Nuevas especies de peces, algas, moluscos y bivalvos vienen siendo estudiados por científicos como una potencial alternativa dentro de la alimentación humana.
Este martes como cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos.
La mayor parte de los seres vivos del planeta son acuáticos, el 94% de las especies. Al mismo tiempo el 70% del oxígeno del mundo es producido en los océanos. Y aunque el 70% de la superficie de la tierra está tapada por el agua, solo hemos explorado el 5% de los océanos.
Teniendo en cuenta estos datos, algunos investigadores proponen que en las partes inexploradas de los océanos podría estar la respuesta a la alimentación del futuro.
Para 2050 la población del mundo aumentará a los 10 mil millones de seres humanos lo que podría implicar una saturación en los sistemas de alimentación.
Se estima que la producción de alimentos es responsable de un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono que se liberan en la atmósfera y, por ende, un responsable pesado de la crisis del calentamiento global.
Es por eso que los humanos necesitamos encontrar alternativas más sostenibles a los sistemas de producción de alimentos. Y de tanto en tanto aparece una nueva publicación científica que sugiere que la respuesta a esta necesidad se encuentra en el fondo del mar.
Nuevas especies de peces, algas, moluscos y bivalvos vienen siendo estudiados bien de cerca por la ciencia como una potencial alternativa dentro de la alimentación humana.
Un nuevo estudio firmado por la Universidad de Copenhague afirma que “la incorporación de nuevas especies piscícolas que hasta ahora no han sido explotadas comercialmente supondría aumentar en gran medida la disponibilidad de alimento, al tiempo que aliviaría la sobreexplotación y empobrecimiento de los bancos de las especies más consumidas”.
Porque claro, observando las cifras es innegable que la sobre explotación de los océanos está generando un desequilibrio. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el 90% de las reservas de peces están sobreexplotadas o plenamente explotadas.
Por eso los estudios apuntan a dos especies muy prometedoras: las algas y los moluscos. Estos últimos, según reportó OpenMind, interesan más que nada porque cultivarlos es muy sencillo ya que obtienen su alimento filtrando agua. Además son muy calóricos, ricos en minerales y ácidos grasos insaturados.
Aun así, el estudio en Dinamarca señala a las algas como la alternativa más sostenible y beneficiosa para el medio ambiente. “Están repletas de nutrientes increíblemente saludables, vitaminas, proteínas y ácidos grasos buenos”, detalla la investigación. Y agrega que un cultivo de algas del tamaño del estado de Washington podría cubrir las necesidades proteicas de toda la población mundial. Todo esto teniendo en cuenta que apenas se explotan para la alimentación 500 de las 10.000 especies de algas conocidas.
Otra investigación publicada en agosto de 2020 en la revista Nature, adelantó que estos nuevos modelos de alimentación que propone la ciencia deben ser observados con recelo para que la explotación de un nuevo recurso no signifique, en vez de una solución, más problemas.
