Siete "Viejas Bravas" bajo la lupa de siete periodistas: sus sueños, sus logros y las batallas contra los prejuicios

El libro propone ahondar en las memorias de Ida Holz Bard, Mecha Gattás, Audrey Taylor, Mirta Vanni, Linda Kohen, Nelly Grandal y Alba Cassina de Nogara. Leé un adelanto exclusivo del prólogo.

Viejas Bravas (PalabraSanta, 2017) enfrenta al lector a siete historias de vida que, a su manera, marcaron un hito en la historia. Mirta Vanni, una de las primeras aviadoras uruguayas; Ida Holz Bard, la ingeniera que el mundo reconoce como la madre de Internet; Audrey Taylor, la que puede dar misa y la da en las cárceles, por donde casi solo ella cree que pasa Dios; Linda Kohen, que se atrevió a mostrar su propia soledad; Nelly Grandal, haciendo equilibrio sobre algún andamio; Alba Cassina de Nogara, reivindicando a todas cuando casi nadie escuchaba; Mecha Gattás, construyendo ejemplos de princesa pensante.

¿Qué podrían contar que interese hoy, si casi todo está conquistado? Ese es precisamente al reto que se enfrentaron las siete periodistas que asumieron la tarea de contar estas memorias: Diana Cariboni, Mónica Bottero, Paula Scorza, Valeria Tanco, Carolina Bello, Virginia Arlington y Alejandra Casablanca.

Ida Holz Bard por Diana Cariboni
Mecha Gattás por Mónica Bottero
Audrey Taylor por Paula Scorza
Mirta Vanni por Valeria Tanco
Linda Kohen por Carolina Bello
Nelly Grandal por Virginia Arlington
Alba Cassina de Nogara por Alejandra Casablanca

"Las siete que escribimos sus historias desde hoy, quisimos traer desde sus tiempos en que fueron invisibles, esa especie de eslabón perdido que sostiene los edificios de nuestra visibilidad. Ahí están ellas, poderosas, siguiendo con sus vidas, ignorando que sin sus batallas peleadas casi en inconsciencia nos heredaron las nuestras, mucho más amables", reflexionan las autoras.

“Viejas Bravas”, siete historias de siete destacadas mujeres: entrevista en Desayunos Informales.


EXCLUSIVO: extractos del prólogo de Viejas Bravas, escrito por Alexandra Morgan

“Un conjunto de muje­res bravas es un ejército invencible.”

“Esta bravas son mujeres que desde niñas –y no hay excep­ción– enfrentaron la vida en primera persona. No esperaron a que la lotería natural –tan bien explicada por el filósofo norteamericano John Rawls– les ofreciera su chance sino que fueron protagonistas de su destino y luego del de otros.”

“…tomar acción y ejercerla lleva una responsa­bilidad que si se medita mucho, paraliza. Pues me parece que estas mujeres claramente no le dedicaron mucho tiempo a las consecuencias de sus actos ¡gracias a Dios!”

“Pero además de valientes fueron creativas, innovadoras, in­quietas, intrépidas y supieron ser felices con lo que lograron. Encuentro en ellas un recato atractivo. Conocen sus capacida­des pero no alardean de las mismas. A varias de ellas les debe­mos un reconocimiento especial como país.”

“Los relatores de vida nos vendieron un prototipo falso de LA mujer. En las siguientes páginas tenemos solo una muestra de su verdadera identidad, o por lo menos la de algunas muje­res que viven en este suelo.”

Alexandra Morgan, Virginia Arlington, Matilde Ayala, Mónica Bottero y Stella Elizaga

“Ser un ejemplo de vida siempre me resulta un calificati­vo pesado y que hasta produce ajenidad. Prefiero verlas como motores de vida. Supieron levantarse y caerse muchas veces y pagaron el precio de su independencia intelectual. ¡Bravo! Son representantes del género femenino que ante la adversidad multiplicaron sus energías y apostaron bien alto para superar las circunstancias temporales que las rodeaban. Fácil escribirlo, bien difícil hacerlo.”

“Estas mujeres fueron contestatarias pero no de género sino de circunstancia; además fueron madres, artistas, investigado­ras, intelectuales, periodistas, amantes y hasta una sacerdotisa -y gran jineta- integra el grupo.

Su testimonio es generoso y debería ser solo el puntapié para que sigamos buscando en el micro círculo de nuestras vidas y en el grande de la historia a todas esas bravas mujeres que contribuyeron a forjarnos como personas y como país.”

“…si por su título creen que es un libro solo para mu­jeres, sepan que en cada una de las historias hay hombres que fueron pares y que también es bueno saber de ellos. Tomen recaudo y que sea de lectura obligatoria para parejas, hijos y amigos sin distinción de sexo. Estas mujeres bravas son inspi­radoras de vida.”


De la Mancha estuvo presente en la presentación oficial del libro en el Museo Zorrilla, donde las autoras intercambiaron sus experiencias a la hora de investigar y escribir las historias.

Diana Cariboni escribió la historia de Ida Holz Bard | “Ella quiso hacer el esfuerzo de transmitirle a la próxima generación esas muchas vidas que tuvo”

“Creo que Ida quería contar su vida y que había muchas vidas de ella que están ocultas debajo de varias capas de años y de corazas. Me parece que cuando la abordé para este trabajo, ella ya había hecho el ejercicio emocional e intelectual de querer contar, sobre todo de querer contarle a sus hijos. Según supe, había cosas de algunas de esas vidas que ella tuvo de las que la familia no sabía casi nada; por ejemplo, que ella fue soldado en Israel y que peleó en una guerra. O que se fue a México a meterse en el mundo de la informática del Gobierno mexicano, un lugar totalmente masculino y patriarcal, y donde pudo brillar.

Lo que creo es que en su familia, en su círculo íntimo, no estaba muy bien aquilatado lo que Ida hizo en su vida. Lo de Ida no se sabía muy bien qué era: la informática, Internet, el correo electrónico en Uruguay. Todo eso era importante, pero la familia no lo había aquilatado hasta que Ida empezó a recoger premios internacionales. Creo que todas esas vueltas llevaron a que ella ahora, en estos últimos tiempos, quisiera poner en limpio esas muchas vidas. Creo que ella quiso hacer el esfuerzo de poder transmitirle a la próxima generación, a sus hijos o nosotros, esas vidas que tuvo”.


Mónica Bottero escribió la historia de Mecha Gattás | “Contar la historia de Mecha implicaba el desafío de remontar los prejuicios”

“Contar la historia de Mecha era un desafío para mí por dos cosas. Primero porque había que remontar los prejuicios, y eso es algo que siempre me encantó. Había que tratar de mostrar la otra cara del título que dice ‘Mecha Gattás, la socialité, la señora bien de Punta del Este’. Ese es un desafío que me gusta a mí y que también a ella sé que le divierte.

Pero también me identifiqué con ese desafío. Si bien tengo 34 años de periodista, la mitad de ellos los pasé al frente de la revista Galería: la gente que no me conocía de antes, que no conocía cómo era mi vida personal, se hacía la idea de que estar al frente de un medio como ese implicaba pasarse tomando champagne y de fiesta, cuando, en realidad, mi vida era muy diferente. El origen social y la vida familiar de Mecha era de otro nivel que no es el mío, y que nunca busqué”.


Paula Scorza escribió la historia de Audrey Taylor | “Creo que cualquier mujer quisiera ser como Audrey”

"De ella me llamó la atención todo. El otro día le escribí y le dije que conocerla fue una de las cosas más lindas que me pasaron en el último tiempo. Creo que cualquier mujer quisiera ser como Audrey. Ella tiene una generosidad, una sensibilidad para hablar de todos los temas, es una mujer buena. Escribir sobre ella fue un placer total. Yo no la conocía, no sabía nada ni de su vida, ni de su obra.

El título que yo elegí para contar su historia es ‘La vida por los demás’: y eso es lo que yo siento que ella ha hecho desde jovencita. Dio su vida a los demás, a los que más lo necesitan: desde un comedor hasta adentro de una cárcel. Ha sido una maravilla y un honor escribir sobre ella".


Valeria Tanco escribió la historia de Mirta Vanni | “No creo que ella sienta que haya tenido suerte. Siempre fue dueña de su propia vida”

“Ella es una mujer extraordinaria y tiene un montón de cualidades de las cuales yo carezco totalmente. Mirta es una mujer que siempre veo como que no tiene ningún remordimiento, resquemor, ni ninguna mirada hacia el pasado más que objetiva con respecto a lo que vivió. Todo eso ella lo fue construyendo. Es una persona súper determinada. No hay manera de que ella no hubiera llegado a los lugares a los que llegó. Ella habría sido pilota de alguna manera.

Lo que sentí de ella es como que todo le resulta natural: si una puerta no se le abre, va y la abre; si no hay nadie que le dé una mano, va y lo consigue por otro lado. Ella preserva su intimidad, por lo que también fue muy difícil encontrar a Mirta. Es hermética, pero porque siempre se preservó y eso hizo también que entrara a los lugares donde quiso entrar o le tocaba entrar. No creo que ella sienta que haya tenido suerte. Creo que ella fue siempre dueña de su propia vida. Siempre fue yendo por los lugares por donde quería ir. Siempre fue equilibrando y armando su historia desde su propio lugar: ¡una maravilla! Ella supo administrar lo que le trajo la vida”.


Carolina Bello escribió la historia de Linda Kohen | “En los cuadros de Linda ya están pasando cosas antes de que uno llegue”

“Lo más difícil de hacer este perfil fue haberme encariñado con Linda. Tuve que sortear ese cariño que ella se fue ganando porque en algún momento me di cuenta de que la estaba apreciando y que ella me había ganado el corazón como una abuela.

Más allá de los tecnicismos que aprendí sobre pintura, porque tuve que estudiar, me emocioné por primera vez en la vida mirando una colección de una pintora. Me emocioné hasta las lágrimas. En los cuadros de Linda ya están pasando cosas antes de que uno llegue. ¿Cómo hace eso? Con una maestría y con la sutileza de aquellos que no necesitan recurrir a los grandes temas, sino a las pequeñas cosas cotidianas para contar el gran misterio. Linda aborda el misterio de vivir a partir de elementos súper contundentes, por momentos austeros, pero llenos de vida, como ella”.


Virginia Arlington escribió la historia de Nelly Grandal | “El valor de Nelly es esa voz suavecita que tiene”

“Creo que el valor de Nelly es esa voz suavecita que tiene. Hay una anécdota fundante en su trayectoria profesional de cuando la mandan a una obra a supervisar. Era un día de lluvia. Yo me la imagino chiquitita, con tacos, pollera, sorteando el barro. Llega y está el capataz junto al resto de los obreros. El capataz mucho no puede creer que es ella la arquitecta que va a supervisar. Pero, de forma condescendiente, acepta la situación y le muestra cómo venía el progreso de la obra. Ella vio todo y con su voz suavecita le dijo que la proporción de hormigón que estaba utilizando no era la correcta, y le dijo cómo podía solucionarse.

El señor quedó duro. Y se fue juntando un grupo de obreros atrás de él como para meter la pesada. Ella se da media vuelta y dice que la semana que viene o la otra vuelve para ver cómo sigue la obra. Y, mientras se va caminando, escucha: ‘Me va a enseñar esta a mí…’. Y en un segundo pensó que si en ese momento se quedaba callada, su vida iba a ir para otro lado. Se dio vuelta y le dijo: ‘Sí, yo le voy a enseñar porque yo soy la arquitecta de esta obra’. Y ahí sí se dio media vuelta y se fue, pidiéndole a alguien que por favor no se fuera a caer porque sino perdía toda la dignidad”.


Alejandra Casablanca escribió la historia de Alba Cassina de Nogara | “Alba es la última batllista radical que queda en Uruguay”

“Alba me ayudó a conocer mucho de la historia de nuestro país en primera persona. Ella le recitaba a José Batlle y Ordóñez. Conoce la historia política y cultural de nuestro país con una claridad, con un detalle… ¡es impresionante! Es la última batllista radical que queda, en el concepto primario del batllismo en el Uruguay. Lo es y lo fue desde su posición en la vida, desde su lucha siempre en un segundo plano. Entre otras cosas, Alba fue la primera mujer que presentó un proyecto de Ley de Cuota Política en el Uruguay.

Si algo me emociona de Alba es su historia de amor. Esa historia de amor de Alba y Carlos es una que cualquiera querría vivir, al punto que ella termina diciéndome que es atea, pero que algo debe de haber del otro lado porque a él lo tiene que volver a encontrar”.


Algunas postales del evento