Organización de Trabajadoras Sexuales reclama derechos laborales, independencia y combatir la discriminación: "Los dueños de las whiskerías tienen mucho poder"

"La figura del proxeneta está consolidada en algunos departamentos", señalan.

Las trabajadoras sexuales están impulsando la creación de un gremio  propio como forma de buscar soluciones a las necesidades que atraviesa este colectivo. El registro formal cuenta con 12.000 inscripciones, pero hay otros tantos miles que están por fuera de ese control.

Abordamos el tema junto a Karina Núñez, fundadora de la Organización de Trabajadoras Sexuales (O.TRA.S).

No conozco la realidad de Montevideo. Desde el 2007 recorro el interior del país. La mayoría de las compañeras aluden que de ese tema no las dejan hablar adentro de las whiskerías. Ese poder tienen los dueños de las whiskerías en Uruguay con el aval del Gobierno uruguayo. Les dicen que si se meten en eso, no vuelvan porque no van a tener trabajo.

No se ha modificado la Ley de Trabajo Sexual. Esa ley implica que solo podemos trabajar en whiskerías, prostíbulos y en bares de camareras, que son de la época de las carretas, y siempre bajo tutela de alguien.

Si ejercemos en la calle, fuera de las zonas rojas, estaríamos en falta. Las que trabajan en web o apartamentos están en falta y pueden ser procesadas.

La discriminación durante el día es mucho más elevada cuando los lugares son más pequeños en la convivencia; ah, pero durante la noche nos aman y los domingos van a misa.

Reclamamos el derecho humano básico al trabajo y que no se nos discrimine por la labor que llevamos adelante de forma profesional. Somos más de 12.000 personas en el registro.

La figura del proxeneta está consolidada en algunos departamentos. Y es el que redacta las normas en muchos lugares.

Pedimos afiliarnos al PIT-CNT, pero no es un proceso fácil. Nos organizamos para mejorar nuestros derechos, pero no para hacer publicidad sobre el trabajo sexual. Si abolís el trabajo sexual, ¿dónde metés a los 12.000 trabajadores sexuales?