Este hallazgo no solo deja en evidencia que la momificación es mucho más antigua de lo pensado (incluso anterior a la las grandes civilizaciones y técnicas básicas de agricultura), sino que además puede estar estar mucho más extendida que lo que indican los registros actuales.
Suele suceder que, al hablar de momias, pensamos en Egipto. Sin embargo, un estudio internacional documentó evidencias más antiguas de momificación artificial en cuevas del sur de China, Vietnam e Indonesia.
Así las cosas, China, Vietnam e Indonesia alojan las momias más antiguas del mundo, según un estudio publicado en la revista Pnas y llevado adelante por un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Australia.
El equipo examinó 54 entierros pre-neolíticos de 11 sitios en Asia mediante rayos X y espectroscopía infrarroja, en los que detectaron alteraciones en los huesos, indicio de exposición a humo y calor moderado hace más de 10.000 años.
Según los investigadores, el proceso se realizaba en varias etapas: los cuerpos eran atados posterior a la muerte, suspendidos sobre brasas humeantes durante semanas o meses y conservados temporalmente en viviendas o cuevas hasta su entierro final. Este método resultaba ideal para frenar la descomposición en un clima cálido y húmedo, donde la desecación natural era inviable.
La práctica funeraria es muy similar a ritos de momificaciones que aún se realizan en las tierras altas de Papúa Nueva Guinea y que existieron en pueblos aborígenes de Australia. De hecho, estudios genéticos y de rasgos craneofaciales indican que aquellos antiguos grupos asiáticos estaban emparentados con los ancestros de esas poblaciones oceánicas, lo que sugiere una tradición compartida a lo largo de milenios.
Este hallazgo no solo deja en evidencia que la momificación es mucho más antigua de lo pensado (incluso anterior a la las grandes civilizaciones y técnicas básicas de agricultura), sino que además puede estar estar mucho más extendida que lo que indican los registros actuales.