Los números de PBI siguen diciendo que Uruguay crece pero hay una sensación de freno y dificultades.
Los uruguayos están preocupados por la economía, tanto el consumidor como el empresario. Los números de PBI siguen diciendo que Uruguay crece pero hay una sensación de freno y dificultades.
En los últimos meses se produjeron una serie de cambios que sin duda ponen a Uruguay en una situación de mayor vulnerabilidad.
En primer lugar, Estados Unidos crece con fuerza gracias a la reforma tributaria de Trump. Y la Reserva Federal está subiendo la tasa de interés. Esto hace que el dólar se fortalezca en el mundo.
Los inversores, los flujos de capital están mas selectivos y eligen Estados Unidos mientras que desinvierten en economías débiles como Argentina.
Argentina está en serios problemas, por un lado, porque los capitales son más selectivos y, por el otro, porque no hizo los ajustes a tiempo.
Por lo tanto sigue atravesando turbulencias, una crisis cambiaria que llevó al dólar a 40 pesos.
Y el gobierno ya reconoció que hay recesión y que la economía va a caer más de 2 % este año y 0,5 % el que viene.
En Brasil se aguardan las elecciones presidenciales con mucha incertidumbre y se estima que el PBI crecerá apenas 1 % en el año.
El peso argentino y el real se devaluaron mucho más que el peso uruguayo, lo cual deja caro a Uruguay y menos competitivo.
Estamos en una economía en la que el dólar subió 15 %, la inflación creció (es de 8.3 %) y las familias lo notan en su poder de compra, se afecta el consumo.
Uruguay no está en crisis pero tendrá un desempeño económico pobre.