En Uruguay hay unos 97.000 trabajadores rurales pero pocos están agremiados.
La ley 19.000 del año 2012 creó este día en reconocimiento a la creación de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra) un 30 de abril de 2005.
“De los casi 100.000 trabajadores del rubro el porcentaje de agremiados es poco y eso tiene que ver con cuestiones culturales, de dispersión geográfica y también de represión al que reclama”, según el dirigente del gremio César Rodríguez.
Si bien en los últimos años los sindicatos del área han conseguido logros que califican como históricos, como la ley de ocho horas, la de libertades sindicales, el decreto sobre normas de salud y seguridad laboral o la participación en los Consejos de Salarios, la misma Unatra advierte que muchas de esas normas vigentes no se cumplen.
El salario ha mejorado con los Consejos. En 2008 un peón rural podía ganar $8.000 o menos. Ahora con la negociación tripartita quedan fijados laudos que rondan los $20.000 mensuales para estos trabajadores.
Sin embargo, persisten diferencias con otros trabajadores ya que por ejemplo, los trabajadores ganaderos siguen pagándose su propio apero, cosa que no sucede en otros ámbitos en donde los empleados no compran sus herramientas de trabajo.
Además, hay sectores en donde no se cumple con la normativa de las ocho horas, que implica que luego de ese tiempo hay que pagar horas extras.
Desde el Ministerio de Trabajo se publicó una Guía del Trabajador Rural, para informar sobre las normas vigentes de regulación de las tareas en el sector.
Según datos proporcionados por el ministerio en base a la Encuesta Continua de Hogares del INE, el número de trabajadores rurales ha bajado en los últimos años. De cada 10 trabajadores rurales 8 son hombres y 2 mujeres. Pero el 70 % de los ocupados no remunerados son mujeres.
Es un sector con relativo envejecimiento: el 15 % de los ocupados rurales tienen 60 años o más.
El nivel educativo en el sector es muy bajo más de la mitad de los trabajadores tienen seis o menos años de educación formal.
Solo el 43 % de los que trabajan en el campo viven en él, ya que la mayoría reside en ciudades o poblaciones cercanas.
En cuanto a las horas trabajadas por semana: la cuarta parte (el 24,5 %) trabaja más de 48 horas semanales.