Andrea Tuana: "El proyecto de ley de Tenencia compartida deja conforme a los adultos e invisibiliza las necesidades de los niños"

La directora de la ONG El Paso habló sobre el proyecto de Ley de la Tenencia de hijos, la necesidad de modificar la normativa y el porqué del rechazo del proyecto de tenencia compartida.

Tenencia compartida

La tenencia compartida es una muy buena propuesta y esperamos que salga. El problema es cuando se quiere imponer indiscriminadamente una determinada modalidad de arreglo para la crianza de niños y niñas. Ahí es donde alertamos de situaciones muy graves que se pueden generar como acuerdos entre excónyuges. Cuando se quiere imponer es porque por lo general hay situaciones de enorme conflictividad entre los cónyuges y es de enorme peligrosidad hacer convivir al niño o niña en ese vínculo en donde ni siquiera se hablan las personas. El otro contexto es cuando hay violencia y eso es gravísimo y se puede exponer a los niños a situaciones de tortura en donde puede haber abuso. Si hay violencia, no vamos a imponer la tenencia. La condena penal tiene un estándar de prueba muy alta porque el objetivo es que la persona vaya a prueba. A nivel de protección el estándar de prueba es distinto. En ese sentido decimos que los proyectos son reversivos y disminuyen la protección de los niños y en reacción con la Convención de los Derechos del Niño que dice que ellos pueden decir su opinión y decir lo que viven. En este caso no son sujetos de derecho y es un proyecto que deja conformes a los adultos e invisibiliza las necesidades de los niños.

Condena penal

Como está dada hoy la situación es lo que da mayores garantías para niños y niñas. Se pone un juez y hay un abogado defensor que mira por los intereses del niño. Partimos de una base de la existencia de denuncia falsa, es más que principio de inocencia. Lo que pasa es que para comprender mejor tenemos dos procesos. Uno es el penal y otro es el proceso de protección que protege adelantándose y evitando que mientras que se hace el juicio penal ese niño quede expuesto de ser destinado de violencia. Ese es el proceso de protección. En esos procesos, además de la prueba penal se escucha la voz del niño, se hacen estudios psicológicos y hay una investigación para monitorear y mantener la protección. Lo que sucede es que los procesos de protección tienen que ser rápidos pero con garantías. Esa garantía que apara el niño no la podemos perder. El sistema penal es lento y puede demorar dos años en dilucidar en si archiva o no la causa y mientras tanto el niño no viva situaciones de violencia. Se escucha y se pondera lo que los niños plantean y cómo el efecto que le produce al niño genera el encontrarse con la persona violenta. Si a nivel penal el niño hace una crisis de ansiedad es escuchado. La voz del niño está totalmente descartada en este proyecto. No tiene un equipo técnico en donde puede ser escuchado. Para estar en una tenencia compartida un niño chico los padres se tienen que hablar. Y los padres tienen que poder ser flexibles. Si queremos evitar los problemas de los adultos con este proyecto de ley, estamos jodiendo a los chiquilines. Es una decisión salomónica: partimos al niño en dos para que los adultos se queden contentos.

Un embarazo a temprana edad produce daños "para toda la vida"

Así lo explicó Andrea Tuana de la ONG El Paso, quien se mostró a favor de la interrupción del embarazo en casos de niñas que sufrieron abuso sexual.

Así habló Andrea Tuana:

Termina en definitiva marcando ese destino, con una maternidad que evidentemente cercena toda posibilidad de desarrollo sano. Genera mucho daño a nivel emocional y en el futuro de ese bebé que viene en camino.

Lamentablemente en este caso ya pasaron la cantidad de semanas posibles para una interrupción. Nosotros creemos que los embarazos producto de abusos en niñas deberían interrumpirse sí o sí.