La Eterna Promesa XXIII

La lista de los 23.

He desarrollado tanto la sutileza literaria que me doy el lujo de que mi cuento número 23 sea con referencia al número 23. ¿Una redundancia? Pues no. ¿Un juego de palabras? Pues tampoco. ¿Entonces? Habilidad pura, esa que solo los verdaderos escritores tenemos… García Márquez, Neruda, Vargas Llosa, Onetti, Martí, Borges y podría seguir copiando y pegando todos los que encuentro buscando “mejores escritores latinoamericanos” en Google. Pero mejor sigamos con el cuento. Si hablo de “la lista de los 23”, nadie puede imaginarse otra cosa que no sea la nominación de los 23 jugadores uruguayos que irán a Rusia. La misma será dada por el señor, el más grande, el único, el inimitable, Don Óscar Washington Tabárez. Y me pongo de pie para escribir su nombre, por supuesto… Guiño, guiño. Puntito inteligente. Uno nunca sabe si no estará leyendo mis cuentos… Como decía, esa lista tendrá los 23 nombres que nos representarán en la fiesta máxima del fútbol: el Mundial. Y seguramente usted se preguntará: “¿por qué no estás vos entre los 26 que pueden ir a Rusia?”. Y la verdad es que no tengo respuesta ante tan perfecta pregunta. Pero invitemos a la lógica al cuento y sigamos su razonamiento. ¿Cuál es el fútbol de moda? El chino. ¿Quiénes van al Mundial? Las estrellas. ¿A dónde están yendo todas las estrellas? A China. ¿Quién es el goleador de la liga China? El uruguayo, el pibe de oro, ese que mal llaman “la eterna promesa”. ¿Cuál es la remera más vendida? La 38. Y podría seguir como JC haciendo preguntas hasta dormirlos… Pero prefiero ir directo al grano y trasladar la pregunta a la prensa especializada, la deportiva: ¿Y #LaEternaPromesa? ¿No había un lugarcito para el ágil puntero zurdo? ¿Dónde está la renovación? ¿Por qué Urreta sí y yo no? ¿No vio el maestro la bandera que hicieron los hinchas acá? Que hicieron, que hicimos, que hice, da igual… El mensaje es claro: “Maestro, #LaEternaPromesa es uruguaya”. A buen entendedor, pocas palabras. ¿Será porque cambié de número que no me llamó? ¿Habrá anotado mal el código ese que hay que poner cuando llamás a otro país? Quizás sí, quizás no… Pero bueno, no me voy a quejar, el que sabe es él, yo soy un simple soldado que siempre va a estar a la orden de mi país, de mi patria. Además, tengo 22 años, me quedan varios Mundiales por delante… Tendré que tomar este trago amargo y apoyar a los colegas. Ser un hincha más, digamos. ¿Juan Cassette? No… manzana. Acaramelada. El pó’. ¡A la coca, la coca! Perdón, extraño a mi país… ¡Saludos a todos mis fans! Postdata: no se olviden que quiero ser papel, ¡quiero ver mis cuentos impresos! Así que a compartir hasta dar en la tecla. Y en el hipotético caso de que el sueño se cumpla: ¡a comprar!