“Creo que el talento que hay acá no tiene nada que envidiarle al talento de ningún lado", afirmó.
El uruguayo Alan Descoins fue elegido por la revista Time como una de las 100 personalidades más influyentes en el mundo de la inteligencia artificial (IA). En entrevista con Telemundo, Descoins habló sobre esta distinción, su trabajo y más.
Lo que primero pensó que era un mail falso, resultó ser una nominación para la revista Time: así empezó la historia del uruguayo que fue elegido como una de las 100 personalidades más influyentes en el mundo de la inteligencia artificial.
“Time tiene un proceso de scouting, buscan gente para nominar a esta publicación y nos encontraron. Yo pensé que era trucho el mail, porque venía de una dirección Gmail. Todavía estamos procesando lo que está pasando, creo que nadie dimensionó el efecto que esto iba a tener”, dijo Descoins, quien es CEO de la compañía Tryolabs.
Si bien el término inteligencia artificial se puso de moda o se masificó con la llegada de Chat GPT, no es nada nuevo; de hecho, hace más de 15 años que Alan trabaja en este mundo.
La inteligencia artificial tiene sus riesgos, como por ejemplo atribuirle cualidades que no tiene (conciencia o roles terapéuticos), los sesgos (determina si una persona es más o menos inteligente, más o menos peligrosa que otra por la imagen) o no verificar lo que nos dice (sobre todo en los modelos como el Chat GPT).
“Estos modelos están entrenados con grandes volúmenes de datos que están en internet, entonces no tienen una forma inherente a su proceso de entrenamiento que le haga distinguir entre qué es verdad y qué no”, apuntó Descoins.
Más allá del uso cotidiano que le damos a la IA, este gran paraguas de herramientas también se usa con fines sociales y medioambientales
“Por ejemplo, la mayoría de los gobiernos de los países en desarrollo no tienen mapeadas más de la mitad de las escuelas que hay en sus países. Entonces, ¿cómo encontramos esas escuelas en el medio de la nada, en países rurales, en África y en Latinoamérica? Con imágenes satelitales. Sin la IA tendríamos que estar mirando todo el planeta y entender qué edificios se parecen en forma a lo que es una escuela. Con la IA, lo que podemos hacer es entrenar modelos que detectan eso e indican estos edificios que parecen escuelas, y después Unicef puede mandar gente a conectarlos”, explicó Descoins.
¿Cómo está parado Uruguay en todo esto? ¿qué tendencias se vienen?
“Creo que el talento que hay acá no tiene nada que envidiarle al talento de ningún lado, no hay nada en el agua de Silicon Valley que haga más inteligentes a los ingenieros que los que tenemos acá. Entonces, creo que el uruguayo es muy bueno, pero a veces pecamos un poco de humildes de más en no saber vender lo que hacemos. Creo que estas oportunidades son un puntapié para salir al mundo y decir que existimos, que estamos acá y haciendo cosas super copadas”, afirmó Descoins, y auguró que la idea de que la IA “va a superar al humano” va a “demorar bastante”.
