"Si a Uruguay le va a bien, es bueno para Argentina, y viceversa", afirmó Mario Barletta.
El embajador de Argentina en Uruguay, Mario Barletta, comenzó su misión diplomática a comienzos de este mes cuando presentó sus cartas credenciales al canciller Rodolfo Nin Novoa y ha mantenido reuniones con diferentes representantes de la política local, trazando la agenda de temas de interés bilateral.
¿Qué pasará con los vínculos comerciales entre ambos países? ¿Qué medidas se tomarán? ¿Cómo van las coordinaciones por el Mundial 2030? ¿Cómo esperan al sindicalista Marcelo Balcedo al otro lado de la orilla? Abordamos estos y otros temas junto a Barletta.
Las relaciones comerciales-económicas
Los temas son muchos por la cargada agenda que tienen Argentina y Uruguay. Por un lado, es importante el volumen de lo que se comercializa, y esa es una preocupación, porque venimos de cinco años en los que disminuye lo que comercializamos. También disminuyó muchísimo la exportación de productos argentinos hacia Uruguay, no solo la de Uruguay hacia Argentina.
Hubo medidas que tomó Argentina para condicionaron mucho a Uruguay, y en respuesta a ello estuvo la tasa global y la tasa consular en Uruguay. Cualquier aumento, de cualquier impuesto, no gusta, pero debemos reconocer que Uruguay asume el compromiso de ir reduciendo la tasa consular hasta llevarla a cero en cinco años.
Ambos países debemos entender las dificultades que tenemos. Ambos tenemos que hacer esfuerzos por disminuir el déficit fiscal.
Si a Uruguay le va a bien, es bueno para Argentina, y viceversa. Esto es posible encontrando objetivos comunes.
El caso Balcedo
Es posible que haya más Balcedos en Argentina, Uruguay y en el mundo. Tenemos que trabajar de forma conjunta. Tenemos plena confianza en la Justicia uruguaya.
La actitud que adoptó Uruguay de tomar cartas en el asunto fue buena. Una vez que Uruguay termine su proceso, queremos la extradición para poder juzgarlo.
Mundial 2030
Es un enorme desafío. Somos países con mucha tradición y apego a la actividad futbolística, pero podemos con algunas desventajas en términos económicos. Pero ahí está el desafío y la creatividad.
Tenemos que ser capaces de que las inversiones en infraestructura que se hagan, al día siguiente de que termine el Mundial puedan aprovecharse para toda la sociedad, en educación, actividad física, entre otras.
