Karina Núñez: "Hasta que el Estado no modifique la Ley de trabajo sexual, va a ser el mayor proxeneta que tengamos"

La presidenta de la Organización de Trabajadoras Sexuales del Uruguay (Otras) —que es hija, nieta y bisnieta de trabajadoras sexuales— dejó esa actividad y ahora trabaja en un salón de estética, que se dedica a la manicuría.

“Celebramos ayer la confirmación de mi salida del trabajo sexual con este pan caserito de Nati. Demoró pero llegó el gran día. Gracias a quienes lo han hecho posible. A las compañeras, reafirmarles que las cosas tardan, pero llegan si las perseguimos. Que tengan un muy buen día”, compartió la semana pasada en Twitter.

Sobre su nuevo trabajo 

Inesperado completamente (el trabajo nuevo) por el rubro y porque es en una calidad de no servidumbre, que es donde trabajamos por lo general la mayoría de las trabajadoras sexuales luego de que se nos libera de la cadena de la prostitución. Celebro que la gente que nos facilitó el curso de manicura, que fue lo que nos abrió la puerta. Esta posibilidad que no fue solo a mi sino que a dos compañeras más. Si todo sale bien se incorpora otra compañera más. Entonces, es cuestión de ir abriendo camino.

La última vez que alguien me contrato fue en el 2013 en un almacén en Young y me pudo tener 15 días porque la gente le decía que no me podía tener ahí porque nadie iba a ir a comprarme. Todo el mundo sabía que trabajaba ahí. Eso pasa todo el tiempo; el estima y la discriminación nos impide poder transformarnos en otra cosa en el espacio donde uno ejerció el trabajo sexual. Yo para cambiar de vida tengo que cambiar de cuidad, de departamento. O para poder trabajar como trabajadora sexual tengo que ponerme un alias. Por el estigma que genera es demasiado alto y lo padecí durante muchísimo tiempo. No crean que salir en la tele me cubrió de un manto de inmortalidad. Al contrario, me hizo objeto de muchas más cosas. La visibilidad no me favoreció, me saco cantidad de clientes. A los clientes no les sirve que seas empoderada, las prefieren sumisas. Mirá la cabeza de ellos. Te dicen "cuando vayas a estar en la tele no vayas a decir que me conocés". ¡Tengo cinco minutos de televisión nacional y me voy a acordar de vos hermano! Se trata de la vida del resto de las compañeras.

A medida que fui generando más visibilidad en los medios me fui quedando sin clientes. Es mentira que te da publicidad, te quita poder trabajar tranquilamente.

Realidad hoy del colectivo de trabajadoras sexuales

Nosotras nos formamos desde el principio con esa idea de que las compañeras que continúan en el trabajo sexual lo puedan hacer con autonomía económica, sin depender de los proxenetas y las redes de trata que son los que dominan el negocio de trabajo sexual en Uruguay con el aval del Estado. Hasta que el Estado no modifique la ley de trabajo sexual y les quite las autonomía a ellos ya a ser más cómplices que ellos. Va a ser el mayor proxeneta que tengamos siempre. Si el Estado no te protege, te vulnera. Si nos protege a las trabajadores sexuales es porque está protegiendo a los proxenetas y a los traficantes. Acá no hay punto medio. Me descompongo o alguien de mi familia se descompone y me tengo que ir antes, le tengo que pagar al dueño de las whiskería o del prostíbulo para irme.

Tuvimos la suerte de que le Ministerio de Trabajo en este año nos dio un poco de corte y logramos que fueran a un par de inspecciones y me llama la señora de la inspección y me dice "No señora, si usted denunció tiene que estar acá". Le digo "¿Usted no se da cuenta que esta gente mata gente? ¿Cómo pretende que la compañera vaya? No las dejan almorzar, las tienen casi 14 horas ahí adentro, no las dejan salir a comer y no las dejan comer ahí adentro. Si ustedes el Ministerio no pueden hacer nada, ¿tengo que ir yo con una bazuca?". Por lo general las compañeras no denuncian porque a dónde van a ir a trabajar. Si te vas a trabajar a otro lugar, te denuncian los mismos dueños de los locales porque te les fuiste y te sacan hasta la alfombra. Porque en los únicos lugares que la Ley te permite ejercer el trabajo sexual es en los lugares están dados por la ley. Fuera de eso están incumpliendo un delito.

En la calle podemos trabajar, pero la mayoría de los lugares están captados por los dueños de las redes. Ahora casi todo es narcotráfico, ya no es más redes. Las que somos trabajadoras sexuales somos las que tenemos libreta de trabajo sexual, que son las que reconoce la constitución. Las que están en oferta de servicios sexuales por prostitución o por explotación para redes de trata son personas que no son trabajadoras sexuales. Pero si tenés libreta y la policía viene y te levanta, te notifica. La segunda vez te levanta, te lleva al juzgado de falta y te dan entre 1 y 6 meses de tarea comunitaria aparte de que se te abre un expediente judicial. Sin embargo, yo no tengo libreta no estoy en el registro de trabaja sexual, me paro, viene la policía y me dice "señora retírese que esto es zona roja".

Sobre Otras

Nosotros venimos desde el 2007 trabajando. Al estar más presente en mas espacios, Me sorprendió ver en un plan de acción a nivel nacional que apareciera las trabajadoras sexuales como población a  ser tenidas en cuenta para los diálogos departamentales. Están pasando las cosas. Hemos logrado convencidos con diferentes intendencias para que le pudieran capacitar. Al principio tuvimos un gran problema que había compañeras que no sabían leer ni escribir, había compañeras que nunca habían tocado una computadora. Este año, Mujeres IT nos donó computadoras para que las compañeras hicieran los núcleos.

Se han ido generando cosas, pero lo importante es que nosotros tenemos que lograr que las compañeras que quieran salir del ejercicio del trabajo sexual lo puedan hacer de forma más digna y sostenida en el tiempo. No tres, seis o nueve meses. Eso en realidad no te cambia el ciclo. No cambiás trayectorias de vida con tres, seis meses. Ojo, yo recontra agradezco esos meses porque hay algunas compañeras que a veces que ni siquiera han estado en espacios de convivencia con otras personas que no fueran trabajadoras sexuales.

Pero esto es un punto de partida, nos falta. Somos 13.490 ciudadanas que necesitamos una forma interseccional de ser escuchadas, no de ser abordadas ni estudiadas. Los espacios tienen que ser con nosotras porque aunque seamos trabajadoras sexuales, aunque capaz que no hablemos lindo, tenemos cosas para aportar. Y una de las cosas que dice esta ley en el artículo 19 es que nuestra opinión no tiene carácter vinculante. Somos las únicas trabajadoras que no podemos opinar del trabajo que hacemos.

Proceso para abandonar el trabajo sexual

Lo que es complicado es el estigma. Hubo un proyecto puntual que nos sacaba 300 compañeras para la creación de cooperativas de trabajo. El directorio le dijo que le daba mala imagen a la institución contratar solo trabajadoras sexuales que íbamos a ser capacitadas por el MIDES. Y no (lo pudieron hacer). O como pasó en San José. Las compañeras hicieron un proyecto para la junta departamental y a la encargada le daba vergüenza. Hicieron un llamado abierto y las compañeras que escribieron el proyecto no quedaron.

Primero lo que podemos hacer es derivar. Podemos articular buscar formas de cuidado. Si fuera por nosotros tendríamos nuestro propio lugar de albergue para poder trabajar con las víctimas. El año pasado de 60 denuncias solo logramos 27 procesamientos. No estamos pudiendo cubrir. Sí podemos asesorar a la compañera sobre las cosas que pueden pasar, que número de teléfono o en qué fiscalía hay una persona sensibilizada con el tema que las pueda recibir. Porque si te encontrás con una persona que no tiene perspectiva de genero o no está sensibilizada en el tema no te sirve de nada, donde del otro lado no te van a escuchar. Y no vuelven más. El número de la organización de trabajadoras sexuales es 099816241. Por las redes sociales nos encuentran como Otras.uy.

La autonomía económica de la trabajadora tiene que ser de la trabajadora. Quien está dentro de una whiskería que lo haga con la mayor de las libertades. Que la plata que genere sea para ella, no para el dueño.  Si quiere salir de la whiskería que se le de la mayor cantidad de herramientas para que no salga a otra forma de sometimiento.

No nos tengan miedo, ténganos respeto.

El colectivo “Otras” advierte por el incremento de casos de explotación, abuso y violencia en Paso de los Toros y localidades cercanas, como consecuencia del aumento de población por la construcción de la planta de celulosa

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