Turco Abdala presenta "El Homus Idiotus", un libro que propone las claves para "no perder la brújula en tiempos de tormenta"

"Estamos en tiempo de mucha idiotez generalizada. En las redes hay un acting y personajes", apuntó.

Decir que vivimos en tiempos convulsionados es noticia de ayer. Estamos navegando sin brújula en un océano de información, expuestos a las agresiones del

marketing extremista, indefensos ante un entorno que desconocemos o apenas comprendemos, aferrados al teléfono móvil como única vía de contacto con el otro.

En este escenario cambiante e incierto, Washington Abdala nos invita a reflexionar sobre nosotros mismos y el vértigo en el que transcurre nuestra vida. Los relatos que orientaban nuestros vínculos en sociedad han cambiado dramáticamente, pero ¿han sido sustituidos por otros más adecuados?

Las redes virtuales como espacio de socialización, la información que nos llega en exceso, pero no se convierte en conocimiento, la banalización de la oposición de ideas, la búsqueda de la aprobación a cualquier costo, la glorificación de la juventud, las grandes superficies como ideal del entretenimiento, son fenómenos que desfilan ante nuestros incrédulos ojos, cuestionándonos como sociedad y como individuos.

Con un estilo atrapante, vertiginoso y empático, Abdala nos desafía a acompañarlo en un recorrido por nuestra cotidianidad, y nos alienta a tomar distancia y mirarla con ojos más críticos.

Washington "Turco" Abdala: "Si le querés caer bien a la gente, perdiste"

El abogado y comunicador reflexionó sobre el humor, la política y el esclarecimiento de tres casos de Ángeles y Demonios.

Recibimos al abogado, comunicador, exlegislador, docente, columnista y panelista, entre otras prácticas en una entrevista con TOT.

“No tengo capacidad de acting, yo voy directo al grano y a los bifes”, dice.

“De la política me fui porque las baterías se me fundieron.  Sentís que no te da el lomo para un segundo tiempo, ya no sentía que tenía algo más para dar”, mencionó sobre su pasado político en el Partido Colorado.

“Me parece aburrido hacer siempre lo mismo”, dijo sobre su humor y variedad.

Novick no respeta la prohibición de hacer publicidad – Julio María Sanguinetti

No hay lugar. En política te van a pegar y Sanguinetti lo sabe más que nadie. Es el rey de la tunda. ¿Sabés cómo se llega a presidente? En medio de las grescas. Sanguinetti marca a Novick. A ver si le da el oxígeno.

No nos quejamos del Código del Proceso Penal, creemos que hay que ajustar el trabajo entre jueces, fiscales y policías – Eduardo Bonomi

Tampoco hay lugar. Es una manera elegante de decir: ‘esto está mal, hay que ajustar y la culpa es de otros’. Estoy totalmente a favor del nuevo CPP, lo uso y le tengo confianza fenomenal. Estoy en contra de Bonomi.

Aplaudimos el mensaje de verdad y paz de Bolsonaro – Luis Almagro

Creo que está bien. Es simple: gane quien gane, tenés que respetar el resultado. Te guste o no. No me gustaba Macri, tampoco Scioli, pero fue lo que eligió el pueblo argentino. No me gusta Trump, pero fue lo que eligieron los gringos.

Creo que los brasileños no votaron por Bolsonaro, sino en contra de lo que había.

Seguramente me tiraron una cáscara de banana – Julio Ríos

Es mi amigo y cliente. Creo que sí. Puedo asegurar una cosa: Julio es un tipo polémico y frontal.

Ángeles y Demonios

Tenemos el orgullo con todo el equipo que de los casos, hay tres que se esclarecieron. Las madres me llamaron para agradecerme por esto. Le pusimos tanta carne y vocación que sabíamos que movíamos el avispero. Hay dos casos que tengo en el ojo y me doy cuenta que hay un tema de maraña jurídica.

El Turco Abdala y “Ángeles y demonios”: “No hay manera de que no me afecte hablar con mamás que perdieron a sus hijos. Quedo abollado”

El comunicador y abogado reflexionó sobre su nuevo ciclo en La Tele: “Trabajamos para que se muestren diferentes perspectivas de casos policiales y se evite el amarillismo”.

Ángeles y demonios, conducido por Washington "el Turco" Abdala, se emite todos los lunes, a las 21:00 horas, por la pantalla de La Tele.

Aquí se pueden ver los programas completos del ciclo Ángeles y demonios.

Hasta ahora han salido los casos de Natalia Martínez y Lola Chomnalez.

"Veremos qué depara la vida, pero las cosas son como son"

Así se despidió Washington Abdala del programa.

A continuación la carta que escribió Abdala para despedirse:

ADIÒS A ESTA “BOCA ES MÍA”

Si,me voy, ha sido una etapa preciosa cumplida y punto.

La disfruté mucho. Llena de pasión, de debate, de intercambio dialéctico y de enriquecimiento personal.

Solo tengo palabras de agradecimiento hacia Victoria Rodriguez, Conrado Polvarini, Carlos Muñoz , Tania Melgar y el resto del equipo que sostienen semejante aventura.

Muchos no lo recordarán pero vengo haciendo televisión desde hace bastante. Antes,desde la política no había día en que no estaba molestando a la gente  en los noticieros explicando en calidad de "vocero" lo que hacían aquellos gobiernos del pasado; luego en VTV con un formato de programa que inventamos y anduvo precioso -dos años- armé algo divertido,fresco y original llamado "CUESTION POLÍTICA"; posteriormente monté un formato de intercambios de opiniones de políticos en el propio Canal 12 -cuando salía al aire en el Movie por las mañanas- (eran parlamentarios jóvenes que una vez por semana hacían una tertulia tomando un café, esa era la gracia); pasé luego por un programa de Gerardo Sotelo de casos jurídicos en Canal 10 donde lo gocé mucho pese a lo cortito del ciclo y luego arribé al 12 con otra idea inicial que se me había planteado que luego mutó en “Esta Boca es Mía”. No lo niego, me gusta el medio televisivo, si lo disfrutás es desafiante. Y como soy espontáneo, histriónico pero estudio los temas obsesivamente desde la televisión se tiene la capacidad de masificar mensajes de manera brutal. Pero todo tiene ciclos personales que cada uno evalúa hasta donde llegar. Yo, en este formato llegué hasta acá.

Aclaro, porque algún mal pensado puede creer que me voy con el cuchillo escondido debajo del sobretodo. No tengo nada armado en ningún otro medio de comunicación. Conversaciones hubo montones, pero concreto nada. Todo bien uruguayo, bla, bla, pero nada.Pero como yo manejo mis tiempos y mi destino, ésta es mi decisión personal. Y me voy sin enojos y deseando lo mejor a todo el mundo. No soy de los que se corren de un proyecto y hablan mal de nadie. Creo haber demostrado a lo largo de la vida que ese no es mi talante. Jamás hablo mal de los lugares donde me corro a un costado. Caballerosidad básica y ética elemental. Nada muy genial por cierto.

Para mi Victoria Rodriguez es una fenómena en su manejo del programa. El espectador no lo advierte siempre, pero hay invitados que rinden y otros no tanto. Ella logra sacarle jugo a un limón de madera. Insisto, no se nota siempre esa virtud, pero es la verdad. Y mantener toda esa barra de Dantones, Robespierres, Demóstenes y Sénecas que abrimos la boca creyendo que tenemos la verdad revelada no es sencillo. Y ella logra ordenar ese caos. Y el programa anda bien (miren las mediciones de audiencia) porque construye un relato multicromático de lo cotidiano con la capacidad de aportar información a gente que así bucea a través de la realidad de su sociedad. Y se hace toda esa aventura de manera profesional y entretenida, algo que el Uruguay no siempre lo entiende: acá si sos sobrio, si no tenés pasión y si sos moderado se presume "valioso" todo eso. Yo discrepo y los televidentes saben que pienso así. A esta altura ya me conocen de sobra.

Nadie le regala nada a la "Boca" se lo gana día a día con esfuerzo, sudor y gente que labura detrás de bambalinas. Lo de “la tribuna” también es otro acierto. Si prestan atención advertirán que cada uno de los que allí están, han hecho un aprendizaje en la construcción de sus mensajes, cada uno de ellos tiene una peripecia vital que nos impacta en algún sentido por ser portadores de un relato relevante. Y cada uno de ellos pone su gota de arena para que el programa salga adelante desde un “sincericidio” colectivo que no siempre es habitual verlo en la televisión uruguaya. Hubo días en los que sentía que estábamos en medio de una sesión de terapia grupal. Lindo eso. Creo que eso conecta con el televidente que se termina identificando siempre con algunos de los que están allí. Otra magia de le "empatía" con quienes aparecen en la televisión y si son frontales construyen su enganche con la gente.

Veremos que depara la vida, pero las cosas son como son.

Lo mejor para mis compañeros de ESTA BOCA ES MÍA y nadie es insustituible, menos yo. Cuando un proyecto es grupal hay que tener sentido de equipo y saber que eso es así. La propia vida es así, mañana no estaremos nosotros en la tierra y vendrán otros que nos harán mejores como humanos. Esa es parte de la gracia de todo, saber que todo es demasiado fugaz, demasiado volátil y demasiado frágil como para alucinar creyendo que hay que seguir siempre reclamando el púlpito. Cuando uno oye adentro de uno mismo el canto de la duda, lo mejor es emprender la retirada para que haya siempre otras batallas que librar. Hoy se lo comenté a Victoria y a los miembros del equipo directivo. Me gusta hacer todo de frente. Todo es bien fresquito. No hay cangrejo escondido en ningún lado.

Les deseo a todos lo mejor y espero que la vida nos encuentre por allí.

Y a los televidentes, amigos, apoyos, fans, o como quieran llamarse, sepan que ando siempre por acá escribiendo. Quien sabe no haga algunas otras cosas desde acá, y la ventaja es que ya no estamos desconectados jamás. Este mundo moderno permite esto, no hay desconexión jamás, solo los puentes de comunicación cambian un poco, facebook, twitter, las nuevas plataformas. Nada más. Y gracias por el apoyo feroz en estos años, no hubo día que no leyera los comentarios en el Facebook del programa. Y siempre presté atención, a los que aplaudían y a los que criticaban. Y los que dolían cuando eran con buena fe, fueron de gran aprendizaje. Mil gracias a todos.

La vida sigue, un rato más.

Un abrazo.