Los vaporizadores aumentan riesgo de sufrir enfermedades pulmonares crónicas

En los últimos meses murieron 27 personas en Estados Unidos por enfermedades vinculadas directamente al uso de cigarrillos electrónicos.

El uso de cigarrillos electrónicos aumenta significativamente el riesgo de que una persona pueda desarrollar enfermedades pulmonares crónicas como asma, bronquitis, enfisema o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Así lo afirmó una nueva investigación de la Universidad de California. Según informó el diario El Mundo, se trata del primer estudio longitudinal que vincula los cigarrillos electrónicos o vaporizadores con enfermedades respiratorias en una muestra representativa.

Pero eso no es todo. El estudio también afirma que aquellas personas que consumen cigarrillos electrónicos y al mismo tiempo fumaban tabaco tiene aún más riesgo de desarrollar estas enfermedades. Vale la pena recalcar este dato porque la enorme mayoría de los usuarios de vaporizadores también fuman a la manera tradicional.

Esta es una de las novedades respecto a estudios anteriores porque es la primera vez que se puede establecer una relación causa-efecto entre el uso de cigarrillos electrónicos y enfermedades pulmonares.

"Lo que descubrimos es que, para los usuarios de cigarrillos electrónicos, las probabilidades de desarrollar enfermedad pulmonar aumentaron en aproximadamente un tercio”, dijo a El Mundo el científico al frente de la investigación.

Vaporizadores: un dispositivo en el ojo de la tormenta

Seis usuarios de vaporizadores murieron en las últimas semanas en diferentes estados de Estados Unidos. Te lo cuenta Facundo Macchi.

1.300 millones de personas fuman tabaco en todo el mundo, para fin de año se habrán muerto 7 millones de personas por fumar. En 2009 comenzaron a aparecer los primeros vaporizadores.

Una alternativa al cigarrillo con una cápsula con líquido de nicotina, saborizante, glicerina y otras sustancias. Es un sabor frío con gustos que conquistó a los más jóvenes. Falta mucha información. En algunos países son legales, pero en Uruguay su compra y venta es ilegal.

En los últimos días volvieron a la conversación a raíz de una serie de noticias que vinculan la muerte de seis jóvenes en Estados Unidos con el consumo de vaporizadores.

Con gustos que van desde el chocolate hasta la frambuesa, los vaporizadores son el nuevo objeto de deseo entre los jóvenes y que escapa a las medidas antitabaco en varios países del mundo, incluso en Uruguay.

Estos dispositivos aparecieron allá por el año 2009 como una alternativa “saludable” al cigarrillo tradicional. Desde entonces, la medicina no pudo determinar el verdadero impacto de su uso sobre la salud de las personas.

Hay varios estudios internacionales que hablan de los vaporizadores. Hay uno publicado en enero en la  New England Journal of Medicine que dice que los vaporizadores son el doble de efectivos para dejar de fumar que los parches de nicotina o el chicle.

Otro estudio del año 2015 producido por el Ministerio de Sanidad británico y el Real Colegio de Médicos del Reino Unido dice que usar cigarrillos electrónicos es 95 % menos perjudicial para la salud que los cigarrillos tradicionales.

Sin embargo, seis usuarios de vaporizadores murieron en las últimas semanas en diferentes estados de Estados Unidos y sus muertes aparentemente estarían vinculadas a un mal uso de estos dispositivos, recargados con aceite con un componente letal para los pulmones.

Todavía falta mucha investigación para tomar conclusiones, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud aún no emitió ningún estudio. Pero las autoridades uruguayas lo tienen fuera de consideración ya que, según dicen, atentaría en la lucha antitabaquismo.

A pesar de las regulaciones, para acceder a uno en nuestro país alcanza por buscar vaporizadores en Mercado Libre o las redes sociales para encontrar dispositivos que van desde los $1.000 hasta los US$ 300. Las recargas de líquido se consiguen por $300 también a través de vías ilícitas y algunos modelos permiten fumar marihuana.