La discusión sobre la eutanasia y el suicidio asistido

Apenas dos días antes que Uruguay decretara la emergencia sanitaria por la llegada de los primeros casos de coronavirus, el diputado Ope Pasquet presentó un proyecto de ley sobre eutanasia y suicidio médicamente asistido. El proyecto se encuentra en la comisión de salud y ha venido avanzando generando apoyos y reparos. El texto exime de responsabilidad a los médicos que realicen estos actos y ha disparado un debate acerca de los límites de la libertad de las personas.

Proyecto sobre Eutanasia y suicidio asistido

Lo presentamos el 11 de marzo de 2020, inmediatamente se remitió a la Comisión de Salud, allí está hoy, que ha recibido varias delegaciones que fueron a opinar sobre el proyecto, algunas a favor y otras en contra, pero aún no ha comenzado el estudio del proyecto en comisión.

Lo que hace el proyecto es despenalizar la conducta del médico que en determinada circunstancia y siguiendo el procedimiento indicado en la ley le da muerte a otra persona o la ayuda a esa misma persona que se quite la vida. Las dos conductas hoy en nuestro país son delito. A la eutanasia nuestro Código Penal la llama homicidio piadoso y es delito, aunque el juez puede exonerar de pena a quien lo comete según las circunstancias del caso y la ayuda al suicidio también es delito y ahí no hay posibilidad de exonerar la pena.

No será delito cuando la persona que tiene que ser adulta psíquicamente apta, es decir, plenamente en posesión de sus facultades mentales, se encuentra en la etapa terminal de una enfermedad incurable y experimenta sufrimiento como consecuencia , y por otro lado cuando no haya muerte inminente, pero sí hay sufrimientos irreversibles, ahí también se podrá proceder.

El procedimiento consiste primero en un pedido de la persona adulta que libremente pide al médico que le ayude a ponerle fin a su vida. El médico tiene que entrevistarse con ella, cuantas veces sea necesaria, pero por lo menos dos, cerciorarse que la persona tiene toda la información relevante, luego tiene que cerciorarse de que la persona expresa una voluntad realmente libre, seria y firme en el sentido de poner fin a su vida. Este médico actuante tiene que recabar una segunda opinión de otro médico, que sea absolutamente independiente de él ,que no tenga ningún vínculo de parentesco, societario, ni administrativo, ni académico, ni de ningún otro tipo, que repetirá  el examen de la persona, va estudiar su historia clínica, lo examinará  y si lo dos están de acuerdo se podrá seguir adelante.

En la etapa final, la persona reitera la manifestación de voluntad de ponerle fin a su vida y que debe constar por escrito, por lo menos ante dos testigos, una de los cuales sin expectativa económica, ni de herencia ni beneficiario de un seguro, absolutamente ninguna expectativa económica, cuando esos requisitos están cumplidos el médico puede proceder, ya sea a la eutanasia, ya sea facilitarle los medios para que ella misma ponga fin a su vida, cumplido todo esto debe darse cuenta el Ministerio de Salud Pública, verificará que se hayan cumplido todas las etapas por la ley y si entendiere que no fue así dará a vista todo lo actuado a la fiscalía si corresponde a alguna investigación o no.

Objeción de conciencia

No porque no se le impone ninguna obligación al médico. Acá no es así, porque el médico libremente decidirá si se presta o no la ayuda a esa persona. El proyecto es de derecho penal. Este proyecto no pretende organizar la prestación del servicio al suicidio. Ese es el camino que sigue la ley española, que organiza todo un sistema. Me parece que en una etapa ulterior se debe organizar la prestación al servicio público.

Coalición

No es un tema de coalición ni de partido, es transversal. En todos los partidos creo que hay gente a favor y gente en contra. Entonces no lo planteamos nunca ni en el seno de la coalición ni tampoco con ánimo de aunar  voluntades en el seno del Partido Colorado. Cada cual vota según so conciencia.

Refleja otras prioridades que manejó la comisión, por ejemplo el proyecto de Ley de cuidados paliativos, que todos los que firmamos el proyecto de Ley de eutanasia, firmamos el proyecto de Ley de cuidados paliativos, nadie está en contra de eso. Lo que entendió la comisión es que había que tratar primero el de cuidados paliativos y después el de eutanasia, es el criterio que han seguido.

Conversación con el Frente Amplio

Espero y deseo que el proyecto salga y mucho mejor de como yo lo presenté. Si  otra gente colabora, aporta ideas y soluciones podemos llegar a un proyecto superior. No tengo ningún reparo al contrario, deseo que así sea.

Si se presenta otro proyecto podemos sentarnos a conversar y la posibilidad de unificar los proyectos, tengo toda la voluntad del mundo, mejor que salga algo a que no salga nada.

Vamos a buscar las mejores soluciones que sean políticamente viables, que salga algo y estoy dispuesto a actuar para que haya algún resultado.

No es un tema de coalición ni de partidos. Por lo que he conversado, creo que habrá un voto muy importante del FA, votaría la mayoría de la bancada colorada, no solo de ciudadanos, sino de batllistas, algún legislador del Partido Nacional y del Partido Independiente, Iván Posadas por lo que ha manifestado tengo entendido que votará también.

Caso de Fernando Sureda

Me consta que no solo se trataba de la situación de Sureda. Desgraciadamente algunos casos de personas que han pasado por eso, algunos casos han salido a la luz últimamente, por ejemplo el caso de un señor apellido Salgueiro, cuyas hijas Florencia y Sofía han publicado hilos en sus cuentas de Twitter informando todo lo que fue el proceso de la enfermedad y muerte de su padre. Quien tenga Twitter lo invito a que entre y lea esos hilos que son realmente conmovedores. Hay que leerlo y después me cuentan si se justifica o no la eutanasia.

A raíz de la presentación del proyecto he participado de varios foros, reuniones por zoom,  otras veces presencialmente, en distintas ocasione  médicos en ejercicio de profesión y otros retirados, que han practicado eutanasia sin haberlo anunciado públicamente sino en función de convicciones que tienen en determinadas situaciones que detallan y describen lo han procedido en ese sentido.

No tengo detalles, tampoco he preguntado al respecto sobre sus casos, pero creo que no nos apartamos de la verdad sino que decimos que es algo de conocimiento público y que estas cosas pasan. Lo que se trata es darle un marco legal, transparentarlo y asumir como sociedad que en determinadas situaciones tenemos que reconocerle a una persona adulta y en pleno uso de sus facultades mentales el derecho a decir no quiero seguir sufriendo, prefiero morir antes que seguir así y si no puedo actuar y necesito ayuda de otros, que esa ayude se preste y sin que constituya delito.

El proyecto toma en cuenta exclusivamente la voluntad de la persona, nada más tiene que decir, ni los jueces, ni la iglesia, ni el Estado, es la persona la que decide. El requisito fundamental es la libre voluntad de la persona que sufre y si esa voluntad no se puede expresar, no se cumplen los requisitos de la ley. Si es un problema de cómo se expresa la persona, que no puede firmar por escrito, pero igual puede manifestarse, eso es distinto. Pero allí está el requisito esencial que es la voluntad de la persona.

Religión en la política

Algunos actores, algunos dirigentes políticos tiene creencias religiosas que las motivan actuar en un sentido u otro. Yo no soy creyente, no tengo motivaciones religiosas, pero tengo convicciones filosóficas, todo eso va en el interior de cada uno, después tenemos que objetivar eso en razones que se puedan discutir públicamente con independencia de la convicción filosófica o creencia religiosa de cada uno.  Este proyecto respeta la libertad religiosa porque la eutanasia por definición es voluntaria, nadie se le impone nada.

Si una sociedad democrática, abierta y pluralista como la nuestra, donde no hay posiciones unánimes sobre los temas más importantes, me parece que lo justo cada uno resuelva por sí sobre su propia vida en tanto no afecte a otro.

La Iglesia Católica uruguaya ratificó su postura contraria a la eutanasia y el suicidio asistido

Los obispos consideran que el proyecto que analiza el Parlamento, alienta a las personas a quitarse la vida.

En comisión de Diputados se analiza el proyecto del colorado Ope Pasquet.

Plantea que la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, no serían delitos bajo determinadas condiciones en casos de agonía sin curación posible.

Para eso intervendrían dos médicos. El tema fue considerado por la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Uruguaya…

Una encuesta reciente encargada por el Sindicato Médico, reveló que el 82 % de los uruguayos está de acuerdo con legalizar la eutanasia, y un 15% está en contra.

En el suicidio asistido, un 62 % está de acuerdo y un 34 % en desacuerdo.

Ocho de cada diez uruguayos están de acuerdo con la eutanasia y seis de cada diez con el suicidio asistido

A nivel parlamentario hay un proyecto de ley para regular la eutanasia y el suicidio medicamente asistido.

El 68 % de los uruguayos dice que está de acuerdo con la eutanasia, y el 14 % dice que está de acuerdo pero no totalmente seguro. Por el contrario, 15 % dice que están desacuerdo.

Estas conclusiones son de un estudio de opinion pública de Equipos consultores, encargado por el Sindicato Médico del Uruguay.

Si bien las opiniones a favor de la eutanasia son mayoritarias en todo el país y en distintas edades a partir de los 18 años, el estudio señala que son más frecuentes en Montevideo que en el interior, entre las personas que tienen entre 30 y 44 años y entre las mujeres más que los hombres.

En cuanto al suicidio asistido, el 44 % manifestó que está de acuerdo "sin dudas" y el 18 % dijo que "probablemente sí" está de acuerdo. Un 34 % dice que está en desacuerdo o probablemente en desacuerdo.

Esta investigación de opinión pública fue realizada a mediados de mayor, por teléfono.

A nivel parlamentario, el diputado colorado Ope Pasquet presentó recientemente un proyecto de ley para regular la eutanasia y el suicidio medicamente asistido a quienes padecen una enfermedad incurable, en fase terminal, o experimentan dolores insoportables sin posibilidad de alivio duradero.

El suicidio asistido y la historia de Brittany Maynard

Hablamos sobre el caso de la joven norteamericana que tenía un tumor en el cerebro y decidió quitarse la vida con asistencia médica.

Brittany Maynard es la joven estadounidense que a los 29 años descubrió que tenía un tumor cerebral. Los médicos le dijeron que le quedaban seis meses de vida y le explicaron cuales serían los síntomas que iría sintiendo a medida que la enfermedad avanzara.

Sus dolores de cabeza comenzaron luego de que se casó con su esposo. El cáncer fue diagnosticado apenas comenzó el 2014. Padecía un  gliobastoma multiforme, el tumor cerebral más agresivo y letal que se conoce, que crtece y se expande a otras partes del cerebro rápidamente. Brittany y su familia decidieron mudarse desde California a Oregon, donde es legal el suicidio asistido. Como cumplía con los requisitos, le dieron los medicamentos que terminarían con su vida sin dolor. Ella lo planeó todo: se acostaría en su cama y estarían con ella su marido, su madre, su padrastro y su mejor amiga, escucharía su música preferida y en ese momento ingeriría los medicamentos que llevarían a su muerte. Eligió el 1º de noviembre, porque supo que en ese momento su cuerpo ya estaría fallando y el dolor sería, por momentos, insoportable. Así fue que el pasado sábado tomó la medicación y murió.

En Esta Boca es Mía discutimos sobre su caso e historias similares. Eutanasia y suicidio, ¿son diferentes formas de homicidio? ¿Qué responsabilidad cabe a la doctora que la asistió? ¿A sus familiares y esposo? ¿Se trata de un derecho o un acto desesperado? ¿Es posible tomar una decisión por la vida en una situación así? ¿Se debe legislar?