El imponente alcance mundial del libro de Mauricio Rabuffetti: "José Mujica - La revolución tranquila"

En 2014 Mauricio Rabuffetti publicó su libro con la intención de llegar a 4 países, hoy "José Mujica - La revolución tranquila" está presente en 20 países. En el texto el periodista uruguayo explica por qué el exmandatario es cuestionado en Uruguay y admirado en el exterior.

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Sinopsis

La revolución tranquila es un retrato moderno y humano del presidente uruguayo, que parte de su fama planetaria para recorrer la vida extraordinaria de un personaje que en su país genera polémica mientras cosecha elogios por el mundo.

Se trata de un análisis profundo, dinámico y revelador sobre un líder político que ha marcado a fuego su tiempo histórico y se ha convertido en una figura de alcance planetario.

Las claves de su popularidad, las razones de algunas de sus más sonadas decisiones y las explicaciones de sus fracasos, aparecen en un relato vertiginoso que describe en detalle y sin concesiones al dirigente que respira política y al ser humano que hace un culto de la vida sencilla.


Entrevista a Mauricio Rabuffetti

¿Cuándo decidiste encarar la creación de este libro?

A mí me invitaron de lo que era Santillana, que después terminó comprando el grupo Pengüin, a hacer una biografía de José Mujica. Y mi primera respuesta fue no. Porque ya hay muchos libros sobre Mujica, muy buenos muchos de ellos. Yo dije que no porque consideraba que había gente que lo conocía más para hacer una biografía.

Ellos buscaban a alguien que pudiera explicar el personaje para el exterior. En ese momento me interesó y presenté un proyecto no de una biografía si no de un ensayo biográfico que permitiera explicar este personaje tan interesante y polémico, y cuestionado y admirado al mismo tiempo hacia afuera. Y explicarles a los uruguayos por qué era tan conocido y aplaudido afuera de fronteras. Ahí el proyecto empezó a mediados del año 2013 y el libro terminó publicándose en noviembre de 2014 bajo este formato, con la idea de sacarlo en cuatro países. Terminó yéndose a muchos más.

Yo creo que el libro salió cuando Mujica llegó a su pico de popularidad. Después que llegaron los detenidos de Guantánamo, los refugiados sirios y después que se aprobó la ley que regulaba el mercado del cannabis. Terminó saliendo en un momento en que la curva de popularidad de Mujica fuera muy alta y eso hizo que otro libro de José Mujica pegara bien en Uruguay y se fuera fuera de fronteras.

¿Cómo armaste la investigación?

Lo que yo me planteaba era: no quería hacer un libro que mirara al pasado, porque hay demasiados libros que miran al pasado y ya es tiempo de que miremos hacia adelante. Pero este personaje tiene un ancla innegable en el pasado. Por lo tanto, yo tenía que revisitar períodos de la historia uruguaya complejos y difíciles en los cuales nunca nos vamos a poner de acuerdo como sociedad. Entonces me propuse hacer un libro que explicara por un lado a los uruguayos por qué Mujica es tan popular fuera de fronteras y explicar fuera de fronteras por qué es cuestionado aquí dentro, pero al mismo tiempo respetado y admirado por una parte de la población.

Esta investigación lo que buscó fue justamente explicar esa dualidad. Y al mismo tiempo traté de insertar el libro en algunas discusiones de estos tiempos que corren. Por ejemplo, la discusión del consumismo exacerbado, o la discusión de las diferentes formas que ha adoptado el modelo de crecimiento capitalista. Traté de investigar un poco sobre cómo el discurso de Mujica le llegaba a algunas personas en el mundo, que están buscando referentes en un momento en el cual los sistemas políticos, los gobiernos, las instituciones están siendo muy cuestionados. A partir de ahí yo me planteé que esto tenía que ser un ensayo explicativo con un objetivo muy modesto: explicar el personaje y aprovechar para discutir algunos temas que a mí personalmente me parecen muy relevantes, de la actualidad.

Lo primero que impactó fue que un exguerrillero llegara a la Presidencia. Esa fue la primera cosa que realmente tuvo impacto fuera de fronteras. Después el hecho de que el mundo comenzó a enterarse de cómo vivía Mujica (…). No es nuevo para nosotros ver a un presidente en la calle, aquí nos podemos dar ese lujo, tener presidentes que no necesitan tanta seguridad. Eso y el hecho que Mujica viviera de una manera muy austera hicieron que su popularidad comenzara a crecer. Después vinieron decisiones de gobierno originales y polémicas que terminan de proyectarlo hacia el mundo.

¿Por qué elegiste a Miguel Ángel Bastenier para el prólogo?

Por una admiración profesional, primero que nada, segundo porque yo creo que era necesario tener una mirada exterior para el prólogo de este libro que iba hacia todos los países de América Latina y hacia países de Europa. Yo necesitaba una mirada exterior, necesitaba una mirada despojada de todo tipo de prejuicios, positivos y negativos. Y Bastenier es un amplio conocedor de la realidad Latinoamericana desde hace muchos años. Yo hice el intento, le escribí, me respondió en tres horas y para mí son las mejores tres páginas del libro. Captura perfectamente el sentido de neutralidad que yo le quise dar al libro.

La explicación del título

Es muy difícil pensar en una revolución tranquila, de hecho es casi un oxímoron. El título fue y es una forma de provocar al lector, de que mucha gente piense que estoy hablando de las revoluciones de los años 60, cuando no hablo de eso, y de que otra gente piense que yo estoy hablando de medidas revolucionarias, no necesariamente estoy hablando de eso. Yo estoy hablando de un proceso que, según mí parecer, le pasó al personaje durante su vida. Y se termina de entender en la última línea del último capítulo. Elegí este término porque me permitía proyectar un montón de ideas, y solamente una de esas ideas es la correcta.

Es de alguna manera un juego que yo le planteo al lector. Descubrir por qué le pongo La Revolución Tranquila. A mí me pasa todo el tiempo en Facebook que me dicen: ¿qué revolución hizo Mujica? O la gente que está a favor dice: “Revolucionó el mundo con la ley de la marihuana”. Yo hablo de todo eso y hablo de sus éxitos y sus fracasos como gobernante. Pero el término no tiene nada que ver con medidas revolucionarias o con una revolución al estilo sesentista, el título va hacia otra cosa (…). En todo ese juego yo busco que el lector se sienta provocado, por la positiva o por la negativa, y que tenga ganas de leer un libro que plantea ese desafío, comprender a qué me refiero con eso.

 

En Argentina el libro lleva dos ediciones, en Uruguay cuatro ediciones, en Brasil es número 1 de ventas en Amazon, en China se agotó a los 15 días. ¿Esperabas tal repercusión?

No. No, nunca jamás. Creo que por efecto del periodismo, no soy alguien que se haga expectativas con el impacto que puede llegar a tener algo que publico. A veces uno piensa que algo le va a gustar a la gente y termina no gustándole, o no es el momento para publicarlo o aparece otra cosa más interesante. Nunca lo imaginé. Nunca hicimos cálculos, la idea era publicarlo en cuatro países y hoy está en 20, para mí sigue siendo una sorpresa. Ahora me llegó hace poquito la edición en Corea del Sur que fue el último país donde salió y es la primera vez que veo las cinco versiones del libro juntas en esta mesa. Personalmente estoy muy contento y un poco sorprendido por el alcance que ha tenido un libro hecho en Uruguay, para mí es un honor que los lectores me hacen.

¿Podrías nombrar los 20 países?

Creo que sí, si vos los contás. Uruguay, Argentina, Chile, Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Panamá, Honduras, México, Puerto Rico, EE.UU., Canadá, España, Alemania, Reino Unido, Francia, Corea del Sur, Taiwán.

El libro habla de temas como la participación de Mujica en el proceso de paz de Colombia y de la misión de mediar en Cuba, ¿qué es lo que realmente hace Mujica?

Según mi investigación, en Colombia Mujica trató de ingresar al proceso de paz y el presidente Santos no lo permitió. Según mis fuentes, el intento de Mujica de mediar no fue rechazado pero no fue correspondido por ninguna de las partes. De hecho, el proceso de paz en Colombia es bilateral, nunca estuvo sobre la mesa la figura de un mediador. Su apoyo fue simplemente verbal y de buenas intenciones pero no tuvo una participación efectiva como mediador.

Él no medió en el proceso de paz. En el caso de Cuba aquí la información que llegó fue que él llevó algún mensaje entre EE.UU. y La Habana (…). Pero lo que yo pongo en La Revolución Tranquila es que no hay nadie que pueda desarticular el embargo, porque el embargo lo puede levantar pura y exclusivamente el Congreso de Estados Unidos. El embargo es un paraguas de leyes, creo que son 13, que solamente puede desarticular el Congreso. Dicho esto, es muy importante que personalidades como Mujica, premios Nobel de la Paz, escritores, políticos, gente de peso pueda insistir en que se levante el embargo a Cuba o que haya democracia en Cuba, porque cuanto más pedidos hay y más presión hay, mejor. El Congreso de EE.UU. funciona en buena medida como lobby.

Has asegurado varias veces ser un periodista neutral sin ningún tipo de preferencia política. ¿Es posible lograr ser neutral con Mujica, teniendo en cuenta toda la información que hay sobre él?

Sí, es posible sí. Es un ejercicio del cual no podemos escapar los periodistas si queremos darle a la gente un trabajo honesto. Siempre se cuestiona que la objetividad no existe, la neutralidad sí existe porque es un ejercicio sencillo. Es tratar de pararse para analizar un fenómeno desde la mitad de la cancha y presentar aquellos aspectos que pueden ser considerados positivos o negativos con la misma contundencia, la misma profundidad de análisis y la misma pasión para investigarlos. Yo soy un periodista sin banderas políticas, no tengo preferencia partidaria. Me cuesta mucho elegir qué votar en este país.

Yo no soy ni un admirador ni un detractor de Mujica, soy un interesado en el personaje. Y cuando me pongo en la cabeza el objetivo de hacer algo neutral, lo logro porque tengo la costumbre de analizar, investigar Por supuesto que te podés equivocar, y la gente puede decir: este es pro o contra, pero si te equivocás de buena fe creo que estás exonerado.

Hay temas en los cuales yo no soy neutral y lo digo, por ejemplo yo estoy rotundamente en contra de Aratirí y de la minería de gran porte y lo digo en el libro y soy honesto con mis lectores. Pero también demuestro hasta qué punto un presidente que es conocido por un discurso sustentable respalda un proyecto que no es para nada sustentable. Es una forma de ser honesto con el lector y mostrar una enorme contradicción en el discurso del personaje que yo analizo.

Después de haber terminado el libro y ya con dos años de publicado ¿qué reflexión te merece la figura de Mujica?

El libro salió en Uruguay en noviembre de 2014 y se fue publicando progresivamente en el resto de los países. Fue creciendo el interés y la proyección gracias al personaje y a la existencia del mundo globalizado que tenemos hoy. Me preguntás si cambió en algo mi percepción de Mujica, con todo lo que se conoce.

El análisis no cambia un ápice, porque yo lo que explico son cosas como su capacidad de adaptación discursiva, por qué la gente en el resto del mundo aplaude sus discursos y llena estadios para verlo y le explico a la gente dónde están las contradicciones del personaje. Además hago un recorrido por la historia reciente del Uruguay en el que trato de poner algunas cosas en perspectiva y despojarlo de una visión partidaria o partidista.

Lo que sí te aseguro es que si yo lo escribiera hoy no tengo duda que el caso Ancap estaría dentro de este libro, en el balance de gestión, como uno de los problemas del gobierno de Mujica, de eso no me cabe la menor duda. Es como si tú me diga si tu hubieras hecho un libro de Sendic hace dos años hubiera sido una cosa y hoy que sabemos que Sendic nos dijo una mentira a todos los uruguayos, va a ser otra cosa. Yo como periodista no puedo obviar la información que tengo, pero no la puedo inventar.

Dijiste que querías escribir sobre democracia en América Latina ¿en qué estás?

Este libro me ha insumido mucho más trabajo posterior de lo que yo hubiera imaginado, yo nunca me imaginé que el libro pudiera salir en tantos países, nunca me imaginé que iba a tener en mis manos un libro escrito en chino o coreano y eso implica trabajo. Cada libro implica un lanzamiento. Y me exige mucho trabajo porque es un libro independiente, porque el que está atrás del libro soy yo con la editorial. Acá no hay ayuda de Mujica, no hay ayuda de la prensa, hay trabajo de difusión y eso lleva mucho trabajo. Tengo la intención de escribir un libro sobre democracia en América Latina, porque creo que hay tantos problemas que me gustaría poder abordarlos, estoy escribiendo, pero voy lentamente y no tengo plazos.

La anécdota con Jon Watts

"José Mujica: la revolución tranquila", nuevo libro de Mauricio Rabuffetti

Conversamos con este periodista uruguayo, autor de este libro que aborda los éxitos y fracasos de Mujica como presidente de Uruguay, y analiza los motivos de su alcance internacional como mandatario.

“La primera vez que Mujica dio una entrevista en su casa como presidente a un medio internacional y las imá­genes de la modesta construcción recorrieron el mundo, algunos políticos de la oposición calificaron el hogar del mandatario de «tapera», y se ganaron el desaire de buena parte de la ciudadanía. La casa de Mujica es similar a la de cualquier uruguayo de clase media baja, el grueso de la po­blación del país”

mujica-larevolucion-tranquilaLa revolución tranquila es un retrato moderno y humano del presidente uruguayo, que parte de su fama planetaria para recorrer la vida extraordinaria de un personaje que en su país genera polémica mientras cosecha elogios por el mundo. Se trata de un análisis profundo, dinámico y revelador sobre un líder político que ha marcado a fuego su tiempo histórico y se ha convertido en una figura de alcance planetario. Las claves de su popularidad, las razones de algunas de sus más sonadas decisiones y las explicaciones de sus fracasos, aparecen en un relato vertiginoso que describe en detalle y sin concesiones al dirigente que respira política y al ser humano que hace un culto de la vida sencilla.

“Ningún presidente en el mundo vive cómo él, y para un periodista la noticia es, en parte, un hecho insólito, nuevo o irreproducible. Y Mujica lo es en muchas de sus dimensiones. «Es un error conceptual. Yo no soy pobre. Soy sobrio, que es distinto», le dijo a su entrevistador holandés. «Hay que ser humildes. La gente se cree que es el centro del uni­verso y que cuando estamos en un puesto importante y esto... El mundo sigue dando vueltas sin nosotros. Nos pe­lamos de este mundo y no pasó nada», resumió”.

¿Por qué su mensaje tiene tanta potencia fuera de fronteras y cuáles han sido sus derrotas como gobernante? ¿Cómo lo recordarán los uruguayos? ¿Quién es, cómo se forjó, y por qué despierta pasiones este hombre que le vio la cara a la muerte, abrazó la locura y anduvo un camino de espinas de las armas a la paz? ¿Cómo se gestó la ley de la marihuana? ¿Cuánto participa realmente en el proceso de paz en Colombia? ¿Es cierto que Barack Obama le pidió que usara su influencia en busca de flexibilizar el embargo a Cuba? ¿Por qué fracasó su relación con Cristina Kirchner? ¿Cuánto quedará de su mensaje contra el consumismo? ¿Cuál será el legado del presidente más popular del planeta?

"Una vez le pregunté al presidente uruguayo qué es lo que él entendía por “libertad”. Y me contestó: «Tener tiem­po, la mayor cantidad de tiempo posible. Que no me roben el tiempo las ataduras materiales para hacer aquellas cosas que me motivan»"

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SOBRE EL AUTOR

Mauricio Rabuffetti nació en 1975. Es un periodista y columnista político uruguayo. Fue corresponsal latinoamericano en Washington DC y secretario de redacción de la Agencia France Presse en Brasil. Actualmente es el editor de Economía de AFP en América Latina. Es colaborador del diario estadounidense The New York Times y columnista invitado del diario El País de Uruguay. Realizó y produjo reportajes, entrevistas y notas de análisis alrededor del mundo, desde Estados Unidos a Israel y los territorios palestinos, pasando por las
favelas de Rio de Janeiro, el devastado Haití, o la conflictiva Venezuela de Hugo Chávez. Ha colaborado entre otros medios con The Guardian, France 2, TV Globo, radio El Espectador, NTN24 y Univisión. Es licenciado en Comunicación Social.