Por qué se trata de una decisión más política que económica, por qué hay un problema de gestión histórico en el fondo y por qué el precio de los combustibles es la tarifa que más se siente.
El arranque del 2016 comenzó con un aumento de tarifas públicas por encima de la inflación que sorprendieron a la población, en particular el 9,85% que creció UTE. Es la primera vez desde el 2010 que este ente arranca ajustando por encima de la inflación. OSE también subió un 9,85%, a lo que se sumaron algunos otros costos nuevos, y Antel subió 9,4% en promedio. Además, el precio del barril de petróleo continúa derrumbándose, pero los combustibles en Uruguay se mantuvieron en los mismos niveles. ¿Es correcto el ajuste de tarifas? ¿Cómo afecta a la población?
Para hablar de esto, Desayunos Informales recibió al economista Ignacio Munyo y al periodista especializado Nelson Fernández. Munyo explicó que hay que entender esta situación en el marco del panorama actual del gobierno, que planifica un aumento del gasto público de 3% para este año. Pero como la actividad económica va a crecer menos de lo esperado, la recaudación del Estado será menor y para cubrir la diferencia entre gastos e ingresos, se apuesta a subir las tarifas. Esto, según Munyo, es un ajuste fiscal no tradicional, porque no aumentan los impuestos de manera directa pero de todas maneras se trasladan los gastos a la población.
El compromiso del Presupuesto es bajar de forma importante el déficit nacional, que hoy está en 3,5% y que Fernández bajó a tierra: son US$1.900 millones en rojo. A esto se suma que durante 2015 se dio un cambio de humor en la gente, que vio a la economía empezando a enfriarse y ahora las quejas contra el gobierno crecieron, por lo que la suba de las tarifas es vista como un tarifazo por más que las empresas públicas no fueron, de acuerdo con el periodista, jamás manejadas con un criterio empresarial y siempre con un criterio político. "Si hubiera estado en el gobierno, yo hubiera hecho lo mismo", dijo Fernández, "porque si no en la situación fiscal nos iría peor".
Recientemente, el subsecretario de Economía Pablo Ferreri habló de un gráfico según el que las tarifas habían bajado en términos reales; sin embargo, Munyo sostuvo que lo que habría que haber hecho era comparar un gráfico con el de otros países del mundo, en donde esa caída posiblemente haya sido bastante mayor. Dijo también que las empresas públicas redujeron sus inversiones mucho en 2015, pero no tuvieron una reestructura interna para disminuir sus costos operativos. "El caso uruguayo es muy raro cómo se manejan las empresas públicas", explicó el economista, "en los hechos el dueño es el presidente del directorio", designado por el gobierno, del que luego tiene una gran autonomía. "Es un dueño que solo le importa el corto plazo, por lo tanto hay un problema de fondo", señaló y lamentó que no se haya aprovechado la situación de Ancap para una reforma en ese sentido.
Fernández reiteró que estos problemas no tienen que ver con el Frente Amplio sino que el funcionamiento ha sido en general similar a cómo se manejaban los entes públicos en los gobiernos de los partidos tradicionales. Lo que sí indicó como un problema es que el déficit fiscal de este momento se generó en el momento de mayor bonanza económica de la historia del país. Y habló también de la suba del dólar como otro problema para las empresas públicas, sobre lo que Munyo opinó que es un factor que debería haberse incluido en la planificación de estas porque ya se sabía que la moneda estadounidense subiría.
El móvil de Desayunos Informales recorrió Montevideo para preguntarle a la gente qué tarifas son las que más se sufren a la hora de pagar, y la que más apareció es UTE. Fernández dijo que en realidad el costo mayor es el de la nafta, que no se nota porque en vez de aumentarse el costo lo que se hizo fue no bajarlo cuando correspondía: el petróleo estaba a US$100 el barril y el precio internacional lo bajó a US$30. Agencias internacionales esperan que durante los próximos años el precio no suba de los US$70. Ahora que en Uruguay se está buscando petróleo, los estudios indican que para que sea conveniente su extracción el precio debería estar por encima de esa última cifra.
De acuerdo con Munyo, los uruguayos han pagado una capitalización muy fuerte a través del precio de los combustibles. "Todavía tenemos un tiempo más para seguir aprovechando qué vamos a hacer con este precio más bajo de nuestro principal insumo: Uruguay es uno de los países que más importa petróleo relativo al tamaño de su economía, por lo tanto para nosotros fue una bendición", dijo. "Lo usamos explícitamente para financiar nuestras empresas públicas, que están gobernadas de una manera que no es a nuestro entender, y así lo muestran los números, la manera más eficiente".
