Científicos uruguayos alertan sobre los riesgos de no controlar al visón, una especie exótica muy peligrosa

La Diaria publicó un extenso artículo en el que científicos advierten sobre el peligro que podrían representar estos animales, que son originarios de Norteamérica y se introdujeron en diferentes partes del mundo para la explotación de sus pieles.

El 11 de febrero pasado, el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca y el Ministerio de Ambiente recibieron una misiva firmada por un grupo de referentes en biodiversidad, conservación y ecología alertando sobre una serie de fugas de visones exóticos desde un criadero en los alrededores de Melilla. El comunicado, según publicó la diaria, alerta también sobre “los riesgos que esto implica para la salud humana, de los ecosistemas y de la biodiversidad”.

Es que desde el 2010, cuando se detectó la primera fuga de este animal en nuestro país, los casos vienen en aumento. Solo en los primeros siete meses del año pasado, los científicos ya habían reportado más de 15.

El visón es un tipo de mamífero que habita en ríos, lagunas y humedales. Su dieta es voraz y se compone más que nada de insectos, crustáceos, moluscos, peces, aves, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos.

Se trata de una especie originaria de Norteamérica cuyo pelaje es el más utilizado en la industria peletera que cada año mata cerca de 95 millones de animales con Europa a la cabeza de la exportación.

El visón fue introducido en varios países con criaderos pensados para la producción de pieles. Pero, según datos consignados por el periodista Leo Lagos, “en al menos 33 países de Europa, Asia y América del Sur se produjeron fugas y liberaciones de visones que dieron lugar a invasiones biológicas” Nuestros vecinos, Argentina y Chile son, de hecho, dos de los países más amenazados por esta especie invasora que se adapta fácilmente a otros entornos y arrasa con todo.

En Uruguay, los visones se introdujeron en los últimos años de la década del 2000. Hubo algunos estudios experimentales en el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y en 2008 finalmente hubo luz verde para la instalación de un criadero pegado al Área Protegida del Santa Lucía que funciona hasta el día de hoy.

En 2018, el Ministerio de Ganadería catalogó el trabajo en el criadero como “una actividad potencialmente insalubre y peligrosa” y solicitó a los dueños presentar un plan de control de escape de animales al que ni la diaria ni Telemundo consiguieron acceso.

Otro artículo científico escrito por referentes locales, pero que no alcanzó publicación, denuncia 35 registros de visones escapados sin castrar, constatando así el riesgo inminente que esto podría representar para el ecosistema protegido del Santa Lucía.

“Estamos en un momento que es como estar al borde del abismo, o tomamos medidas en este momento o puede ser que, dentro de pocos años o pocos meses, sea demasiado tarde”, declaró al periódico Enrique González, encargado del Departamento de Mamíferos del Museo Nacional de Historia Natural. Y agregó que hoy Uruguay está en “un momento clave para controlar la situación” y que “indudablemente lo que tiene que prevalecer en este caso es el principio de precaución por parte de las autoridades competentes”.


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