"Ya hay otros proyectos interesados en poder utilizar el Ferrocarril Central, no solo UPM"

"Cambiar el trazado de la vía implicaría un costo de un 20 o 30 %, además de las expropiaciones y el cambio de plazos", se explicó.

Llegan al puerto de Montevideo los primeros 200 km de rieles para la obra del Ferrocarril Central. Son 12.500 toneladas de acero que llegan desde Europa. Este es uno de los grandes hitos que tendrá la construcción de la nueva vía del tren que utilizará UPM para sacar su producción desde el centro del país. La construcción está a cargo del Grupo Vía Central (GVC), integrado por las empresas uruguayas Saceem y Berkes, la española Sacyr y la francesa NGE.

Abordamos el tema junto a Alejandro Ruibal, director de Saceem.

Estos son los primeros 200 km, implica un tercio más o menos. Es un hito importante porque este es el suministro importado más importante, lo demás se construye acá. Este es un hito relevante.

La obra ya empezó hace varios meses. Primero se desmanteló toda la vía antigua. Se comenzó con los movimientos de tierra. Y con la construcción de los campamentos. Hoy hay cerca de 900 personas trabajando, entre uruguayos y extranjeros, y se va a ir incorporando más gente.

Se va a instalar una fábrica de durmientes en Florida, que es donde se apoyan los rieles. Es la primera vez que se van a fabricar durmientes de hormigón en Uruguay.

Los rieles vienen de Polonia, este es el primer embarque de tres. El total de obreros serán 400-500. Se está trabajando mucho a nivel de ingeniería. Vamos a tener unas 2.000 personas trabajando en tres o cuatro meses.

Este proyecto se extiende a lo largo de 300 kilómetros e implica varias obras en simultáneo. Cada lugar va a tener una obra en sí misma. Las 2.000 personas estarán repartidas a lo largo de los 300 kilómetros.

Este ferrocarril es distinto y moderno, no estamos acostumbrados a esto en Uruguay. El trazado respeta casi el 80 % del trayecto existente.

Algunas ciudades se están bypaseando, pero otras es económicamente inviable. Este país tuvo un modo ferroviario, lo que pasa es que perdimos la memoria. Este ferrocarril va a ser más moderno que cualquier otro y más seguro.

Este es un ferrocarril moderno. Hubo impactos de estudio ambiental. Con dinero y con tiempo, en ingeniería se puede hacer lo que se quiera y cambiar un proyecto, pero creo que este no es el caso.

No estamos haciendo un ferrocarril nuclear. Hablamos de productos que se van a transportar de acuerdo a las normas. No veo los riesgos de los que se habla. Este es un ferrocarril seguro.

Ya hay otros proyectos interesados en poder utilizar el Ferrocarril Central, no habrá monopolio. Habrá otras mercaderías, con otros operadores, incluido el Estado. Y no nos olvidemos del transporte de pasajeros.

Los trenes de carga van a ir a 80 km/h, pero tienen una capacidad de ir a 100 km/h sobre estas vías.

Cambiar el trazado de la vía implicaría un costo de un 20 o 30 %, además de las expropiaciones y el cambio de plazos. Todo proyecto debe tener un principio y un fin.

El Ministerio de Transporte abrió la oferta económica del único grupo que sigue en carrera para la licitación del Ferrocarril Central

El costo de la obra rondaría los 800 millones de dólares.

El grupo Vía Central, que tiene un 33 % de componente uruguayo con las empresas Saceem y Berkes, hizo una oferta que está un 5 % por debajo del tope que había establecido el Gobierno.

La modalidad de participación público-privada prevé que la empresa debe invertir y además conseguir financiamiento.

En la apertura estuvo presente Acciona, el grupo español que fue descalificado. Presentó dos recursos administrativos y no descarta presentar denuncia ante tribunales internacionales.

Afirma que el respaldo de la casa matriz de Madrid no era un requisito del pliego y que fueron descalificados injustamente.

La oferta económica de Vía Central comenzó a ser analizada por el tribunal. Luego se recabará la opinión de una consultora externa y finalmente del Tribunal de Cuentas.

Se prevé que la obra comience en enero. Dará trabajo a más de 2.000 personas. La ejecución duraría tres años, por lo que estaría pronta a comienzos de 2022.