Así es la vida en la "Twilight Zone", la última frontera salvaje del océano

Se encuentra de 200 a 1000 metros debajo de la superficie del océano, un poco más allá del alcance de la luz solar. 

Criaturas extrañas, misteriosas y hasta de apariencia extraterrestre.

Allá abajo, donde no llega la luz del sol y la vida es un desafío constante, está la última frontera de la humanidad en la Tierra. Una zona que los científicos bautizaron como Twilight Zone (zona crepuscular) y es toda esa franja deL mar situada entre los 200 y los 1.000 metros de profundidad.

Ese es el hogar de más de 20 mil millones de toneladas de peces, una cantidad 20 veces superior a la existente en la superficie.

Es en esta zona poco explorada del planeta donde se genera el mayor recambio de oxígeno y dióxido de carbono. En pocas palabras, sin la oscuridad de este reino no sería posible la vida para el resto de los seres vivos y eso incluye a los humanos.

Considerando la poca información que tenemos sobre lo que sucede ahí debajo, científicos de todas partes del mundo se agruparon y publicaron un estudio en la revista Nature para alertar sobre los riesgos que podría implicar para la salud del planeta comenzar a explotar esta zona del océano con pesca y extracción de minerales.

“Pese a su importancia, es la zona más desconocida del planeta. Está mal entendida, física, biológica, geoquímica y ecológicamente. Incluso el número de organismos que viven allí sigue siendo un misterio, y más su diversidad y función”, reportaron los científicos en Nature.

Un artículo publicado en el portal científico Materia subraya que “pese a estas advertencias, la supuesta riqueza de recursos por debajo de los 200 metros de la superficie marina despertó el interés de la industria por explotarla sin conocer aún cómo responderá a la presión humana. El estudio pone de ejemplo cómo la captura de especies abundantes en esa zona, como la luciérnaga dentada o cepillón, supondría la eliminación de muchos otros animales en el proceso, reducir la resiliencia del ecosistema y cambiar los ciclos mundiales de nutrientes y carbono”.

El informe destaca que la regulación de la zona crepuscular es un desafío enorme porque se trata de aguas internacionales. De todas formas, los científicos apuntan que limitar la explotación con un régimen similar al de la Antártida podría ayudar para proteger esta parte del océano cargas de vida y misterios.


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