Álvaro Niggemeyer: "La carga sobre el personal de enfermería es brutal, tienen sueldos muy magros y son quienes se llevan la peor parte"

El médico intensivista conversó sobre el aumento de casos positivos y de pacientes en CTI, el informe del GACH y sus curvas de datos. También habló sobre el agotamiento del personal de salud y la mala remuneración hacia el personal de enfermería.

Preocupación

Estamos preocupados por la cifra desde los primeros días de diciembre, cuando los contagios empezaron una fase exponencial y luego comenzaron a tener transmisión comunitaria. El informe del 14 de diciembre del GACH fue un informe muy acertado que preveía que para el 23 de diciembre estaríamos alrededor de los 600 casos y que para fin de año vamos a estar alrededor de los 1000 y con los consiguientes ingresos a CTI

CTI

Muchas veces la autoridades inauguran salas de medicina intensiva, pero hay que tener el concepto de que estén activas, es decir, con los equipos adecuados, pero también los recursos humanos, que son recursos muy valiosos y limitados. La formación requiere un aprendizaje y tutoría para garantizar el aprendizaje de las destrezas y habilidades. El equipo que trabaja en CTI es enorme.

Realidad de los CTI

Estamos trabajando bien, preocupados por el futuro, lo quiero bajar un poco a tierra, lo que tenemos en Uruguay ahora, de cada 100 paciente cuyo da test da positivo, 94 cursan asintomático o sintomáticos en sus casas, aproximadamente 4 requieren una intervención en piso, es decir, cuidados moderados, pero dos tienen una curso grave de la enfermedad que requiere cuidados intermedios o intensivos. Si los casos siguen aumentando y para cerca de fin de año llegamos a tener 800 o 1000 casos por día, de esos 1000 sabemos que 20 van a tener una evolución grave y en 15 o 20 días estarán en CTI. Eso sabemos que va ocurrir, es como un impuesto que tenemos que pagar por los casos que tenemos y a su vez la mitad va requerir ventilación invasiva que son los que peores evolucionan porque en Uruguay el 84% de los que requieren ser intubados, se mueren.

Probabilidades

Todo depende de las condiciones en las que el paciente llega. Nosotros sabemos que la mitad tendrán una evolución buena sin requerir ventilación invasiva y se irán de alta en pocos días, pero la otra mitad de los que llegan van a tener un curso muy grave, requerirán intubación, inotrópicos por el shock y diálisis, de esos el 84% fallecen.

Percepción del peligro

Pasamos un año que a raíz de que se hicieron muy bien las cosas durante los primeros meses, le perdimos el miedo y todo lo que al principio era algo que nos concientizaba mucho, es algo que ya no funciona. El uruguayo le perdió miedo y que no le va pasar. Es bueno bajar los números a tierra porque creo que en estos días estaremos entre los 700 y 800 casos por día. Lo que tenemos que saber es que si hay 800 casos, 16 van a ir a CTI, 8 estarán ventilados con un promedio de internación de 20 días y 7 van a morir.

Quiero terminar con un mensaje de esperanza, el paciente de CTI tiene ciertas características: la primera es que es un paciente con un aislamiento absoluto, el equipo de enfermería y el personal médico que lo asiste está con equipos de protección máxima, la segunda característica no hay un tratamiento curativo de la enfermedad, sino es apoyo y funciones hasta que mejore y por última es la alta mortalidad de los que tiene este curso grave de la enfermedad.

Le puede tocar a cualquiera, una persona joven, 30 años, sin enfermedades preexistentes tener un curso grave de la enfermedad porque tiene algún componente genético que hace que el virus entre más y que tenga una respuesta inflamatoria, que a veces es la que provoca más daño que el propio virus. Ese paciente requerirá 2 meses de CTI, traqueotomía y tener altas chances de morir.

Personal de salud

Está cansado, porque trabajamos en coaliciones de mucha presión, por el requerimiento de equipos que es incómodo durante la guardia. El paciente con covid es sumamente grave y que requiere muchísima atención. Quiebro la lanza por el personal de enfermería que son los que tienen sueldos muy magros y quienes se llevan la peor parte porque son los que están todo el día al lado del paciente y los tienen que cambiar, bañar, cambiar las sábanas y pasar la medicación. Los médicos tenemos mucho trabajo, pero la carga sobre el personal de enfermería es brutal. El personal de enfermería gana mal, con esto quiero decir que con un sueldo no llegan a fin de mes y tienen que ser multiempleo para sobrevivir y eso provoca agotamiento. Enfrentar situaciones de estrés como el enfrentar al paciente que quiere ver a su familia, de que tiene miedo de qué le va pasar y a su vez tiene que hablar con los familiares. Enterarte por teléfono de las noticias es terrible para la familia y terriblemente para el personal de salud.

Todo eso se puede evitar, a Uruguay le fue muy bien, evitamos toda la primer ola, y evitamos como mil muertes de la primer ola, donde todo el mundo caía y nosotros estábamos de pie. Estamos entrando en una fase que nos preocupa mucho debido al aumento exponencial de casos. El GACH elaboró una curva de datos que se viene cumpliendo estrictamente. Para fin de año se prevé una ocupación entre 120-140 pacientes en CTI, que son el 15-20% de las camas y esto se podría duplicar para fines de enero y pondría el sistema de riesgo en colapso.

Tenemos 759 camas activas de CTI, tenemos poco margen de que nos vaya mal, cuando el flujo de pacientes supera la capacidades de CTI se aumentan los problemas. El eslogan de quédate en casa ya no funciona, pensamos que hay disminuir la movilidad, fuertemente, tiene que haber medidas de gobierno contundentes, que si bien ya las hubo, pero cuando uno como profesional lee el informe del GACH del 14 de diciembre, esperábamos más medidas.

Es muy difícil bajar lo académico a tierra, pero precisamos un mensaje claro mucho más restrictivo que el actual. Cuidar mucho al personal salud y necesitamos una hoja de ruta muy clara de cómo va ser la vacunación.

Lo bueno de estar hablando esto ahora, si bien el panorama es muy malo, eso puede cambiar porque las proyecciones son dinámica, dependen del comportamiento y movilidad de la población. Si restringimos al máximo la movilidad pueden cambiar. Tenemos la pelota en nuestra cancha, cómo nos va ir, depende de nosotros. El virus no está por arriba de nosotros y que nos vamos a morir todos. La pelota está en nuestra cancha y depende de las jugadas y estrategias que hagamos.


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