El integrante del Grupo Asesor Científico dijo también que cuando finalice la pandemia van a quedar secuelas importantes y duraderas en la salud mental.
En los primeros tiempos, en la etapa de confinamiento, el efecto sobre la población uruguaya era la depresión y la ansiedad.
Ahora, después de tantos meses, parece haber cambiado a una etapa de negación y de conductas desafiantes.
Una muestra de la negación son las fiestas o reuniones no autorizadas, cada vez más frecuentes.
Bernardi cree que se podría utilizar más la tecnología, por ejemplo para detectar aglomeraciones.
La pandemia va a pasar, pero las secuelas en la salud mental de las personas serán importantes y duraderas en la población.
No sólo por la enfermedad, sino también por sus consecuencias en la economía de las familias, o en los niños que no han podido ir a clase con normalidad.
En el informe: entrevista al médico psiquiatra, integrante del GACH, Ricardo Bernardi.
