después jugué y me mantuve hasta la final. Ser campeón jugando fue impresionante y fue una revancha grande para mí.
¿Cómo fue ganarle a Argentina en su casa?
Cuando salimos de ese partido sentíamos que la Copa era para nosotros. Le habíamos ganado al local y a una de las selecciones más poderosas. Salimos muy fuertes y arrasamos con Perú y Paraguay. Ganar ese partido en Santa Fe fue increíble, costó mucho, ganamos por penales pero fue un partido que se jugó con un jugador menos. A pesar que viajaron muchos uruguayos, el estadio se hacía sentir mucho a favor de ellos. Incluso en aquel momento estaba el problema de Forlán con su ex (Zaira Nara) y todo eso, era un ambiente bastante picado en el estadio. Estuvo buenísimo ganar ese partido.
Los mensajes del Tata a los chilenos
¿Qué te pasa con los chilenos que siempre que podés les tirás un palo?
Jajajajajajajajajaja. A mí con ellos no me pasa nada. El problema es que en aquel amistoso (noviembre de 2014), que ellos iban ganando 1 a 0, en el primer tiempo ya nos cantaban el “Ole”. Y yo no estoy muy a favor del “Ole” en ninguna de las circunstancias, pero menos si estás jugando un amistoso y ganando el primer tiempo. Me pareció una falta de respeto contra Uruguay. A mí no me gusta que mi hinchada le cante el “Ole” al contrario y ese día yo no estaba jugando, estaba en el banco de suplentes y no podía creer que el estadio nos estuviera cantando el “Ole” en el primer tiempo.
Incluso nos puteábamos con algún chileno atrás del banco de suplentes, que nos estuvo molestando todo ese primer tiempo. Ahí tomé la decisión. Y me vino a la cabeza: “si llego a hacer un gol (y no es que yo sea de hacer goles frecuentemente) voy contra la gente” porque estaba muy caliente. Y se dio así. Entramos con Abel (Hernández) en los descuentos prácticamente y en la primera pelota que toco… a mí me daba la impresión, había algo que me decía que iba a hacer un gol, yo le decía a Abel: “vamos a hacer un gol, entramos y lo ganamos”. Siendo que a mí el Maestro incluso me había dicho que no me fuera mucho. Y ya se terminaba el partido. Pero en la primera pelota no sé qué hacía apareciendo yo ahí en el área y con ese gol les terminé mostrando las cuatro estrellas y ganándome el odio de algún chileno… seguramente no me quieren mucho por allá.
Y después te hiciste una cuenta de Twitter y les dedicaste algún tuit…
Jajajajajajajaja. No sé. Quedó una pica importante por el tema de ese amistoso. Después lo que pasó en la Copa (América de Chile) todo lo que pasó en el partido contra Chile nos dejó a todos muy enojados, tratamos de controlar eso porque no te sirve a la hora del partido. Uruguay por suerte el último partido de Eliminatorias que yo estaba lesionado jugó un gran partido, dejó de lado todo lo emocional que había pasado en la Copa. Pero a mí que no me había tocado jugar, estaba un poco más liberado y solté alguna otra cosa. Pero creo que va quedando ahí.
Pero claramente sos medio calentón…
Sí. Sí. Soy un poco temperamental con esas cosas. Pero en realidad soy tranquilo. Con la gente casi nunca me agarro. Pero sentía que ellos estaban muy agrandados.
De todos modos creo que el hincha uruguayo agradece el temperamento de los jugadores…
Yo sé que mucha gente lo sentía así. Nosotros tenemos que tratar de controlarnos un poco en cuanto a hablar como un hincha, pero todos tenemos sentimientos, todos somos uruguayos, nos alegran y nos duelen las mismas cosas. Y yo con la euforia de haber ganado ese partido dije lo que dije.
Camino al Mundial de Rusia 2018
Estamos preparando los partidos de Eliminatorias, queremos seguir como se arrancó, estamos bien pero hay que demostrarlo siempre. En Eliminatorias cuando te descuidás… ya nos pasó en Eliminatorias para el Mundial de Brasil que arrancamos muy bien y después terminamos complicados. Queremos seguir arriba.
¿Sufren las ausencias de jugadores lesionados o sancionados?
Quisiéramos contar con todos los jugadores, pero por suerte Uruguay ha demostrado que ante ausencias importantes, como las hemos tenido incluso la de Luis (Suárez), siempre el que entra tiene el respaldo del cuerpo técnico y de sus compañeros. Eso te da tranquilidad para jugar partidos con ciertas bajas. Hay jugadores importantes que esperan su oportunidad y seguramente lo hagan bien. Tenemos mucha confianza en todo el plantel. Hay un funcionamiento y una idea de lo que se quiere adentro de la cancha, eso hace las cosas fáciles para el que llega. Por la calidad humana del grupo y por la claridad de lo que quiere el Maestro Tabárez y nosotros los compañeros.
El futuro
¿Hasta cuándo estás en el Atlas?
Estoy en México hasta terminar este campeonato y ahí el Atlas tiene la opción de compra, de lo contrario volvería a la Lazio. Estoy bien en México, sería lindo que el Atlas haga uso de la opción de compra. Y si no volveré a la Lazio a pelear por un lugar, veremos si sigue o no este técnico… que no sé si va a seguir (el Tata me hace un gesto con la mano, ese gesto que hacemos cuando queremos decirle a alguien que otro se va, o se fue, tipo “lo rajaron”). O buscaré otra opción.
¿Querés terminar tu carrera en Nacional?
Quiero terminar mi carrera aquí, tengo el sueño de poder jugar en Nacional y en Defensor, pero no depende solo de mí. Son los equipos los que te tienen que querer. Me gustaría cerrar mi carrera en Nacional y en Defensor.
¿Te vas a venir a vivir a Uruguay o vas a hacer como el Cacha que dice que se queda en México?
Yo tengo claro que terminada mi carrera me voy a quedar viviendo aquí. Es donde tengo a toda mi familia y es el lugar que extraño cuando estoy afuera.
¿Y después de retirarte?
No sé. Me sigue gustando la idea de ser profe pero veré en ese momento qué es lo que me gusta más. Seguramente algo vinculado al deporte va a ser, pero todavía no lo tengo claro. Hay que estar preparado para ese momento porque el jugador de fútbol termina su carrera a temprana edad y es un momento muy frustrante si no estás preparado y si no tenés algo en tu cabeza y la fuerza de voluntad para arrancar otra cosa.
El Tata en su tiempo libre
Me gusta juntarme con mis amigos, con mis amigos somos de jugar al play station, de hacer comidas. Somos muy competitivos, si no jugamos al play station jugamos a otra cosa. Eso es cuando estoy en Uruguay. Trato de cargarme mucho con ellos porque después estoy mucho tiempo afuera y los extraño. En México nos juntamos con uruguayos y argentinos que están en la vuelta. Ribair Rodríguez y su señora viven allá, lo mismo el Cacha y su señora. Nos juntamos a comer, salimos a recorrer. Hoy agarré el gusto de conocer mucho por Cecilia, mi pareja, es ella que me arrastra. Si no fuera por ella me venía de Roma sin haber ido al Coliseo capaz.
El Tata tiene el corte de pelo ese nuevo que se usa ahora, con un remolino para el costado, manchado por algunas canas. La barba corta y las pestañas largas. Habla todo el tiempo de un modo amable y descontracturado y siempre piensa un poco antes de responder a cada pregunta.
Y este año cierra divino, con el nacimiento de tu hijo. Espero que no te pierdas el parto, como les pasa a varios jugadores…
Tenemos fecha para el 19 de setiembre. El tema del fútbol es ese, no sabés dónde vas a estar en un mes y medio. Le pasó a Forlán. Pero lo importante es que salga todo bien.