Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil: tres historias uruguayas que las nuevas generaciones tienen que conocer

Les proponemos acercarnos a una parte de la rica literatura uruguaya enfocada en los más pequeños: Velando, Berocay y Olaondo.

Desde hace más de cincuenta años –desde 1967, para ser precisos–, cada 2 de abril se conmemora el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, una fecha que coincide –no por casualidad– con el nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen (1805-1875), uno de los tantos artistas que dedicó su tinta a los más pequeños; entre sus historias más conocidas se encuentran “El patito feo”, “La sirenita” y “La reina de las nieves”.

De esta forma, la fecha fue elegida como uno de los tantos días en los que se reafirma la necesidad y los beneficios de promover los buenos libros infantiles y juveniles, y la lectura entre los más jóvenes.

Desde De la Mancha queremos invitar a recordar tres historias uruguayas que creemos que las nuevas generaciones de niños y jóvenes no deben dejar de leer, tanto por su calidad literaria y sus propuestas creativas, como por la mano que las escribió.

En esta oportunidad, entre los tantos y talentosísimos artistas uruguayos que se han dedicado a los más pequeños, proponemos acercarnos a tres: Helen Velando, Roy Berocay y Susana Olaondo.


Helen Velando y la familia Cazaventura

Los Cazaventura son una familia que vive en las hermosas sierras de Villa Serrana, Uruguay. Desde allí saldrán a resolver misterios, descubrir tesoros arqueológicos, desentrañar enigmas, y a encontrarse con otras culturas ricas en leyendas y en tradiciones ancestrales.

Recorrerán vastos territorios, subirán a las altas cumbres de la cordillera, atravesarán selvas y ríos buscando conocer más profundamente un continente lleno de bellezas y secretos.

Las historias de la familia Cazaventura han llegado a los lugares más insospechados y recónditos del mapa: así, a través de cinco libros diferentes, Velando propone viajar al desierto de Atacama, las selvas de los montes mayas, las míticas zonas de la Guyanas, las profundidades de la Amazonia y la altura de los Andes, entre tantos otros.

Las historias cobran vida en los siguientes libros:

  • Los Cazaventura y las momias de Atacama
  • Los Cazaventura y el secreto de Yucatán
  • Los Cazaventura y el tesoro de las Guayanas
  • Los Cazaventura y el río escondido de la Amazonia
  • Los Cazaventura y el camino perdido de las Andes

Roy Berocay y el protagonismo de las niñas

El creador del Sapo Ruperto supo dar vida a Mayte, una niña que fue precursora en romper muchas de las barreras y estereotipos que las pequeñas tuvieron -y tienen- que enfrentar. Su historia puede leerse en Pateando lunas.

Un grupo de niños de un barrio cualquiera, un equipo de fútbol con una niña goleadora, la pandilla del gordo enemigo y también viejas chusmas, tormentas, una prima insoportable y las insólitas ocurrencias de Mayte, que con su imaginación y sus amigos Salvador y Javier convierten cualquier hecho en una aventura: ese es el mundo que despliega Pateando lunas.

Una novela que no solo promueve la tolerancia y el respeto, sino que guiará al lector por un mar de situaciones que lo harán sentir identificado y lo encontrarán sonriendo con picardía cada pocas páginas.


Susana Olaondo y una tía muy atrevida

La historia de La tía Merelde vio por primera vez la luz en la década del noventa. En ese entonces, la diaria de una mujer que tiene como mejores amigos a un par de animales muy compinches generó sus rispideces. Sin embargo, en poco tiempo, la calidez y ternura de Merelde se ganaron los corazones de los pequeños y sus padres.

Un loro, un toro y una oveja son los amigos más queridos de Merelde y aunque todo cambie a su alrededor, el cariño permanecerá entre ellos.