El pedido de Dora

Muchas veces, cuando alguien se muda a un nuevo hogar, se hace cargo de una especie de herencia sobrenatural. Como si adquiriera junto con el inmueble los fantasmas que lo habitan y no tuviera más remedio que vivir con ellos. Son muchas las personas que descubren que la casa ya estaba habitada, pero no con […]

Muchas veces, cuando alguien se muda a un nuevo hogar, se hace cargo de una especie de herencia sobrenatural. Como si adquiriera junto con el inmueble los fantasmas que lo habitan y no tuviera más remedio que vivir con ellos. Son muchas las personas que descubren que la casa ya estaba habitada, pero no con seres humanos sino con presencias del más allá.

En junio de 2014 una mujer uruguaya llamada Gabriela Capurro se mudó a una casa del barrio Punta Carretas, en la ciudad de Montevideo. Al mudarse, ella y sus hijos fueron recibidos por una entidad sobrenatural que les dio una terrorífica bienvenida y a su vez les hizo un extraño pedido.

Cuando Gabriela entró a la casa sintió una sensación extraña. "Me mudé un 11 de junio y sentí algo raro, diferente, especial, no sé qué, algo que no había sentido el primer día. Yo tengo un perrito caniche toy, que le vino como un ataque. Corría y ladraba alrededor de algo", contó la propia Gabriela a Voces Anónimas.

El perro comenzó a ladrarle a punto fijo, en el aire. Corría y ladraba pero nadie sabía a quién. Pero un tiempo después el animal se calmó. Finalmente se instalaron en la casa, pero la primera noche comenzaron a sentir sonidos raros, como puertas que se abrían y pasos. Al otro día, cuando están desayunando, los hijos comentan que también habían escuchado los ruidos. A la siguiente noche, los ruidos eran más claros. Y la charla de la mañana siguiente fue distinta, porque concluyeron que ninguno había provocado los sonidos.

Al otro día, fue a buscar a su hija al colegio. Cuando ingresaron a la casa, su hija le dijo: "¿Viste mamá que cuando entramos, entró una señora con nosotros? Una señora blanca, que estaba descalza". Al escuchar el relato de su hija, se acordó de el comportamiento del perrito el primer día que entraron a la casa. Así fue que decidió ir a hablar con los vecinos para preguntar quién había vivido en esa residencia. "Me contaron que era una persona que no estaba muy bien, que había sufrido muchísimo, que de alguna manera había sido abandonada por su familia, porque estaba muy sola y nadie la venía a ver. La parte económica la tenía solventada, pero que nadie la venía a ver. Ahí conocí que se llamaba Dora", relató Gabriela. En esa oportunidad también se enteró que la anciana había fallecido dentro de la casa.

Enseguida Gabriela comenzó a sentir la presencia cada vez más clara. Y a partir del quinto día, Dora comenzó a despertarla todas las madrugadas entre las 3:00 y las 3:10. "Yo soy católica así que empecé con el padre nuestro, seguí, seguí. No se tranquilizaba, empezó a ponerse como más enojada", contó la nueva habitante de la casa.

"Fui a la mitad del corredor y le dije, 'por favor, no sé más que rezarte. Te pido por favor que te tranquilices, tengo miedo', y ahí medio que me puse a llorar. No sé si sintió que realmente estaba llorando con angustia", contó. La mujer comenzó a rezar, a rogarle que no se metiera con sus hijos, que la dejara vivir en paz. Pero las suplicas no sirvieron. Una noche, su hija sintió que le tiraban de los dedos de los pies, como si estuvieran contándoselos. Cuando la niña abrió los ojos, ve que la anciana está jugando con sus dedos. La niña, muy asustada, acude al cuarto de su madre a contarle.

Ese fue el punto final para la paciencia de Gabriela. A partir de ese momento decidió buscar ayuda y fue así como dio con la conocida medium uruguaya Cristina Blumenfeld. Cristina no solo es la directora del Instituto Científico de Parapsicología, sino que además descubrió cuando era muy pequeña que nació dotada de facultades paranormales y percepciones extrasensoriales que le permitían ver entidades que la mayoría de la gente no ve. Cristina desarrolló este don para ayudar a la gente y al día de hoy cuenta con una gran cantidad de casos desarrollados. Gabriela Capurro supo, por lo que le contaron, que la medium Cristina Blumenfeld era una persona confiable. Y además era la única que podía ayudarla a solucionar su problema.

Gabriela llamó a Cristina a las dos de la mañana y le rogó por ayuda. Cristina quedó en visitarla al otro día, ya que Gabriela había decidido no ingresar más a su hogar hasta que Cristina pudiera erradicar al espíritu.

Cristina llegó junto con su equipo de trabajo. Lo primero que tratan de establecer es si la presencia que los habitantes sienten puede explicarse en lo físico, ya sea por campos magnéticos, por una central de UTE o otros aspectos. Una vez descartado esto, comenzó a cantar en arameo para invocarlos. Logran también determinar que el lugar más cargado era donde estaba colocada la cama de su hija. La medium le pidió a Gabriela que llamara a Dora, que temblando la invitó a ir al living. Cristina le pidió a Dora que le contara por qué estaba allí y que era lo que quería.

Gabriela caminó desde el cuarto de su hija hasta el living y se sentó en el sillón, aún sin poder parar de temblar. Sabía con certeza que Dora se sentaría al lado de ella. Y así fue. Pero en ese momento, Dora le dijo a Cristina que su intención no era hacerle mal a Gabriela, que ella lo que quería era que la ayudara. Lo que Dora quería, era que la Gabriela le hiciera un favor. Dora estaba buscando una cajita, que estaba dentro de una cómoda. Dentro de esa caja habían joyas que servían para hacer un ritual judío que no le hicieron cuando falleció. Pero el problema era que cuando Gabriela compró la casa estaba vacía y por tanto eso lo había retirado alguien antes.

Cristina se encontró ante una situación muy difícil de resolver, ya que Dora no explicaba demasiado y no sabía ni qué ritual era, ni cuáles eran las joyas. Así que decide invocar a otros espíritus rabinos del entorno de Dora para que la vengan a buscar. Así nuevamente comienza a cantar en arameo y a los veinte minutos aparecen en la ventana. Gabriela no podía verlos, pero le aseguraban que estaban ahí. El equipo de Cristina tenía una cámara donde registraba todos los eventos, y cuando miró a través del visor Gabriela pudo ver con total nitidez que allí estaban. En un determinado momento, el espíritu de Dora comenzó a moverse hacia donde estaban los rabinos y juntos, los tres, se fueron.

A partir de aquella noche, la vida de Gabriela Capurro dio un giro de 180º porque los fenómenos sobrenaturales y las manifestaciones siniestras terminaron. Por primera vez, la casa se convirtió en un hogar y luego de tantas tensiones ella y sus hijos tuvieron algo de paz. Con el tiempo, Gabriela Capurro se dio cuenta de que había hecho algo bueno porque el espíritu de la anciana lejos de querer asustarlos, solo buscaba ayuda. Tanto Gabriela como la medium ayudaron a Dora a elevarse a otro plano en el que seguramente va a estar acompañada.

 

La fiesta macabra

Lo más aterrador de esta historia es que no está vinculado a lo sobrenatural y que le puede suceder a cualquiera.

Muchas personas de diferentes partes del planeta tienen la costumbre de salir a bailar. Es así que concurren a bares nocturnos, discotecas y fiestas de todo tipo para divertirse y conocer gente. Pero no siempre tienen en cuenta que cuando se interactúa con desconocidos las cosas pueden salir bien, aunque también pueden salir muy mal.

Suena paradójico el hecho de identificar estos lugares de esparcimiento, a los que la gente llega con su mejor energía, con el lado más oscuro de la mente humana. Pero lo cierto es que en muchas discotecas periódicamente se escriben historias siniestras, perturbadoras. Muchas veces las personas que no tienen nada que ver, esa que asiste con sus amigos para divertirse, termina involucrada en un caso que marcará su vida para siempre.

Compartiremos una conocida leyenda urbana de Norteamérica que habla sobre el tema. La misma ocurrió hace algunos años en Estados Unidos. Lo aterrador del caso es que lo ocurrido sigue sucediendo, lo que nos lleva a pensar que cualquiera de nosotros en cualquier discoteca puede ocupar el lugar del protagonista y verse envuelto en una fiesta macabra.

La historia tiene como protagonista a un muchacho joven que le gustaba frecuentar la noche. Un día decidió salir con su grupo de amigos a una de las principales discotecas. Apenas entran al lugar quedan impactados; había muchas luces, mucho humo y estaba repleto. Recorrieron el boliche para encontrar un lugar donde asentarse, y encontraron una barra que era la más llamativa y tenía espacio para ellos, lo cual les llamó la atención. Se pidieron un trago para cada uno y comenzó la noche.

En un momento, pasó algo que captó la atención de todos los que estaban en el lugar. Llegó una mujer muy hermosa, a la que era inevitable dejar de mirar, y que bailaba de una manera muy llamativa y provocadora. El protagonista no podía dejar de mirarla, pero se dio cuenta que ella tampoco lo dejaba de mirar a él. Sin embargo, por ser muy tímido, se quedó en su lugar. La que se acercó a hablarle fue la hermosa joven y lo invitó a tomar un trago. Trago va, trago viene, ella se lo llevó a bailar a la mitad de la pista, donde quedaba separado de sus amigos. Más tarde, ella le propone irse a una fiesta más íntima, una fiesta solo para los dos. Por supuesto, el joven no lo pensó dos veces, pagó la cuenta y salió con ella tomado de la mano.

Cuando llegaron al siguiente boliche, el lugar era muy distinto al anterior. Era mucho más oscuro y la gente que estaba allí también lo era. Pero para él lo principal era seguir la fiesta y la diversión con la bella joven. Fueron hasta la barra principal, donde la chica tenía un conocido, y pide un trago. Se lo da a él y se lo toma. A los cinco o diez minutos el trago comienza a hacer efecto; empieza a perder el enfoque, a perder la visión. Había algo que no andaba bien. Finalmente, pierde el conocimiento por completo y se despierta en un lugar en donde no había estado nunca y no había esperado estar: estaba dentro de una bañera, cubierto de hielo. En su pecho tenía un mensaje escrito con el labial de la joven, decía: "llamá al 911 o morirás".

El joven inmediatamente llama al 911 y le cuenta a quien lo atiende lo que estaba sucediendo y cómo había llegado. Él pensaba que tal vez le habrían robado, pero la persona que estaba en el teléfono sabía de qué podría llegar a tratarse. Así que le pidió que se examinara el cuerpo. El hombre no notó nada al principio, pero al girar y mirarse al espejo descubrió dos grandes heridas en la espalda. El chico casi entra en desesperación, pero la mujer que estaba en el teléfono le pidió que mantuviera la calma y que ingresara nuevamente a la bañera con hielo. También le pidió su ubicación, pero el joven no sabía donde estaba. Asumió que probablemente estaría en la habitación de un motel, así que la operadora del 911 le pidió que buscara en alguna cajilla de fósforos o sobre la dirección. Finalmente la encontró, le pasó la dirección a la mujer, quien le volvió a reiterar que ingresara en la bañera. También le explicó lo que sucedió: la noche anterior le había robado los dos riñones.

Cuentan que el joven salvó su vida de milagro al llamar al 911 y que aún sigue conectado a una máquina de diálisis mientras espera que algún donante le facilite al menos un riñón. Lo que perturba de esta historia, es que son muchas las personas que han sido secuestradas con el fin de robarles sus órganos.

La mansión Winchester

Quizá lo más interesante no sea la casa en sí, sino la historia que se teje alrededor de la viuda Sarah Winchester.

La mansión Winchester día a día abre sus puertas para que muchos al ingresar a ella descubran un mundo mágico, misterioso y por momentos enloquecedor. Esta conocida construcción norteamericana desafía cualquier tipo de norma arquitectónica y a su vez parece burlarse con saña de la lógica, el tiempo y el escepticismo.

Sus 160 habitaciones, sus diez mil ventanas, algunas de sus puertas que no conducen a ningún lado y algunas escaleras que conducen directamente a un cielo raso, hacen que se parezca más a un gigantesco laberinto que a una vieja residencia. Es que detrás de la mansión Winchester se esconde una historia de vida sumamente interesante: la de la mujer que la construyó, Sarah Winchester.

Su vida desgraciada y la persecución de algunas almas que la atormentaban la llevaron a mudarse a una pequeña y tranquila ciudad del estado de California para construir la mansión Winchester. La casa cuenta con 24 mil metros cuadrados, diez mil ventanas, un número de corredores que nunca se pudo determinar, 47 chimeneas, escaleras que llevaban a lugares inciertos, tres ascensores, dos sótanos, seis cocinas, todo producto de treinta años de obsesiva construcción.

Quienes visitan la casa, no le encuentran sentido. Pero todo tuvo significado para Sarah Winchester, antigua propietaria de la casa. Cada detalle en la mansión tuvo un porqué para ella. Quizá lo más interesante no sea la casa en sí, sino la historia que se teje alrededor de la viuda. La mujer había nacido en una cuna de clase media alta, pero encontró fortuna casándose con el hijo del criador de los rifles Winchester, una familia burguesa y muy poderosa. Sarah le dio a su esposo una hija, pero pronto la tragedia iba a llegar a su vida. Primero murió Annie, la niña que tenía seis años, por una enfermedad extraña. Algunos años después, aún siendo joven, su esposo murió de tuberculosis.

Tras la muerte de su hija, en 1866, y la muerte de su esposo, en 1881,m Sarah empezó a sentir que en su casa habitaban seres extraños, empezó a sentir como la perseguían y la atormentaban. Tal fue su sufrimiento, que decidió buscar un medium para que la ayudara a  superarlo. El psiquico le confirmó que efectivamente su casa estaba poseída por seres extraños. El hombre le dijo que todas las personas que murieron por un disparo de los rifles Winchester le habían echado una maldición y que esa era la causa de todos sus males.

El psiquico le dijo que si no quería tener la misma suerte de su marido y su hija, tendría que hacer todo lo que el le dijera. Ella siguió al paso las instrucciones. El hombre le dijo que debía mudarse al oeste y además empezara a hacer su casa, pero que nunca terminara de construirla. Así lo hizo Sarah por los siguientes treinta años. En 1884 se mudó a San José y comenzó a construir la casa.

Ella tenía una sala de espiritismo en el centro de la casa, donde ella era la única que sabía llegar y la única que tenía la única llave de la única puerta. Se dice que allí ella se comunicaba con los espíritus buenos que la ayudaban con los planos de construcción de la casa para confundir a los espíritus malos que la estaban persiguiendo.

"Hay muchas cosas extrañas, como escaleras que terminan en el techo, puertas que al abrirlas te encuentras con una pared o ventanas en el piso. Es una casa muy interesante y bizarra", explicó Lindsey Huffman, encargada de la mansión.

Hoy esta casa es utilizada como espacio turístico, centro de atracción para la gente que quiere conocer y hacer recorridos por la gran mansión. Los guías turísticos piden a los visitantes que nunca abandonen el grupo con el que están haciendo la visita, porque es posible que se pierdan y, peor aún, que nunca los encuentren.

 

La última carrera

Se trata de un caso que ocurrió en el barrio Flor de Maroñas y que involucra a dos jóvenes que decidieron arriesgar sus vidas en una última carrera.

Hay que reconocer que la vida de los policías no es nada fácil. Ellos viven día a día situaciones terribles, de violencia extrema. Las peores miserias o tragedias que la mente humana pueda llegar a concebir. Todo esto es parte de su vida cotidiana. Pero lo peor del caso es que ellos deben soportar todo ese miedo, ese dolor, y apenas soportar lo vivido en un frío y preciso parte policial y luego seguir adelante como si nada hubiera ocurrido.

Es así como muchos policías quedan marcados para siempre. Como le ocurrió al agente Carlos Bonilla. De todas las situaciones impactantes que le tocó vivir, hubo una que se le metió en la memoria más profunda. Se trata de un caso que ocurrió en el barrio Flor de Maroñas y que involucra a dos jóvenes que decidieron arriesgar sus vidas en una última carrera.

Cuando el agente Carlos Bonilla fue trasladado a la comisaría nº16, lo mandaban a hacer las tareas que nadie quería hacer. Una noche, uno de los primeros, lo mandaron a hacer la ronda en el radio cuatro. "Aquello es una boca de lobos tremenda de madrugada", contó Ganduglia. Bonilla se lo tomó con calma y hasta estaba bastante sorprendido de lo tranquilo que estaba Camino Corrales a esa hora de la noche. Fue como a las cuatro de la madrugada que lo llamaron para que reconociera un accidente por Puntas de Soto, cerca de Veracierto. "Me comunicaron por radio de que había habido un accidente de tránsito fatal", expresó el propio Bonilla.

Carlos Bonilla tuvo que correr casi veinte cuadras para llegar al lugar, sin saber que ese preciso instante cambiaría su vida para siempre. Pueden ver el desenlace de la historia en el video.

Guillermo Lockhart se sentaba en el fogón de niño a escuchar historias de terror

El conductor de Voces Anónimas pasó por Sonríe y demostró que las anécdotas sobrenaturales lo buscan tanto a él como él las busca a ellas.

Guillermo Lockhart es conocido como el creador y conductor de Voces Anónimas, un ciclo televisivo de muchísimo éxito que va por su quinta temporada e incluso se estiró hacia la literatura, con varios libros publicados. Pero también es un exmodelo publicitario -imperdibles las imágenes de ese pasado suyo menos conocido- que supo tener que hacer clases de malambo para que lo dejaran jugar al fútbol en el colegio, un hombre que no era muy partidario de las redes sociales y sin embargo conoció a su mujer por Facebook, y sobre todo es todavía en el fondo un niño sentado en un fogón, escuchando atento historias de terror.

Después de todo, el mayor éxito de su carrera ha sido esa antología de historias de terror que es Voces Anónimas, e incluso en su propia vida aparecen esas historias, como si lo buscaran con el mismo ahínco con que él las busca a ellas: anécdotas como la del hombre arrodillado en la ruta y que está bastante seguro que no era realmente un hombre. Todo eso y más podés ver en el "Es cierto que..." de Sonríe (te estamos grabando).

El payaso de la mecedora

Los payasos son artistas del mundo de la alegría que buscan animar al público y robarles muchas sonrisas. Por todo esto, es muy extraño pensar que los payasos además de hacer reir a la gente puedan generar miedo. Un miedo que es capaz de instalarse en la psiquis de las personas de la manera más […]

Los payasos son artistas del mundo de la alegría que buscan animar al público y robarles muchas sonrisas. Por todo esto, es muy extraño pensar que los payasos además de hacer reir a la gente puedan generar miedo. Un miedo que es capaz de instalarse en la psiquis de las personas de la manera más siniestra.

Una leyenda urbana que en el presente cobró notoria popularidad a través de las redes sociales refleja claramente el miedo a los payasos. Ocurrió hace algunos años en Estados Unidos. La protagonista de esta historia, una niñera, jamás imaginó que un payaso le provocaría el terror más grande de su vida.

Según cuenta la leyenda, una vez ocurrida esa masacre el matrimonio abandonó para siempre aquella casa. Es que ninguno de los dos pudo superar el terrible trauma padecido.  Lo más aterrador del caso es que el autor de esos crímenes tan espantosos nunca fue atrapado. Muchos creen que lo que dijo la niñera en aquella última llamada fue cierto y que los asesinó un payaso siniestro que irrumpió en aquel hogar para matar de la manera más despiadada.

El niño del supermercado

Los empleados de un supermercado de La Unión quedaron helados cuando descubrieron que en ese mismo lugar años atrás funcionó una escuela.

Día a día miles de personas pasean con sus carritos por las góndolas de los supermercados. A veces lo hacen con apuro, otras de manera distendida. Sin embargo, nadie se detiene a pensar que allí muy cerca pueden suceder cosas verdaderamente extrañas. ¿Qué pasaría si les contáramos que en medio de las interminables filas de productos, alimentos o juguetes se esconde sobrenatural? ¿Pasearían tan tranquilamente?

En Uruguay, en el barrio La Unión de Montevideo, existe un supermercado que según cuentan sus propios funcionarios, se encuentra habitado por seres sobrenaturales. También aseguran que particularmente uno de estos seres se manifiesta a toda hora. Se trata del fantasma de un niño que tiene en estado de alerta a todos los funcionarios del supermercado. El supermercado se encuentra en Comercio y José Antonio Cabrera.

Los empleados de un supermercado de La Unión quedaron helados cuando descubrieron que en ese mismo lugar años atrás funcionó una escuela. Mucho más impactados quedaron cuando se enteraron que el fantasma que se manifiesta entre las góndolas y en el depósito era un ex alumno de la escuela. En esa escuela, la número 43, había una clase de sexto año como cualquier otra con una maestra estricta. Allí había un niño llamado Aldo, que sobresalía, que era sumamente inquieto y travieso. "En el recreo el patio le quedaba chico y cuando no estaba empujando niños al baño de las chiquilinas se trepaba a un árbol o armaba una pelota con cualquier cosa y enloquecía a todo el mundo. Le apasionaba la pelota", contó Néstor Ganduglia.

Un día la maestra le pidió que al otro día concurriera con sus padres, es que su conducta ya era insostenible. El niño se angustió mucho y pidió que por favor no llamaran a sus padres. "Arrancaba a llorar como loco y pedía que no. 'No señorita, por favor, mi padre me revienta a palos'", relató Ganduglia. La maestra no sabía qué hacer, pero decidió mandar la nota una tarde en que Aldo rompió un vidrió de un pelotazo. El niño dejó la nota arriba de la mesa y escribió "Papá, perdoname. Hago esto porque sé lo que me espera". Aldo fue al armario de las herramientas donde el padre guardaba un revolver viejo y se pegó un tiro.

La maestra se sintió culpable y estuvo durante años deprimida. Sus compañeras trataron de convencerla de que no fuera al velorio, porque allí estaría el padre pronto para lincharla. Fue igual y menos mal que estaba la policía. Luego de eso renunció, pero el Consejo no le aceptó la renuncia. Pidió traslado, porque seguía sintiendo la presencia de Aldo.

El mendigo del túnel de 8 de Octubre

Por el túnel que conecta 8 de Octubre con 18 de Julio, en las madrugadas puede verse a un hombre, el rostro del terror mismo.

Cuenta la leyenda urbana que hay un extraño mendigo que deambula de manera misteriosa por el interior del túnel que conecta Avenida 8 de Octubre con Avenida 18 de Julio, dos arterias claves de la ciudad de Montevideo, especialmente durante la madrugada. Se dice que cruzarse con él es sinónimo del terror más puro.

En Voces Anónimas hablamos con Walter Díaz y Nicolás García Giménez, narradores de la historia de Facundo un joven montevideano que practicaba un arte callejero, siempre con una mochila llena de latas de pintura y un par de audífonos en los oídos, hasta que se encontró con el mendigo del túnel. También hablamos con Natalie Diron, una chica que contó su testimonio.

El caso Bariloche: un OVNI en Argentina

Hay avistamientos de objetos y luces extraños en el cielo que no tienen explicación científica. Esta es la historia de uno de ellos.

A lo largo de la historia ha habido cuentos de objetos extraños y avistamientos de fenómenos desconocidos en los cielos de la Tierra. La mayoría tienen explicación científica, pero hay otros que continúan sin resolverse y alimentan las leyendas urbanas. Voces Anónimas buscó una de las más recordadas, el caso Bariloche, cuando las tripulaciones de dos aviones, una de Aerolíneas Argentinas y otro de Gendarmería, se encontraron con un objeto volador no identificado, hace veinte años.

Para charlar sobre el suceso hablamos con Héctor Amuedo, investigador que considera el Caso Bariloche como "el más impactante" de su carrera; con Jorge Polanco, comandante retirado de Aerolíneas Argentinas que fue uno de los pilotos que vio el OVNI, y con Ruben Cipuzak, comandante retirado de la Gendarmería Nacional Argentina y piloto de la otra aeronave.

Polanco contó que había habido un corte de energía en Bariloche mientras volaban hacia allí, por lo que el aeropuerto de la ciudad estaba trabajando con un generador eléctrico: pero mientras descendían se encontraron con una luz hasta ese momento estática, que de pronto se acercó hacia ellos y les permitió ver su forma de plato invertido "con una cosa color naranja" encima "con una cadencia que parecía que respiraba". "Parecía que tenía vida", agregó Polanco.

Mirá el video para conocer en profundidad el Caso Bariloche.

Contá tu historia más terrorífica y participá por remeras y libros de Voces Anónimas

Teledoce.com y Voces Anónimas te invitan a compartir un momento inexplicable que te dejó sin aliento.

Guillermo Lockhart presenta la quinta temporada de Voces Anónimas. Nuevos mitos y leyendas urbanas nunca antes contadas. Misterio, emoción, aventura y suspenso.

En la previa te invitamos a participar y contarnos la historia más terrorífica que te haya sucedido. Para hacerlo tenés que entrar en www.teledoce.com/momentosinexplicables.

Guillermo Lockhart estrena temporada de "Voces Anónimas" y además será papá por segunda vez

La quinta entrega de su programa se estrena este domingo a las 23:00 horas en La Tele. Y el pequeño Mila nacerá por cesárea programada, el jueves 16 de abril.

Su hija Elena ya está por cumplir dos años, entonces, Guille y su mujer Angie decidieron volver a convertirse en padres. Esta vez, llega el varón a la familia: el pequeño Milo. La cesárea ya está programada para el próximo jueves 16 de abril.

En medio del torbellino de emociones que significa la llegada de un hijo, Guille Lockhart le suma adrenalina con el estreno de Voces Anónimas V, que se podrá ver este domingo a las 23:00 horas en La Tele.

Al respecto habló el modelo y conductor en Día Perfecto.