Los desafíos del tratamiento de diálisis en pandemia

Conversamos con el nefrólogo e integrante del GACH, Oscar Noboa, quien explicó los desafíos en las cuatro áreas de la nefrología: la atención del paciente crítico, la atención del paciente crónico que tiene que dializarse, el paciente trasplantado y  el seguimiento de los pacientes con enfermedad renal.

Desafíos en pandemia

La nefrología tiene varias aéreas donde la pandemia la afecta y podemos dividirlas en cuatro. La atención del paciente crítico, la atención del paciente crónico que tiene que dializarse, el paciente trasplantado y  el seguimiento de los pacientes con enfermedad renal.

En la demanda de medicina intensiva más o menos el 11 % o  15 % pacientes que requieren ventilación mecánica han requerido sustitución de la función renal con diálisis. Eso es una aumento muy importante en la demanda de diálisis en el paciente crítico en el Uruguay. Está siendo llevado adelante por un grupo de nefrólogos, auxiliar de enfermería y técnicos en todo el territorio de todos los CTI del país están llevando a cabo esa tarea. Una tarea de mucha crudeza e intensidad. La situación de cada paciente varía minuto a minuto. Un recurso humano finito que además se comparte con las otras áreas de asistencia nefrólogas. Nos preocupa por el aumento de casos y casos graves que requieren este tipo de tratamiento.

Demanda del tratamiento

Como lo ha dicho el grupo de medicina intensiva, los problemas regionales y puntuales son muy importantes. Cada servicio tiene sus propias dificultades y además que son pacientes muy graves que no se pueden trasladar de un servicio a otro por lo tanto hay que usar la imaginación y hay que usar las madrugadas, hay que usar el trabajo duplicado para poder dar pie a la demanda.

La diálisis es un situación que se puede hacer durante el día durante una determinada cantidad de horas y en otro momento volver hacerlo. Se va haciendo una especie de damero de dializar cada paciente en que cada paciente quede cubierto. Un aspecto importante de esto es que la saturación de diálisis pasó en los momentos de picos sobre todo en el primer brote donde el mundo no estaba preparado.

Hay cosas que en Uruguay no llegan por tamaño y debemos buscarlas. Las empresas internacionales no les interesan desde el punto de vista económico por la población. Es un problema de escala y debemos buscar soluciones nacionales para ese tipo de problema. Los costos en insumos sobre todo en el líquido que se utilizar para sustituir al paciente con diálisis. Es un problema que debemos resolver entre muchos.

Los pacientes con diálisis crónica no pueden hacer cuarentena porque deben concurrir a centros de salud durante la semana y juntarse con otros pacientes. Medidas muy rigurosas tomaron los equipos de salud y los propios pacientes para cuidarse.

Una medida que se mostró efectiva los pacientes que se dializan durante 4 horas era que comían durante ese momento y eso era un momento de riesgo ya que tenían interacción con el tapaboca abierto y eso generaba contagios. La alimentación es un momento de alto riesgo y acá logramos bajar. El recursos humanos mostró los datos de cuántos pacientes de diálisis contrajeron covid. Tuvimos una mortalidad más baja que la región, en algunos países estuvieron alrededor del 20%, en ese momento en Uruguay era del 11%, evitamos que se infectaran y otra cosa que se formó fue haber creado un centro covid.

Estamos en una situación de más casos. las poblaciones frágiles son protegidas por su entorno y si el entorno tiene más casos, eso hace que la población frágil tenga más casos.

Vacunación

Un elemento que es bien importante que es que se empezó vacunar, que se priorizó el grupo en el que el ministerio y el Fondo Nacional de Recursos trabajaron mucho, la Asociación de Trasplantados, la Asociación Uruguaya de Nefrología, la Cátedra trabajaron mucho para que se empezara a vacunar a los pacientes de diálisis.

En la primera etapa se vacunó solamente a los pacientes en esperas de trasplantes. En la segunda etapa se vacunó a los pacientes en los centros de salud.

Los diálisis periotonial tuvieron muchos menos casos de covid y es un dato muy importante. Es otra enseñanza para nosotros que está técnica crezca porque de alguna manera tiene ventaja en estos tipos de situaciones.

El tercer grupo es el trasplantado ya se está haciendo la campaña y está terminando se trató de vacunar a cada uno en el lugar en el que viven. Están en la primera dosis y eso genera problemas al estar en una circulación muy alta del virus. Tuvo una prioridad tardía pero tuvo prioridad.

En el 2020 durante la primera etapa de la pandemia donde estábamos con mucha incertidumbre se suspendió el plan de trasplantes hasta que vimos había cierta disminución y había que tener seguridad para empezar. Se empezó con pacientes más jóvenes y luego con los demás de la lista de espera.

En el trasplante renal había número de 158 es un muy buen número para américa Latina, pero devuelta a hora en etapa de altísima circulación de casos, los cti están saturados y entonces la posibilidad del donante que tiene muerte cerebral pero que todavía el corazón latiente esta situación disminuyó entonces disminuyó el número de trasplantes. Además, otra situación es que al haber demasiada circulación viral el periodo de mayor inmunosupresión del paciente trasplantado que son los primeros tres meses después del trasplante es un periodo de alto riesgo de que si contrae covid no le vaya bien. Eso nos genera una dificultad y en estos momentos estamos los equipos que hay en Uruguay están abiertos, pero evaluando caso a caso la posibilidad de realizar trasplantes según las condiciones que tenga en el lugar en el que se realice y otras en generales.

Pacientes en CTI

El paciente con covid no puede ser donante. Segundo la mayoría el 100 % de los donantes provienen de pacientes que están en CTI, con muerte cerebral pero con soporte aerodinámico. Al estar en borde de saturación con pacientes que no tienen covid y eso está influyendo en que los potenciales de donantes sean menos. El riesgo de que ese paciente esté en CTI sea un potencial portador del virus, ese es otro problema. Deja un periodo ventana de 48 horas que no nos cubre la certeza.

La enfermedad renal crónica que no estamos logrando resolver. Algunos compañeros como el doctor Suárez del GACH son muy importantes, solos efectos no covid dentro de la pandemia, ya que son bien importantes y el problema de captación de pacientes con deficiencia renal ha sido tardía. Tenemos un programa nacional que permite tener el seguimiento de números muy altos con deficiencia renal, eso nos demostró que aún por seguimiento telefónico se demostró seguir a más del 80 % de estos pacientes. Los pacientes incidentes que necesitan diagnóstico cayeron mucho más y eso nos preocupa porque creemos que no está llegando a tener la respuesta apropiada por el sistema por todas las trabas que se han generado debido a la pandemia.

Reunión

Lo primero es que hay algunos criterios de trabajo interdisciplinario donde tenemos muchas ideas diferentes. Siempre decimos lo mismo, los que hablan y dan la voz del GACH son los tres coordinadores. El doctor Cohen demostró que Uruguay está en una situación muy grave. Como grupo debemos seguir haciendo el mayor esfuerzo. Nos genera mayor dificultad ya que la demanda es muy grande y más para aquellos que somos más veteranos y todo el equipo de salud que está en este trabajo. Llegando a la segunda dosis es un privilegio, pero aún tenemos muchos casos que nos preocupan y uno de ellos son los pacientes que tienen una fragilidad de que al contraer la enfermedad tienen consecuencias muy fuertes.

Desde nuestra mirada se precisa que se disminuya la movilidad, disminuir que la gente se alimente en grupo ya que es muy riesgoso. Ese tipo de afectos son muy importantes para que este grupo esté vacunado y seguro, así como a otros grupos también. Para proteger a los pacientes debemos reducir la movilidad y las actividades que generan circulación viral. Estamos muy preocupados ya que estamos en una situación grave que no queríamos llegar y que debemos hacer un esfuerzo muy enorme para poder salir de esta situación y las vacunas necesitan tiempo. Llegar a esta situación nos pone en una forma difícil para revertirlo.

La vida se apaga para los pacientes renales venezolanos durante el masivo apagón que afecta al país caribeño

Al menos 15 pacientes renales murieron entre el viernes y el sábado -según la ONG Codevida- por no tener acceso a las diálisis que deben realizarse sin falta tres veces por semana.

Alfredo Quintero sentía la boca reseca y náuseas luego de tres días sin dializarse. Todo quedó a oscuras mientras estaba conectado a la máquina de hemodiálisis que lo mantiene vivo, por el apagón que afecta a Venezuela desde el pasado jueves.

Su caso se repite entre decenas de pacientes renales como Frank Pacheco, a quien el corte de energía sorprendió en muy frágil estado tras perder un trasplante de riñón hace un año por falta de medicinas. Murió el domingo.

Ese mismo día Alfredo aprovechó un breve restablecimiento de la energía en algunas zonas de Caracas para hacerse el tratamiento, mediante el cual le sacan la sangre para purificarla. Sintió revivir.

Transcurridos cuatro días del apagón más desolador que haya vivido el país petrolero, Caracas ha tenido electricidad intermitente, pero en varios estados del interior la oscuridad es total.

Al menos 15 pacientes renales murieron entre el viernes y el sábado -según la ONG Codevida- por no tener acceso a las diálisis que deben realizarse sin falta tres veces por semana. Frank no forma parte de esa estadística.

El gobierno de Nicolás Maduro aseguró el domingo que no hay fallecidos en los hospitales públicos a causa del apagón y que las diálisis están garantizadas con plantas eléctricas.

De los 10.200 enfermos renales en Venezuela, unos 3.000 dependen de esos tratamientos, sostiene Codevida.

"Vine a probar suerte y gracias a Dios había luz", contó a la AFP Quintero, de 23 años, el domingo poco después de conectarse a un riñón artificial del que depende desde hace cinco años por una insuficiencia renal.

El viernes el joven, de piel opaca y ojos amarillentos, apenas había estado 30 minutos conectado cuando otro intempestivo corte obligó a suspender el servicio en la unidad de diálisis. Él y otros 39 pacientes debieron irse sin completar el tratamiento. Entonces ya sumaban unas 24 horas de oscuridad.

"Muchos nos fuimos descompensados, llenos de líquido, fue terrible", relató Quintero, quien vive con su abuela en una barriada de Caracas. "Estaba muy preocupada porque él no orina absolutamente nada", dijo Delma Vargas.

- "Es terrible" -

Alex, que llegó apenas unas horas después que Alfredo, no corrió la misma suerte. Solo pudo conectarse 10 minutos antes de volver a quedar a oscuras el domingo. Su madre, Ninoska Arellano, lo llevó en silla de ruedas con el abdomen inflamado tras varios días sin dializarse.

"Es una situación angustiosa, una incertidumbre total", dijo Arellano a la AFP luego de la frustrada sesión. La sala donde Alex compartía espacio con otros 40 pacientes renales quedó en penumbras. La escena se ha repetido una y otra vez.

En condiciones normales, en la unidad a la que acude Alfredo son atendidos unos 115 pacientes de lunes a sábado.

El apagón, que el gobierno de Maduro atribuye a un "ataque cibernético y electromagnético" de Estados Unidos y la oposición, alteró el funcionamiento de las 139 unidades de diálisis del país y la mayoría de los hospitales, asegura Codevida.

José Manuel Rodríguez, quien llevó a su suegro de 87 años para dializarse, remarca que "en Venezuela los apagones pasan a cada rato" por el mal estado de la infraestructura, la diferencia "es que hasta ahora en Caracas estaban más limitados".

"Esto es peor que un país en guerra", exclamó Harlen Pereira, empleado bancario de 51 años, quien esperaba por su hermano Harold.

Para María Godoy, enfermera a cargo de conectar a los pacientes, han sido "días estresantes". Debido a los apagones, han tenido que reinyectar la sangre sin purificar, cuenta.

- Ni ascensor, ni especialista -

Frank Pacheco, artista plástico de 57 años, murió en el hospital Universitario de Caracas luego de ocho días sin diálisis y de sufrir otras complicaciones. El apagón le dio la estocada, pues las plantas eléctricas no funcionaban en su piso.

"Hubo un examen que no se logró hacer, un tratamiento que no se logró conseguir, no había ascensores, no había especialista en nefrología el fin de semana. Fue una semana muy convulsionada", relató a la AFP su ahijada Gabriela.

Desde los 16 años comenzó a sufrir problemas renales. "Fue trasplantado con éxito y llevó una vida normal", pero "todo se agravó y hace un año perdió el riñón porque no consiguió más los inmunosupresores", añadió.

Esos medicamentos para pacientes crónicos como Frank escasean entre 75% y 100%, según oenegés.

El país petrolero vive la peor crisis de su historia reciente, que ha forzado el éxodo de 2,7 millones de personas desde 2015, según la ONU. Los migrantes huyen de la inflación desbocada y de la escasez de bienes esenciales, especialmente de fármacos.

La plataforma digital que cambia la vida de pacientes dializados

Se llama Connectus Medical y fue creada por una joven uruguaya que fue premiada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Algunas personas con problemas renales necesitan ser dializadas varias veces por semana y eso puede resultar poco práctico y hasta incluso impedir que el enfermo realice algunas actividades. Una de las que se suele complicar más es viajar, pero a una joven uruguaya se le ocurrió como lidiar con esto. Creó una aplicación en la que uno puede planificar los lugares que visitará en coincidencia con los días que debe ser dializado, para encontrar centros médicos que realicen el procedimiento.

Javier Artigas necesita a partir del 2007 recibir diálisis, que desde ese entonces se realiza lunes, miércoles y viernes. Él trabajaba para una compañía internacional y su trabajo implicaba viajar bastante, pero tuvo que dejar de trabajar para esa empresa porque no estaban dispuestos a cubrir los costos que tenía la diálisis en el exterior (unos US$ 250). Su hija, Valentina, comenzó a idear una solución para su padre y para todos aquellos que tengan una problemática similar. Connectus Medical es una plataforma de búsqueda, coordinación y concreción en todas partes del mundo. Es decir, una persona con insuficiencia renal puede ubicar un centro donde se realice hemodiálisis durante sus viajes de placeres o negocio en cualquier parte del mundo.

Además de contar con el testimonio de Javier Artigas y Valentina Arriagada, también nos acompañaron Miguel Sluckis, de la Asociación de Trasplantados del Uruguay y el especialista en nuevas tecnologías Gustavo Gallino.