ASSE investiga posible abuso sexual en la cárcel de mujeres: "El intercambio de sexo oral por psicofármacos no es una situación cotidiana, pero es grave"

"Es una bestialidad decir que esto no era un abuso, desacredita a toda la institucionalidad", consideraron desde Nada Crece a la Sombra. "Mejorar las cárceles redunda en mejorar la seguridad y la salud", agregaron.

ASSE está llevando adelante una investigación sobre posibles irregularidades detectadas en la unidad 9 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Los hechos ocurrieron el pasado 15 de junio, cuando dos enfermeros habrían abusado sexualmente de una mujer privada de libertad.

Abordamos el tema junto a Denisse Legrand  y Daniel "Turco" Márquez, integrantes de “Nada Crece A La Sombra”, una organización que trabaja en varios cárceles, incluida la de mujeres.

Denisse Legrand

Es una unidad pequeña que tiene bastante asistencia externa de diferentes programas. Viven unas diez madres. Es una unidad que merece especial atención porque allí viven las madres con sus hijos en los primeros años de crianza.

Nos alegró mucho la responsabilidad política en este tema. Había que responder con celeridad.

Estas declaraciones son tan graves que hacen parecer que podría ser una situación cotidiana. Esto no es cosa de todos los días, no tenemos un sistema que intercambio sexo oral a cambio de psicofármacos. Tenemos que bajar el nivel de paranoia sobre las cárceles. Pero esto es un hecho grave.

Es una bestialidad decir que esto no era un abuso, desacredita a toda la institucionalidad. Un jerarca no puede decir eso, menos si es el jerarca de salud mental.

Ahora hay que ver cómo hacemos para que esas mujeres vuelvan a confiar en el sistema de salud. Y cómo acompañamos a los niños de menos de dos años que están en ese centro con sus madres mientras existe una situación de abuso sexual.

Los programas de gobierno enfatizan en el sistema carcelario en cuanto a la seguridad. Existe altísimo nivel de coincidencia entre los partidos políticos: todos plantean cárceles más pequeñas, apoyo postpenitenciario, políticas socioeducativas de rehabilitación. Si hay toda esa voluntad política, debería aprovecharse un acuerdo multipartidario para avanzar en propuestas. La cárcel es un problema para la seguridad y solo se va a salir adelante con un acuerdo de todos los partidos.

Hay que hacer un repienso de la gestión: hoy se gasta mucha plata, pero hay que ver cómo.

La violencia en el sistema penitenciario genera muertos. No podemos seguir adelante con eso en una democracia. Para mejorar la seguridad hay que mejorar la situación de las cárceles. Los niveles de reincidencia son altísimos, casi del 70 %.

Daniel Márquez

La asimetría en el vínculo existe. El Estado tiene una responsabilidad sobre las personas más vulneradas.

Los equipos de salud tienen que cuidar. No existe análisis para hacer: quienes estamos ahí tenemos que cuidar la salud de las personas. Hay un grave atentado hacia la ética de los funcionarios, pero también por negar una situación evidente.

Esto no cambia con un cambio de jerarca, pero sí hace que se tenga visibilidad sobre el tema. Los equipos de salud tenemos que tener más formación sobre poblaciones vulneradas.

Queremos demostrar desde Nada Crece a la Sombra si las mujeres privadas de libertad tienen acceso a PAP, por ejemplo. ¿Tienen acceso a la IVE? Vamos a llevar adelante un estudio científico con el apoyo de las instituciones.

Mejorar las cárceles redunda en mejorar la seguridad y la salud.