"Por los gritos de los nenes desesperados, abro la reja y miro. Se prendió la luz y vi a la muchacha tirada en el piso"

Un vecino de Valeria Sosa estaba en su casa durante la noche de la tragedia.

Esteban González había ingresado a su casa con su mujer y su pequeño hijo tan solo cinco minutos antes de la tragedia.

Vio a salir a su vecino con los nenes hacia la entrada del pasillo y a los pocos segundos escuchó el disparo.

“Por los gritos de los nenes desesperados, abro la reja y miro para afuera. Yo no la había visto a la muchacha en el piso porque estaba todo apagado. Entonces veo al hombre acá parado y a los nenes gritando desesperado. Abro de nuevo, un vecino prendió la luz y ahí vi a la muchacha tirada en el piso, que estaba agonizando”, relató.

Según explicó Esteban, en la conversación que mantuvieron previo al disparo, Valeria le pedía a su expareja tener más espacio entre ambos, pero nunca en todo de discusión.

Luego del ataque, el hombre también mantuvo la calma y le pidió a sus hijos que se metieran.

“Él estaba normal, les dijo que vayan para adentro normal. Como si no hubiese pasado nada”.

Hacía pocos meses que Valeria se había mudado a ese domicilio. Según los vecinos, el agresor no aparecía seguido, a diferencia de la nueva pareja de la mujer.

“Uno no espera nunca nada de esto. Más si tenés niños chicos. La bala entró y salió, podría haber agarrado a cualquiera en el pasillo. Quedamos todos shockeados porque nunca habíamos vivido algo así”.

Esteban, su esposa y otros vecinos fueron citados a declarar ante la Justicia, donde conversaron con la hermana de la víctima, y que el divorcio había salido hace poco tiempo. Además, explicó que el hombre ya había amenazado con pegarle un tiro a Valeria.

El agresor tenía una denuncia por violencia doméstica.